Los líderes de Puentes para la Paz caminamos entre los restos carbonizados que alguna vez fueron hogares. Examinamos las cicatrices dejadas por las balas que atravesaron las puertas, los montones de escombros esparcidos por las explosiones. Contemplamos las habitaciones ennegrecidas y el olor a carne quemada persistía en nuestras narices.
Bloques enteros de Kfar Aza fueron completamente destruidos cuando los terroristas de Hamás lanzaron su brutal ataque el 7 de octubre. Ahora, semanas después de esa atroz mañana, los escombros todavía muestran evidencia de propietarios de viviendas que fueron asesinados, secuestrados o huyeron para salvar sus vidas.
Kfar Aza es sólo una comunidad entre muchas. Los kibutzim (comunidades colectivas) Be’eri, Netivot, Ofakim, Sderot, Nahal Oz, Nir Oz, Re’im y muchos más se están recuperando del trauma y la destrucción. Las comunidades y las vidas han cambiado para siempre. Además, cuando los sobrevivientes se encuentran cara a cara con los restos dispersos de lo que solía ser un hogar para sus familias, sus corazones se sienten apesadumbrados por el anhelo de volver a casa.
A raíz del 7 de octubre, unos 500,000 israelíes de las comunidades fronterizas de Gaza, así como de ciudades y pueblos de la frontera con el Líbano, fueron desplazados al huir de sus hogares o fueron evacuados por el ejército. Israel experimentó una crisis de refugiados de proporciones masivas. Cientos de miles de israelíes fueron instalados en viviendas temporales u hoteles en zonas más seguras como Mitzpe Ramón, Beit Shemesh o Jerusalén.
Puentes para la Paz visitó estos lugares de refugio. Consolamos a los sobrevivientes que lo habían perdido todo; llevamos ayuda a más de 200 familias que la necesitaban desesperadamente; y entregamos electrodomésticos en asociación con el ‘Proyecto Isaías’ a los residentes del Kibutz Be’eri. Nuestros corazones se sintieron apesadumbrados al contemplar su futuro. El 7 de octubre dejó carreteras destruidas, comunidades quemadas e infraestructura y servicios públicos devastados e interrumpidos. Además de todo esto, miles de personas experimentan la incertidumbre del desempleo y el inquietante recuerdo del genocidio dondequiera que vayan.
A pesar de la guerra en curso contra Hamás en Gaza y los casi 180,000 israelíes que siguen desplazados, Israel está comprometido con la gigantesca tarea de reasentar el sur, reparar lo que fue destruido y dañado y proteger a estas comunidades para evitar que vuelva a ocurrir otro 7 de octubre. Pero esta tarea es enorme y requiere mucho tiempo. También promete ser emocionalmente agotadora para los residentes aterrorizados que desean volver a casa.
Hablando con una residente de Kfar Aza, Sarit (nombre cambiado para proteger su privacidad) nos dijo que le aterroriza volver a casa y dormir en su cama. “Es un lugar de muerte”, admitió. Cuando se le preguntó a ella qué podría hacer, dijo: “Tal vez pueda vivir en la casa de mi padre, pero necesita ser completamente restaurada debido a los daños”. Mientras hablábamos, Sarit, entre lágrimas, confesó que su futuro inmediato está lleno de intenso asesoramiento y sanidad interior mientras intenta aceptar el hecho de que muchos de sus amigos y vecinos más íntimos fueron brutalmente asesinados.
Durante décadas, Puentes para la Paz ha trabajado en muchas de las comunidades que Hamás atacó. Hemos construido relaciones con alcaldes, líderes comunitarios, trabajadores sociales, maestros, niños y padres. Estas son personas que aman a sus comunidades y han dedicado sus vidas a asociarse con nosotros para ayudar a los necesitados, ayudar con infraestructura como refugios antiaéreos o ayudar a los niños de familias empobrecidas a tener éxito en la escuela. Desde que las fuerzas del mal inundaron sus calles —asesinando a las personas que salían a caminar por la mañana, o regaban su jardín, e irrumpiendo en dormitorios y habitaciones refugio para masacrar y secuestrar— estos sobrevivientes nos necesitan más que nunca.
Las comunidades del sur serán reasentadas. Mientras escribo esta carta, los residentes de seis comunidades han comenzado a regresar. Pero para las comunidades más afectadas, la realidad es que pasarán entre uno y dos años antes de que puedan empezar a volver. Se están instalando alojamientos temporales en casas móviles y caravanas. Los hoteles todavía están repletos de familias israelíes desplazadas. La pena y el dolor persisten como una sombra siempre presente.
Puentes para la Paz sigue comprometido e íntimamente involucrado en demostrar amor y apoyo tangible a los sobrevivientes. Las solicitudes de necesidades desesperadas continúan llegando. Los testimonios son desgarradores. A medida que los soldados siguen cayendo en la batalla, cada vez más familias están de luto. A pesar de todo, nos mantenemos en primera fila. Puentes para la Paz está de luto con las familias que sienten que partes de sus almas han perecido con la muerte de un hijo o un esposo. Asistimos a funerales y escuchamos los intensos sollozos que reverberan de quienes están de luto alrededor de la tumba abierta. Nos sentamos con familias angustiadas que esperan ansiosamente —con esperanza y oración— el regreso de un ser querido secuestrado. Abrazamos a los sobrevivientes que permanecen incrédulos ante nuestra ayuda y profundamente conmovidos por nuestro amor. Cada día somos testigos del amor de Dios que se derrama en la vida de este pueblo gracias al cuidado y compromiso de los cristianos de todo el mundo. Vemos la incredulidad en sus rostros cuando se dan cuenta de que no están solos, que hay personas que los aman, los ven, los escuchan y los apoyan.
Por favor, ayúdanos a llevar la luz de Dios a las vidas de los israelíes que están comenzando a recorrer el largo camino a casa mientras intentan reconstruir sus vidas destrozadas. Hagamos nuestra parte en la reconstrucción del sur, tanto en los corazones, como en las familias y en los hogares de estos israelíes. Asegurémonos de que nunca se sientan solos. Considera hacer un donativo a nuestro fondo de ‘Ayuda en Crisis’ para que podamos ayudar al sur a volver a la vida con el apoyo de cristianos que reflejan el amor de Dios. ¿Te levantarás hoy a favor de los israelíes del sur?
Con suma urgencia,
Rvdo. Peter Fast
Presidente Ejecutivo Internacional
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