Devastación total hasta donde alcanza la vista. Los sobrevivientes cubiertos de sangre con mirada dispersa tropiezan en medio de la destrucción. Los socorristas se apresuran frenéticamente para sacar a los supervivientes de los escombros. Personas que intentan desesperadamente establecer el destino de un ser querido. Una nube en forma de hongo gigante de humo y cenizas llena el horizonte de Beirut.
Esta fue la horrible escena el martes pasado por la tarde después de que dos gigantescas explosiones arrasaron la capital libanesa, envolviendo el puerto de Beirut en una bola de fuego y lanzando una onda de choque colosal a través de la ciudad que diezmó todo a su paso. Las explosiones, que los testigos compararon con la explosión de una bomba atómica, pudieron escucharse hasta Chipre, a unos 240 km (150 millas) de distancia.
Doce horas y contando después de la explosión, no está claro cuántas personas permanecen enterradas bajo los escombros. El número de muertos ya superó los 100 y se espera que aumente a medida que se aclare el destino de los desaparecidos. Unos 4,000 han resultado heridos.
Mientras Líbano atraviesa el caos de una ciudad destrozada y se tambalea para enfrentarse a lo que se ha descrito como una catástrofe nacional, Israel está extendiendo una mano para ayudar a su vecino.
Mientras que tal gesto se espera de las naciones vecinas simpatizantes, la relación entre Israel y el Líbano está cargada de guerra y tensión. El Líbano no reconoce el derecho de Israel a existir y no existen relaciones diplomáticas entre Jerusalén y Beirut.
Aún así, «este es el momento de trascender cualquier conflicto», tuiteó el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en árabe, Avichay Adraee.
Siguiendo las palabras con acciones, Israel ya ha ofrecido al gobierno libanés asistencia médica y humanitaria. Dada la falta de relaciones diplomáticas, Israel hizo la oferta a través de mediadores internacionales. Además, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu ha encargado al asesor de seguridad nacional que se ponga en contacto con el enviado de la ONU [Organización de las Naciones Unidas] en el Medio Oriente para discutir las formas en las que Israel puede ayudar.
Varios legisladores israelíes también se comunicaron con mensajes de condolencias en las redes sociales. «Compartimos el dolor del pueblo libanés y sinceramente ofrecemos nuestra ayuda en este difícil momento», tuiteó el Presidente Reuven Rivlin.
Las ofertas de ayuda no se limitan al gobierno. Tres hospitales israelíes: el Centro Médico Ziv y el Centro Médico Rambam en el norte, y el Centro Médico Sheba en las afueras de Tel Aviv, se han ofrecido para atender a los miles de heridos; debido a que los hospitales ya paralizados por el coronavirus en Beirut no tienen forma de hacer frente a la ola de heridos y moribundos.
El Centro Médico Ziv confirmó que la instalación y su personal tienen «experiencia y preparación», en referencia a la amplia experiencia adquirida en el tratamiento de más de 5,000 sirios heridos en la Guerra Civil Siria.
«Estamos obligados a ayudar a cualquier persona que necesite asistencia, especialmente a nuestros vecinos», agregó el Director del Centro Médico Sheba, Yitshak Kreiss. «Estamos listos y preparados para cualquier misión que se nos encomiende».
Beirut no es ajeno a la violencia. Una brutal guerra civil libanesa de 15 años, una serie de bombardeos y ataques terroristas, así como dos conflictos sangrientos con Israel, ha causado que los residentes de Beirut estén familiarizados con las estremecedoras explosiones. Sin embargo, las explosiones del martes fueron las más devastadoras que jamás había experimentado la ciudad.
Aunque los detalles de lo que causó la explosión no están claros, el Primer Ministro [de Líbano] Hassan Diab dijo que unas 3,000 toneladas de fertilizante agrícola que contiene nitrato de amonio se incendiaron y explotaron.
El Jefe de Seguridad General, Abbas Ibrahim, agregó que el «material altamente explosivo» había sido confiscado hace años y almacenado en un deposito del puerto, ubicado a minutos de los centros comerciales y de entretenimiento de Beirut.
Según los informes, la explosión golpeó con la fuerza de un terremoto, aplastando innumerables edificios y ensuciando las antes bulliciosas calles, con escombros y cáscaras de metal retorcidas de vehículos quemados. Las aceras cubiertas de vidrios rotos brillan como alfombras de joyas. A kilómetros del epicentro, los balcones volaron, los techos se derrumbaron y las ventanas se rompieron. Barrios enteros se han reducido a una zona de guerra.
A medida que surge el alcance total de la devastación y el sufrimiento, Israel tiene la esperanza de que sus vecinos libaneses superen décadas de odio y enemistad para estrechar la mano de ayuda extendida del estado judío.
ENFOQUE DE ORACIÓN: “Oremos por las víctimas de este horrible desastre, por los heridos, las familias de los asesinados y los cientos de miles que se han quedado sin hogar. Pidámosle al Señor que abra los corazones de los líderes libaneses para aceptar la ayuda que Israel está ofreciendo y oremos para que en medio de la tragedia, muchos vean la realidad del Dios de Israel.
VERSO BÍBLICO: “A fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que el Señor es Dios; no hay otro”.
1 Reyes 8:60 NBLA
Publicado en agosto 8, 2020
Fuente: Un artículo originalmente publicado por Ilse Strauss, Bridges for Peace (Puentes para la Paz), el 5 de agosto de 2020.
Fotografía por: Chandler Cruttenden/unsplash.com
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