Tiempos cambiantes

agosto 31, 2022

Tenemos valor para enfrentar un futuro incierto porque Él ha prometido estar con nosotros sin importar lo que suceda.

2022 ha sido un año de cambios, incertidumbre y mucha dificultad. La invasión de Ucrania devastó vidas e infraestructuras en el país. Muchas personas se convirtieron en refugiados con un futuro incierto. La inseguridad mundial provocada por la pandemia se profundizó debido a la guerra interrumpiendo las cadenas de suministro, la inflación, el aumento de los costos de los combustibles y las amenazas a la cadena alimentaria. Se dispararon misiles contra Israel desde la Franja de Gaza. Irán y sus aliados balancean sus espadas. Los cambios que vemos han causado que el temor aumente en los corazones. Ese miedo a menudo se agrava debido a nuestra incertidumbre sobre el futuro.

Como creyentes, sentimos un gran consuelo en saber que pase lo que pase, no hay nada que tome a Dios por sorpresa. Tenemos el valor para enfrentar un futuro incierto porque Él ha prometido estar con nosotros sin importar lo que suceda. Repetidamente en Puentes para la Paz, hemos tenido que adaptarnos a cambios inesperados. Hemos encontrado motivos para buscar a Dios pidiendo Su dirección, y Él nunca nos ha abandonado. Hemos sido bendecidos por Su presencia y por el apoyo y las oraciones de nuestros amigos en todo el mundo.

Comunidades judías en riesgo

Dios nos ha equipado para ayudar a rescatar a miles.

Cuando de repente las comunidades judías en Ucrania, Etiopía y Rusia estuvieron en peligro, Dios nos equipó para ayudar a rescatar a miles. Esta es una situación continua. Aunque no esperábamos las circunstancias caóticas, junto con nuestros colaboradores cristianos en toda Europa del Este y la antigua Unión Soviética, nunca vacilamos. Trabajando con colaboradores judíos en Israel, ayudamos a miles a regresar a Israel.

Instalándose en nuevos hogares

Una vez que llegaron a Israel, comenzamos medidas intensivas para ayudar a los nuevos refugiados judíos a establecerse. Asociándonos con municipios de varias ciudades y organizaciones judías, empezamos a atender sus necesidades. Durante años hemos comunicado que los inmigrantes enfrentan un período difícil de adaptación; que vienen a Israel con muy poco. Este nuevo grupo de inmigrantes llegó con aún menos, si eso es posible. Literalmente, ellos han venido con solo la ropa puesta, y la mayoría son ancianos o mujeres y niños.

Nos hemos asociado con ‘Yad Le’Olím’ (mano a los inmigrantes) para abrir una tienda en un centro comercial de Jerusalén. Juntos estamos ayudando a cientos de inmigrantes. Los nuevos inmigrantes pueden tomar lo que necesitan gratis. Estamos proporcionando mantas, toallas, sábanas, almohadas, platos, cubiertos, ollas y sartenes, y más para cada familia. Pareciera que hay una demanda interminable de estos artículos.

Pudimos ayudar significativamente a una familia a construir esperanza en un nuevo hogar.

Con la donación monetaria de un generoso donante japonés, pudimos ayudar significativamente a una familia. Natalia huyó con sus dos hijos después de que soldados rusos la retuvieran a punta de pistola. Natalia, que sufre de TEPT (trastorno de estrés postraumático) severo, se encuentra débil de salud; fue separada de su esposo, a quien lo obligaron a punta de pistola a quedarse atrás; y llegó a Israel sin nada. Su hijo de 17 años tuvo que madurar rápidamente. Con un presupuesto designado de 10,000 USD pudimos proporcionar camas, electrodomésticos, una mesa y sillas, una computadora, teléfonos e incluso bicicletas para los chicos.

Desafíos operativos

Hemos estado operando con una gran escasez de personal. Esto nos ha obligado a buscar nuevas formas de suplir las necesidades. No teníamos suficiente personal para operar nuestros dos centros de asistencia. Después de mucha oración e investigación, nuestra junta directiva tomó la decisión de cerrar el centro de asistencia en Karmiel. Solo teníamos dos voluntarios en Karmiel —insuficientes para continuar con las operaciones—. Sin embargo, hemos podido continuar cumpliendo nuestros compromisos con cada receptor en el norte. Ni una sola persona ha dejado de recibir ayuda de nosotros. Ahora estamos dando servicio a todo Israel desde nuestro centro en Jerusalén y, dado que estamos ahorrando una cantidad significativa de dinero, podemos extender nuestro alcance a otras personas que lo necesitan.

¡Gracias!

Gracias por estar con el Dios de Israel, el pueblo de Israel y Puentes para la Paz durante estos tiempos cambiantes. Tus donaciones a nuestro ‘Fondo para Nuevos Inmigrantes’ nos permiten suplir muchas necesidades. Tus donaciones a ‘Proyecto Rescate’ mantienen vital nuestra red de organizaciones mientras continúan ayudando a las personas a escapar de situaciones insostenibles. Si deseas ayudar a equipar un hogar como lo hicimos para Natalia, una donación de 10,000 USD a nuestro proyecto ‘Regalos de Bienvenida a Inmigrantes’ ayudará a que florezcan sus frágiles esperanzas. Asociémonos con Dios para ayudar a los “más pequeños de los hermanos del Señor”.

Bendiciones de Israel,

Rebecca J. Brimmer

Presidenta Ejecutiva Internacional

 

Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz 
Revisado por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos