La Declaración del Establecimiento del Estado de Israel incluye la siguiente invitación: “EL ESTADO DE ISRAEL estará abierto a la inmigración judía y a la reunión de los exiliados…”. Cuando David Ben Gurion leyó estas palabras la noche del 14 de mayo de 1948 , Israel estaba en guerra. En su nacimiento, la emergente nación abrió de par en par sus puertas a la aliá (inmigración a Israel), mientras luchaba por sobrevivir en un vecindario hostil. Durante esa época llegaron muchos inmigrantes, principalmente de los países árabes vecinos.
Setenta y seis años después, tres cosas siguen iguales: las puertas de Israel siguen abiertas a la inmigración, los países vecinos siguen siendo hostiles y la reunión de los exiliados continúa. A la luz del peligro y la incertidumbre en Israel, ¿los judíos que viven en la diáspora (fuera de Israel), siguen haciendo aliá? Sí, lo están haciendo.
En cierto sentido, a medida que aumenta el antisemitismo y se vuelve peligroso ser abiertamente judío, la aliá se vuelve más atractiva. Golda Meir, cuarta primera ministra de Israel, dijo una vez: “Por encima de todo, este país es nuestro. Nadie tiene que levantarse por la mañana y preocuparse por lo que sus vecinos piensen de él. Ser judío no es ningún problema aquí”.
A lo largo de los años, el número de personas que hacen aliá ha variado ampliamente. En la década de los noventa se registró más de un millón de nuevos israelíes, mientras que en general, las cifras de inmigración oscilaron entre 17,000 y 30,000 por año. Entonces, cuando ayer la Agencia Judía anunció que 22,000 “olim” (inmigrantes) habían llegado a Israel desde el 7 de octubre, la cifra de este año ya parece más alta de lo normal.
Junto con los que ya han venido, muchos están considerando la aliá, especialmente de países con un antisemitismo creciente. Basado en cifras de la Agencia Judía, el ‘Times de Israel’ informó “un aumento del 510% en el número de expedientes abiertos, sólo en Francia; desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás, totalizando 6,440 personas; en comparación con 1,057 personas durante el mismo período, hace un año”.
Según el Jerusalem Post, este verano llegarán otros 2,000 nuevos inmigrantes procedentes de Estados Unidos y Canadá. De manera similar a la situación en Francia, Nefesh b’Nefesh (organización sin fines de lucro, que facilita la aliá desde América del Norte) también ha experimentado un aumento en las solicitudes y dijo, que se han recibido 10,300 solicitudes desde el inicio de la guerra.
En las naciones del mundo los límites se están delineando firmemente, cuando se trata de Israel. A medida que aumenta el antisemitismo, muchos judíos se enfrentan a la necesidad de decidir si abandonan o no, los países en los que han vivido cómodamente, durante generaciones. ¿Es más seguro permanecer en un entorno cada vez más hostil o trasladarse al Estado judío que actualmente se encuentra en medio de la batalla? Es la pregunta que se hacen.
En palabras eminentemente prácticas y sabias de Golda Meir: “Ser o no ser judío, no es una cuestión de compromiso. O lo eres, o no lo eres”. El Estado de Israel todavía está abierto a la reunión de los exiliados y les da la bienvenida con los brazos abiertos.
Publicado el 17 de julio de 2024
Publicado en julio 17, 2024
Fuente: Un artículo por Janet Aslin, originalmente publicado por Bridges For Peace (Puentes para a Paz), el 17 de julio de 2024. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy).
Fotografía por: photographer unknown/bridgesforpeace.com
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