En las últimas semanas las tensiones entre Israel y Jizbolá han aumentado constantemente, lo que ha generado preocupaciones sobre la posible escalada del conflicto. Si bien la intensidad en la frontera norte puede no haber cambiado drásticamente, es cada vez más evidente que esta situación tiene el potencial de salirse de control. Puede que ambas partes no estén buscando activamente una guerra total, pero la creciente sospecha y desconfianza entre ellas es palpable.
Sumándose a la escalada de tensiones, el fin de semana pasado aparecieron informes en los medios libaneses que sugerían, que Israel se estaba preparando para un ataque contra Jizbolá. Este tipo de publicaciones, basadas o no en la verdad, tienen el poder de crear tensión y ansiedad adicionales. Pueden afectar la preparación y respuesta de Jizbolá como organización; empujándolos potencialmente a una mentalidad de emergencia.
Actualmente, se ha hecho un anuncio sobre la consideración por parte del Comando del Frente Interior, de una campaña única destinada a mejorar la preparación para un posible conflicto en el Líbano. Si bien es crucial garantizar la preparación del público israelí, esta decisión tiene el potencial de generar especulaciones en el lado opuesto, particularmente considerando la falta de interés de Israel en la guerra y su búsqueda de soluciones diplomáticas, al igual que Jizbolá.
A lo largo de los años se han presentado diversas propuestas para campañas de comunicación, que involucran al Comando del Frente Interior, similares a las que ya conocemos, para preparar refugios antiaéreos o crear espacios protegidos dentro de las casas. Estas propuestas, incluían escenarios hipotéticos que describían la posesión de 150,000 cohetes por parte de la organización terrorista en el Líbano; la capacidad de lanzar más de 4,000 cohetes diarios durante el combate regular; capacidades de misiles de precisión; drones de ataque y más. Algunas de estas capacidades se están observando actualmente a lo largo de la frontera norte.
Al final después de una cuidadosa consideración, los jefes de Estado Mayor, a quienes se presentaron estas propuestas; tomaron la decisión de no infundir miedo en el público. El Comando del Frente Interior está lidiando actualmente, con la desafiante decisión de lanzar una campaña para preparar al público para la posibilidad de una guerra. El dilema radica en entender que una campaña de este tipo, incluso en ausencia de información de inteligencia concreta, que indique la intención de Jizbolá de iniciar hostilidades; podría aumentar la preparación y al mismo tiempo infundir pánico entre el público.
Es fundamental recordar que ya no estamos en el 6 de octubre cuando examinamos la importante cuestión que nos ocupa. Con la presencia activa de las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI] en la Franja, los disparos contra las comunidades del sur han disminuido significativamente y, en las últimas semanas, la mayoría de los ataques se han dirigido hacia las comunidades del norte.
Desde que estalló la guerra, los residentes han adquirido un profundo conocimiento de las posibles repercusiones de un conflicto en el norte. Cientos de miles de personas ya han tomado la iniciativa de evacuar o buscar refugio en otros lugares, plenamente conscientes de las capacidades de Jizbolá y de las responsabilidades que conlleva un conflicto a gran escala.
A lo largo de la guerra en curso, el Comando del Frente Interno ha tomado medidas razonables para equipar a los ciudadanos con las herramientas necesarias para enfrentar ataques con misiles y cohetes, intentos de infiltración e incursiones terroristas. Sorprendentemente, el número de víctimas en el frente interno se ha mantenido notablemente bajo en comparación con el gran volumen de misiles disparados contra Israel. Sin duda, esto refleja la atención del público a las instrucciones, que desempeñan un papel fundamental en la salvaguardia del frente interno.
Es importante enfatizar que la orientación oficial proporcionada por el Comando del Frente Interior con respecto a la preparación para la guerra tiene un peso significativo. No sólo tiene el potencial de inducir el pánico público, sino que también puede provocar escasez en el mercado y socavar la confianza del público, que es un aspecto delicado de la relación entre las autoridades y el ejército. Como resultado, las FDI realizan evaluaciones diarias y evalúan continuamente la política de defensa para el frente interno.
El mayor general Rafi Milo, del Comando del Frente Interior, asume una importante responsabilidad al formular una recomendación para el próximo curso de acción. Dada la delicadeza del asunto, una campaña de este tipo también requeriría la aprobación del Jefe de Estado Mayor, Herzi Halevy, y del Ministro de Defensa, Yoav Gallant. Además, es esencial reconocer que cualquier campaña de este tipo debe incluir la coordinación de expectativas con respecto a las consecuencias para Jizbolá y el Estado del Líbano resultantes de la guerra.
Publicado el 2 de febrero de 2024
ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos por el Comando del Frente Interior y otros tomadores de decisiones mientras priorizan la seguridad del pueblo israelí y equilibran esa necesidad con los otros temas complejos involucrados. Oremos para que sus próximos cursos de acción estén alineados con la voluntad de Dios.
VERSO BÍBLICO: «Me deleito en hacer Tu voluntad, Dios mío; Tu ley está dentro de mi corazón«.
–Sal 40:8 NBLA
Publicado en febrero 6, 2024
Fotografía por: IDF Spokesperson's Unit/Wikimedia.org
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