La puesta del sol de miércoles marca el inicio de Purim (Fiesta de Ester), uno de los festivales más alegres del calendario judío.
En todo Israel, las calles se inundarán de niños y adultos por igual vestidos con disfraces brillantes y coloridos. Las sinagogas se llenarán cuando el pueblo judío se reúna para leer toda la Meguilá, el libro de Ester —la historia de su supervivencia milagrosa—. Canastas de regalos, alimentos y golosinas se intercambiarán entre amigos y el dinero extra se repartirá entre las manos extendidas en las calles, mientras el pueblo judío se deleita en su supervivencia continua a lo largo de los siglos.
La celebración festiva tiene lugar cada año el día 14 del mes hebreo de Adar, que suele ocurrir en marzo o abril. Este año, el festival comienza a la puesta del sol de miércoles y continúa hasta la puesta del sol de jueves —aunque la celebración se extiende por otro día para los que celebran en Jerusalén—.
Los judíos de Israel y de todo el mundo están celebrando la supervivencia de su pueblo del plan de Amán para aniquilar a todos los judíos del antiguo imperio persa. El libro de Ester narra la dramática historia de Hadasah, una joven judía, que fue coronada como la Reina Ester de Persia y finalmente salvó a su pueblo de la destrucción.
Antecedentes
Ester ocultó su identidad judía, pero cuando el malvado Amán, el agagita, subió al poder y persuadió al Rey Asuero para que emitiera un decreto ordenando el exterminio de todos los judíos, la reina ya no pudo mantener su identidad en las sombras.
Instada por su tío Mardoqueo, Ester finalmente reveló su identidad al rey, destruyendo los malvados planes de Amán. El rey emitió otro decreto ordenando al pueblo judío que se defendiera en el día prescrito de destrucción. Sucedió lo milagroso: el pueblo judío, superado en número en todo el reino, se agrupó y “obtuvieron dominio sobre los que los odiaban” (Ester 9:1b NBLA).
Amán terminó siendo ahorcado en su propia horca, que tenía destinada para Mardoqueo, y todo quedó arreglado en el mundo.
Regocijándose por su victoria milagrosa, los judíos “proclaman el día catorce del mes de Adar día festivo para regocijarse, hacer banquetes y enviarse porciones de comida unos a otros” (Ester 9:19).
Ester y Mardoqueo decidieron convertirlo en una fiesta oficial anual y escribieron a todos los judíos de todo el imperio persa para que continuaran la tradición todos los años a la misma fecha, celebrando “porque en esos días los judíos se libraron de sus enemigos, y fue para ellos un mes que se convirtió de tristeza en alegría y de duelo en día festivo. Los harían días de banquete y de regocijo, para que se enviaran porciones de comida unos a otros e hicieran donativos a los pobres” (Ester 9:22).
La festividad se llamaba Purim, que significa «suerte» o «sorteo», nombrada así por los sorteos que se echaron para determinar el día de la destrucción judía planeada.
Celebración moderna
Tal como lo prescribieron sus antepasados, el pueblo judío de hoy celebra esta festividad con toda la alegría prescrita, celebrando su supervivencia continua a pesar de que múltiples personas como Amán se levantaron contra su pueblo a lo largo de los siglos.
Hay una expresión entre el pueblo judío que dice que el significado básico detrás de cada festividad se resume así: “¡Trataron de matarnos, sobrevivimos, comamos!”
Purim no es diferente, ya que la gente inunda las sinagogas dos veces durante la festividad para leer todo el libro de Ester, vestidos con disfraces llamativos y borrando el nombre de Amán con gritos y matracas cada vez que se lee su nombre en la historia.
Los amigos intercambiarán comida, en particular los pasteles rellenos triangulares llamadas hamantaschen, o el sombrero de Amán. Además de regalar dulces, el pueblo judío también da a los pobres para que todos puedan celebrar —ningún judío se queda atrás—.
Aquellos que celebran en Jerusalén obtienen un día extra de fiesta mientras celebran Shushan Purim, que se prescribe para quienes viven en ciudades amuralladas, hoy Jerusalén. El día en que se llevó a cabo el decreto persa para matar a los judíos, la lucha se prolongó en la mayor parte del imperio hasta el 13 de Adar, y al día siguiente, el pueblo judío descansó y se celebró con su victoria.
Sin embargo, para aquellos que vivían en ciudades amuralladas, particularmente en Shushan, la lucha duró un día más, lo que retrasó un día la victoria y la celebración resultante —que todavía se celebra hoy como Shushan Purim—.
Aunque el nombre de Dios nunca se menciona en todo el libro de Ester, el pueblo judío y los creyentes en todas partes Lo reconocen como la fuente de la milagrosa liberación y supervivencia del pueblo.
¡Desde Puentes para la Paz en Jerusalén, Jag Purim Sameaj (feliz Fiesta de Purim)!
Publicado en marzo 16, 2022
Fuente: Un artículo por Kate Norman, originalmente publicado por Bridges for Peace (Puentes para la Paz), el 16 de marzo de 2022.
Fotografía por: Hannah Taylor/bridgesforpeace.com
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