TENGO UN GRAN APRECIO por ustedes, que continuan apoyando a Puentes para la Paz (Bridges For Peace) y al pueblo de Israel, durante este tiempo de crisis extrema. Aunque Israel está empezando a abrirse nuevamente después de casi dos meses de encierro, la economía no ha comenzado a recuperarse. Un total del 26% de la fuerza laboral perdió su empleo y solo un pequeño porcentaje de ellos regresó al trabajo.
Nosotros decidimos que continuaríamos de pie junto con el pueblo israelí, y seguiríamos entregando alimentos siempre que pudiéramos hacerlo. Tomamos esta decisión por fe, sabiendo aún que con el virus COVID-19 impactando al mundo entero, todos estaríamos operando en un ambiente de incertidumbre.
No sabíamos cuáles serían entonces nuestros niveles de ingreso. Continuamos trabajando durante todo el encierro. Pudimos hacerlo gracias al favor de los Municipios de Jerusalén y de Karmiel. Más de una vez, la policía detuvo a nuestro equipo mientras estaban entregando alimentos, preguntando: «¿por qué están fuera? ». Pero debido a que nuestro equipo pudo mostrar los permisos para “trabajadores esenciales”, pudimos continuar distribuyendo alimentos.
Además de la distribución directa de alimentos, trabajamos conjuntamente con muchas otras organizaciones en 18 municipios. Continuamos haciendo entregas en todos estos lugares durante el encierro.
Una de las organizaciones a las que asistimos en Jerusalén, un día nos llamó diciendo: «no traigan nuestra orden de víveres pues no tenemos forma de entregarla a la gente». Los miembros de su personal estaban bajo encierro voluntario; al igual que los ancianos inmigrantes de la antigua Unión Soviética, muchos de ellos sobrevivientes del Holocausto; a quienes se les ayuda regularmente. Nuestro equipo estaba horrorizados: “¿Cómo podía ser que 130 de los miembros de la sociedad con mayor riesgo, no recibirían alimentos con los que sin duda contaban?”. Llamamos a la organización y les dijimos que nosotros entregaríamos los víveres a cada una de las personas, si nos daban los datos de ellos. Luego nos movilizamos. Una persona se encargó de planificar las rutas de entrega, un equipo preparó los paquetes de comida; y luego, tres equipos de dos personas cada uno, fueron en nuestras camionetas de departamento en departamento realizando las entregas.
Este es el corazón del equipo de Puentes para la Paz. Encontramos formas de solucionar los problemas, lo damos todo en nuestro trabajo. No estamos dispuestos a que ni aún una persona se vaya sin el pan diario que tanto necesitan.
El mes pasado escribí sobre los 1,200 sobrevivientes del Holocausto en Karmiel para quienes estábamos preparando paquetes de comida. Posteriormente entregamos 25 cajas llenas de alimentos, al Departamento de Bienestar Social de la ciudad para su distribución. Solo llevarles la comida nos llevó un día entero. Estaban encantados y muy emocionados de comenzar con la distribución.
Un agricultor de flores ‘peonías’ que regularmente exporta al mercado europeo, no pudo enviar sus flores. Parecía que toda su cosecha se perdería. Decidimos entonces ayudarlo, al menos en una pequeña medida y entregamos ramos de peonías a nuestros queridos sobrevivientes del Holocausto; además de las porciones regulares de alimento. Algunos lloraron porque estaban muy conmovidos.
Además, se logró que las más de 21,000 personas que regularmente reciben provisiones de nosotros, continuaran teniendo dichos alimentos durante todo el encierro.
De esto se trata nuestro trabajo: “entregar amor”. Proporcionamos cariñosamente alimentos buenos y nutritivos, y a veces también obsequiamos flores.
Agradecemos mucho tus regalos. Son muy apreciados. Sabemos que tu comunidad también está atravesando dificultades. Eso ha hecho que tus regalos sean aún mayormente preciados para nosotros.
Con tu ayuda, hemos podido continuar el trabajo de Puentes para la Paz. Si bien sabemos que Dios es nuestra Fuente, también sabemos que Él usa a las personas para cumplir Sus planes. Gracias por dejarte usar por Él para mostrar Su amor a Israel en este momento. Tu regalo, ya sea pequeño o grande, será invertido en los propósitos del Reino de Dios. Las necesidades son enormes en este momento, y estamos pidiendo al Señor los fondos para poder seguir alimentando al pueblo de Israel.
Estamos también comprometidos a orar por ti y tu familia diariamente. Creemos que Dios les está bendiciendo por haber elegido bendecir a Israel: Su Pueblo. Nuestra oración por ti se encuentra en 3 Juan 1:2, «Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud«. Oramos por tu salud, prosperidad y bienestar espiritual.
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional
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