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por: Rvda. Rebecca J. Brimmer, Presidenta Ejecutiva Internacional
El nacimiento de Jesús (Yeshúa) es uno de los eventos más importantes en la historia del cristianismo. Los cristianos de todo el mundo celebran la Navidad, aunque algunos creyentes están preocupados por los elementos paganos en algunas de las tradiciones, característicos en la celebración de la Navidad. La importancia de ésta se afirma por el hecho de que son cinco capítulos de la Biblia dedicados a los detalles que rodean el evento (Mateo 1-2; Lucas 1-2; Juan 1); y de los profetas que predijeron estos elementos que rodearon al nacimiento. Curiosamente, el calendario Gregoriano mide el tiempo a partir del nacimiento estimado de Jesús. Entonces, la Navidad es un evento para ser celebrado y honrado; tal como lo hicieron las huestes del cielo que fueron enviadas para dar testimonio del nacimiento de Jesús. Hablemos un poco sobre lo que sabemos de las Escrituras; y qué detalles son parte de la tradición.
El nacimiento de Jesús (Yeshúa) es celebrado por las diferentes ramas del cristianismo, en diferentes momentos. La Biblia no nos dice la fecha del nacimiento. Se celebra más ampliamente el 25 de diciembre, pero algunas ramas orientales de la Iglesia lo celebran el 6 de enero.
Según brittanica.com:
«La iglesia en Roma comenzó a celebrar formalmente la Navidad el 25 de diciembre de 336 [d. C.], durante el reinado del emperador Constantino. Como Constantino había hecho del cristianismo la religión efectiva del imperio, algunos han especulado que la elección de esta fecha tenía el motivo político de debilitar las celebraciones paganas establecidas. La fecha no fue ampliamente aceptada en el Imperio de Oriente, donde se había favorecido al 6 de enero durante otro medio siglo más, y la Navidad no se convirtió en una fiesta cristiana importante hasta el siglo IX».
El 25 de diciembre era la celebración de las Saturnalias, una fiesta pagana; aunque no hay evidencia de que los cristianos de ese entonces, combinaran la adoración de dioses paganos con la honra del nacimiento de Jesús. Sí pudiera haber sido un ejemplo de acomodarse con la sociedad romana, que permitiera a los cristianos celebrar las cosas importantes de su fe, por debajo del radar. Recuerda que los cristianos eran un grupo perseguido en distintas partes del dominio romano.
Rick Lanser, en un artículo de profunda investigación titulado ‘Señalar la fecha del nacimiento de Cristo’, dice:
«En este estudio hemos demostrado un fuerte apoyo a la idea de que Jesús el Mesías nació en la noche de apertura del sábado del 1 de Nisán el 6 a. C. [20 de marzo del 6 a. C.]. Fue una noche en la que los astrónomos persas pudieron ver el fenómeno astrológicamente significativo de Júpiter, la estrella ‘rey’, siendo ocultado por la luna cuando entró en Aries, la constelación que significa Judea. El 1 de Nisán fue la fecha en la que Dios hizo tabernáculo con los israelitas en el Sinaí por primera vez; por lo que también sería un día apropiado para Él en morar (tabernaculizar) con la humanidad en la persona de Su Hijo».
Otra teoría es que ocurrió durante Sucot (la Fiesta de los Tabernáculos). Esto encaja muy bien con la Escritura en Juan, que dice: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14). La palabra griega traducida como “habitó” también se puede traducir como “tabernaculizó”.
¡El momento preciso no es tan importante como el hecho de que Él vino!
Lucas nos dice que Jesús (Yeshúa) nació en un pesebre porque no había lugar en la posada. A partir de esa declaración, el mayordomo de la posada ha sido vilipendiado a lo largo de la historia. ¿Alguna vez has considerado que quizás él fue un héroe? ¡Era un solucionador de problemas! La Escritura nos dice que todos tenían que ir a su ciudad natal ancestral para registrarse en el censo. Belén era un pueblo pequeño y todo estaba lleno. Me imagino que cada hogar absorbió a los miembros de la familia que venían de fuera de la ciudad. Una posada del siglo I no era como nuestros hoteles o moteles modernos. La posada del siglo I tenía una habitación grande. Durante el día, era el lugar donde convivían y comían, y por la noche, todos sacaban sus sacos de dormir y dormían lo mejor que podían; entre la multitud. El mayordomo de la posada tenía casa llena. Probablemente no había mucho espacio para maniobrar entre los que dormían. Echó un vistazo a María, que estaba lista para dar a luz; y supo que sería extremadamente incómodo para ella y para todos los demás, traerla a la habitación. Entonces, encontró un lugar cálido y privado para que ella y José trajeran a Jesús al mundo. Por cierto, no era un establo de madera, sino una cueva. Y el pesebre habría sido tallado en la roca.
Otra teoría dice, que es posible que no fuera una posada en absoluto. La palabra griega (kataluma) utilizada por Lucas, también podría traducirse como cámara de invitados, que se puede encontrar en casas más grandes.
Lo que es importante recordar aquí es que nació en Belén, como lo predijo el profeta Miqueas.
Se ha dicho que los pastores se encontraban dentro de la sociedad, entre los niveles más bajos. Olían mal y la gente rehuía tener contacto con ellos. Si bien eso puede ser cierto en algunos contextos, es posible que estos pastores que fueron elegidos para estar entre los primeros en visitar a Jesús (Yeshúa), fueran pastores altamente calificados, ya que criaban los corderos que serían sacrificados en el Templo. Belén era una pequeña aldea con campos circundantes y estaba muy cerca de Jerusalén. Sabemos por los escritos judíos que los corderos destinados al sacrificio eran criados en Belén y sus áreas circunvecinas. Los corderos tenían que estar libres de imperfecciones. Esto requirió mucha más supervisión que el pastoreo normal. ¿No es maravilloso pensar en Jesús fue visto por aquellos mismos, que inspeccionaban a los posibles corderos para el sacrificio?
Qué honor tener una visitación angelical anunciando el nacimiento del Mesías. No sabemos si los ángeles cantaban, eso es tradición. La Escritura habla de un anuncio angelical y una multitud alabando a Dios:
“Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: «No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor [Mesías]»” (Lucas 2:9-11).
Los versículos 13 y 14 continúan diciendo: “De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace»”.
Yo crecí escuchando que eran tres los hombres sabios; que eran asiáticos, quizás de China. La Biblia dice que hombres sabios vinieron del Oriente para adorarle, ¡pero no dice qué tan lejos! Tampoco dice que fueran tres. Suponemos así quizá porque hubo tres regalos, pero pudieron ser muchos más sabios. Simplemente no lo sabemos.
La palabra para ‘hombres sabios’ en hebreo es jajamím. La autora judía Barbara Binder Kadden, RJE, dice: «’Jajamím’ se traduce como ‘sabios’ y generalmente se refiere a los rabinos del ‘Talmud’ [comentario rabínico sobre la tradición judía y las Escrituras hebreas]. La palabra ‘jajamím’ es la forma plural de ‘jajám’, que proviene de la raíz hebrea ‘jet-jaf-mem’ que significa ‘sabiduría’».
Cuando Esdras y Nehemías encabezaron el regreso de los judíos de Babilonia, solo regresaron unos 50,000; el resto se quedó en el exilio. Babilonia fue más tarde tomada por Persia. Muchos judíos vivieron en esta región al este de Israel durante los siglos siguientes. Más tarde, algunos de los sabios judíos de estas áreas compilaron el Talmud, que se llama ‘Talmud de Babilonia’.
¿Pudiera ser posible que los sabios fueran eruditos de la Torá (Gn-Dt), de Persia?
Lucas saca a relucir elementos de la vida de fe de los padres de Jesús (Yeshúa) que Mateo omite. Quizás esto se deba a que Mateo le estaba escribiendo a una audiencia judía y Lucas a una griega. La audiencia de Mateo habría conocido automáticamente detalles que a Teófilo le habrían sido culturalmente ajenos. Lucas nos dice en 2:21-24, que Jesús fue circuncidado al octavo día y que María guardó los días de purificación, 33 días adicionales después de la circuncisión. También menciona el significado especial de un primogénito varón, y habla de José y María trayendo un sacrificio al Templo de dos pichones o tórtolas. Todo esto es en cumplimiento de las leyes de la Torá que se encuentran en Levítico 12:2-8. Estos detalles le permiten al lector comprender que la familia era de judíos observantes de la Torá, que guardaban cada detalle según lo prescrito en la Torá. También entendemos que no eran ricos en este momento porque no ofrecieron un cordero, sino dos pájaros (la opción menos costosa).
Lucas 2:39 resume esta parte de la historia diciendo: “Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret”. Entonces, aproximadamente 40 días después del nacimiento de Jesús (Yeshúa), la pequeña familia salió de Belén y de Jerusalén, para regresar a Nazaret y aún no habían recibido las riquezas que les habían dado los magos.
Nuestra tradición dice que los magos vinieron a Belén, pero es más probable que vinieran a Nazaret. Suponemos que fueron a Belén porque Herodes les dijo que la Escritura señala que el Mesías nacería allí. Sin embargo, ¿qué dice la Escritura?: “Después de oír al rey, los sabios se fueron; y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño. Cuando vieron la estrella, se regocijaron mucho con gran alegría. Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose lo adoraron” (Mt 2:9-11a).
Los sabios no siguieron el consejo de Herodes; más bien, ¡siguieron a la estrella! Encontraron al niño Jesús en una casa, no en un establo ni en una cueva. La Escritura continúa diciendo que se les advirtió en un sueño que no regresaran a Herodes. Mientras tanto, Herodes, que siempre fue paranoico, procedió a matar a todos los bebés varones en Belén de dos años o menos para eliminar la amenaza de un líder judío legítimo.
Deseo que hayas disfrutado de este ‘Estudio de Israel’. Para mí la importancia del mensaje es que Dios se ha interesado lo suficiente, como para enviar a Su hijo a un mundo herido. Él vino como un bebé inocente. Su nacimiento fue anunciado de manera milagrosa, a una familia de judíos que honraban a Dios y su Torá; y su nacimiento fue algo de suma importancia para Dios el Padre; y para las huestes celestiales. No nos enojemos tanto por las tradiciones y las influencias paganas a lo largo de la historia, como para ignorar las verdades bíblicas que vemos en la encarnación de Jesús (Yeshúa). Celebra cuando quieras, pero no ignores el hecho de que Él vino.
Quiero dar un agradecimiento especial a mi esposo, el Dr. Thomas J. Brimmer, quien siempre brinda una comprensión especial sobre el nacimiento de Jesús (Yeshúa), a nuestro equipo.
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