El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se prepara para dirigirse por cuarta vez, a una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos. Existe una gran posibilidad de que este sea el último discurso de este tipo del primer ministro, con más años en el cargo en Israel.
El discurso, previsto para el miércoles, se produce en medio de uno de los períodos más desafiantes en los 76 años de existencia del moderno Estado de Israel, y para el propio Netanyahu.
Netanyahu ha estado luchando por mantener la confianza de su nación, mientras guía a Israel a través de una guerra en múltiples frentes lanzada por Hamás, en lo que fue sin lugar a dudas, una de las peores fallas de seguridad en la historia de Israel. En el ataque del 7 de octubre, más de 1,200 personas fueron brutalmente asesinadas, muchas de ellas en sus hogares; miles más resultaron heridas y más de 260 fueron tomadas como rehenes.
El ataque de Hamás no fue simplemente un incidente terrorista, fue una declaración de guerra.
Tras el sorpresivo éxito de Hamás y con aproximadamente 250 israelíes secuestrados, no hubo más remedio que responder con una fuerza abrumadora. Se lanzó la campaña militar `Iron Swords´ (Espadas de Hierro).
Si bien, la mayoría de los esfuerzos de Israel se han centrado con Hamás en Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI] han sido extremadamente activas, atacando a Jizbolá [representante iraní en el Líbano] por vía aérea. Y por primera vez, este fin de semana, Israel atacó depósitos de almacenamiento de combustible y una refinería de petróleo en Yemen en respuesta al mortífero ataque con drones en Tel Aviv.
El campo de batalla diplomático
Desde que comenzó la guerra, han surgido manifestaciones contra Israel en ciudades de todo Occidente, junto con campamentos pro palestinos en campus universitarios de toda América del Norte. Los incidentes antisemitas se han disparado en Estados Unidos y Europa, mientras que el odio a los judíos ha saturado las redes sociales.
Si bien, según la mayoría de las encuestas, la mayoría de los estadounidenses siguen apoyando a Israel; el sentimiento anti-israelí está claramente en aumento, particularmente entre el grupo demográfico más joven. El apoyo bipartidista a Israel continúa disminuyendo, a medida que elementos progresistas del Partido Demócrata apoyan a los palestinos anti-liberales, como una causa liberal.
Los organismos internacionales, incluidos el Consejo de Seguridad de la ONU; la Corte Internacional de Justicia [CIJ]; y la Corte Penal Internacional [CPI]; continúan proyectando que Israel es la principal fuente del mal en Medio Oriente, y posiblemente en el mundo.
Mientras todo esto ha estado sucediendo, y mientras Netanyahu lidera un esfuerzo militar y diplomático, para derrotar a los enemigos atacantes de Israel y mantener el apoyo internacional; él es difamado en todo el mundo.
Estadista talentoso
Netanyahu a menudo ha aprovechado los discursos internacionales; en el Congreso y en la ONU, donde anteriormente se desempeñó como embajador; para exponer el caso de Israel ante el mundo. Netanyahu, un talentoso estadista y orador, tiene fama de defender brillantemente los argumentos de su país.
Esta vez el viaje de Netanyahu a Washington se produce en medio de un caos importante, no sólo en Israel y el gran Oriente Medio, sino también en Estados Unidos donde el presidente Joe Biden acaba de anunciar que se retira de la carrera presidencial de 2024; mientras que el expresidente y candidato republicano Donald Trump acaba de sobrevivir a un intento de asesinato y está ganando popularidad en las últimas encuestas.
Una guerra justa
Netanyahu utilizará su discurso ante el Congreso y sus reuniones provisionales con Biden, Trump y la vicepresidenta Kamala Harris; para enfatizar que Israel está librando una guerra justa, una guerra que él no inició y que no es solo la última ronda de una guerra palestino-israelí intratable. Un conflicto financiado y lanzado por la República Islámica de Irán y sus representantes terroristas.
Netanyahu insistirá y demostrará que Israel ha estado conduciendo la guerra con el mayor cuidado posible: en ocasiones incluso en detrimento propio. Independientemente de que los críticos de Israel quieran creerlo o no, las FDI han estado estableciendo un nuevo estándar militar para reducir las bajas civiles en una zona de guerra urbana.
Netanyahu entiende que el mundo entero prestará atención a este discurso de alto riesgo, incluso en medio de otras crisis globales. Múltiples audiencias estarán observando de cerca. Es probable que Netanyahu esté escribiendo su discurso, pensando específicamente en estos diversos públicos.
Los medios de comunicación
A lo largo de los años, Netanyahu ha sido un maestro en lograr que los medios trabajen para él y hacerlos transmitir los aspectos más destacados de sus discursos, a todas partes.
Para lograr que el mundo preste atención, y en particular, aquellos que no ven el discurso en vivo; Netanyahu probablemente diseñará partes de su discurso para crear titulares y oportunidades para tomar fotografías; utilizando frases ingeniosas y recursos visuales.
A lo largo de los años Netanyahu ha utilizado accesorios, que incluyen mapas de Medio Oriente y la imagen de una bomba en la que dibujó una línea roja brillante, para señalar el progreso de Irán hacia un arma nuclear. Cuando presentó al público los detalles de un archivo nuclear iraní, extraído por el Mossad [agencia de inteligencia israelí] de las profundidades de Irán; Netanyahu dio una conferencia de prensa frente a una réplica de un archivo.
Netanyahu también sabe que los enemigos de Israel, algunos dentro del propio Congreso, intentarán acaparar la atención, con protestas, huelgas y carteles. Netanyahu cree, que su versión de la historia superará a la de sus detractores.
El pueblo americano
Una razón importante por la que Netanyahu aceptó, una invitación para dirigirse a una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos, es para exponer el caso de Israel ante el público estadounidense. Leer el New York Times y otras importantes publicaciones estadounidenses, llevaría a uno a creer, que Israel está recibiendo miles de millones en ayuda y que a cambio, no ofrece nada más que problemas.
Netanyahu reforzará el mensaje de que Israel se encuentra entre los mejores y más fuertes aliados de Estados Unidos. La abrumadora mayoría del público israelí tiene en alta estima a Estados Unidos.
Los israelíes comparten estos puntos de vista positivos, incluso cuando la política exterior estadounidense en la región durante las últimas dos décadas en particular, ha envalentonado a los malos actores en la región. Los israelíes creen sinceramente, que comparten valores comunes con Estados Unidos. Los israelíes valoran el libre mercado y la libertad de prensa.
Si no se les impusiera la guerra, los israelíes elegirían gustosamente la paz. Y si Israel tuviera dos grandes océanos como fronteras y naciones pacíficas como Canadá y México, al norte y al sur; Israel, al igual que Estados Unidos, no estaría involucrado en campañas militares.
Pero más importante que el sentimiento, es que Israel ofrece activos tangibles a Estados Unidos como parte de una alianza estratégica. Israel proporciona inteligencia clave a Estados Unidos; así como información en tiempo real sobre sistemas militares; incluidos aviones y defensa antimisiles. Y los israelíes desarrollan soluciones a problemas clave; soluciones que a menudo son compradas por las principales multinacionales estadounidenses.
No sólo odian a Israel; ellos también odian a Estados Unidos
Netanyahu se asegurará de expresar lo agradecidos que están los israelíes por la amistad y el apoyo bipartidista de larga data, de Estados Unidos. Lo último que quieren los israelíes es que el Estado judío sea utilizado como balón de fútbol político. Los israelíes ya tienen suficiente política en casa.
Netanyahu intentará simultáneamente, consolidar aún más el apoyo de los conservadores cristianos que se han mantenido firmes en su respaldo a Israel; así como el apoyo de los liberales moderados que durante mucho tiempo han sido fuertes aliados del Estado judío. Netanyahu intentará convencer a los republicanos aislacionistas de que Israel, es un activo estratégico importante que mantiene a las tropas estadounidenses en el aire, en Medio Oriente.
Y es probable que Netanyahu intente aislar a los progresistas extremos que ven a Israel, principalmente a través del lente de la interseccionalidad y la teoría racial crítica; en un intento de evitar que los liberales moderados se desvíen más, hacia la izquierda.
Intentará convencer a los liberales, de que Israel es el Estado más liberal de Oriente Medio y uno de los más liberales del mundo; y que los enemigos de Israel, a los que muchos progresistas han brindado su apoyo, son fanáticos anti-liberales y opresivos. No sólo odian a Israel; sino también odian a Estados Unidos.
Netanyahu intentará consolidar el apoyo del Congreso a la defensa de Israel, en un intento por garantizar, que los sistemas de armas que han sido retenidos por la administración Biden lleguen rápidamente a Israel, y que los reabastecimientos de artillería y sistemas de defensa antimisiles, sean ordenados y rápidamente entregados.
Presidente Joe Biden
El día antes del discurso ante el Congreso, está previsto que el primer ministro se reúna con Biden.
Netanyahu tiene una relación de 40 años con Biden, quien la semana pasada se llamó a sí mismo sionista. Si esta, es la última reunión entre los dos como jefes de Estado en funciones, Netanyahu agradecerá a Biden por sus años de apoyo, incluida una importante visita a Israel después del 7 de octubre.
Si Biden intenta presionar a Netanyahu en una reunión individual en la Oficina Oval, Netanyahu tendrá el beneficio de su discurso ante el Congreso, para responder o corregir cualquier malentendido.
Presidente Donald Trump
Podría decirse que ningún otro par de presidente estadounidense y primer ministro israelí, hicieron más para fortalecer a Israel y transformar Oriente Medio, que Donald Trump y Netanyahu. Trump, en colaboración con el ex embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman; reconoció audazmente a Jerusalén como la capital del Estado judío (con exclusión de cualquier otro Estado); y trasladó la embajada de Estados Unidos a la ciudad y reconoció la soberanía israelí sobre los estratégicos Altos del Golán que actualmente están siendo bombardeados por cohetes de Jizbolá.
Y quizás lo más impresionante de todo, es que la administración Trump fue autora de un cambio de paradigma completo en la trayectoria del Medio Oriente, y creó el camino hacia el fin de un conflicto árabe-israelí mayor, al negociar los Acuerdos de Abraham entre Israel, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos; Marruecos y Sudán. Los acuerdos probablemente habrían crecido para incluir a otras naciones, incluidas Omán y Arabia Saudita; si Trump hubiera permanecido en el cargo.
Y, sin embargo, a pesar de todos los logros de la pareja Trump y Netanyahu; tuvieron una pelea.
Recientemente, los asesores de Netanyahu han mostrado selecciones de inmensos elogios hacia Trump, en la autobiografía de Netanyahu. Una reunión entre el primer ministro de Israel y el candidato presidencial republicano de Estados Unidos, podría contribuir en gran medida, a reparar la relación.
Irán y sus representantes
La fórmula para transformar Oriente Medio para siempre, es sencilla de definir, pero difícil de implementar: “derrotar a los terroristas y a sus patrocinadores; y normalizar las relaciones con los actores moderados”. Actualmente Israel participa en ambas cosas.
Tanto los moderados como los extremistas seguirán de cerca, el viaje de Netanyahu a Washington y su discurso ante el Congreso. Buscarán señales de fortaleza o debilidad en Netanyahu y verán con qué firmeza Biden, Harris y Trump están a favor o en contra de Netanyahu.
Los sauditas
La administración Biden frenó el impulso de los Acuerdos de Abraham. Los acuerdos de normalización contravinieron las evaluaciones de larga data del Departamento de Estado, de que el conflicto árabe-israelí no podría resolverse desde afuera hacia adentro, sino sólo si el conflicto israelí-palestino terminaba primero con una solución de dos Estados.
Incluso, cuando Israel presionó a la administración Biden para que intentara recuperar el impulso, quedó claro que los sauditas no le darían a Biden y compañía un logro diplomático importante, sin cobrar un precio extraordinario.
Los saudíes estarán esperando a ver quién gana las próximas elecciones presidenciales, antes de decidir cómo proceder.
El público de Israel
Quizás Netanyahu haya sido más difamado en su país que en cualquier otro lugar. La oposición quiere que Netanyahu deje el cargo.
Sin embargo, aunque la popularidad de Netanyahu cayó a mínimos históricos tras los fracasos del 7 de octubre; él y su partido Likud han ido subiendo constantemente en las encuestas recientes, a medida que la popularidad de su principal oponente, Benny Gantz, ha caído.
El asediado primer ministro, ciertamente pretende demostrar que sigue siendo el líder israelí más capaz. Espera tener la oportunidad de ver la conclusión exitosa de la guerra actual y, potencialmente, la firma de nuevos acuerdos de normalización, para cimentar su legado como uno de los mejores primeros ministros de Israel.
Si bien, Netanyahu se ha mantenido relativamente alejado de las apariciones públicas en la prensa durante los últimos meses, a medida que avanzaba la guerra, el discurso ante el Congreso es otra oportunidad para intentar convencer a los israelíes, que seguirán de cerca los acontecimientos de su viaje; de que Bibi, para mejor o para peor; aún sigue siendo el hombre indispensable de Israel.
Alex Traiman es director ejecutivo y jefe de la oficina de Jerusalén del Jewish News Syndicate.
Publicado el 23 de julio de 2024
Publicado en julio 24, 2024
Fotografía por: Amos Ben Gershom/GPO/jns.org
Todos los logotipos y marcas registradas en este sitio pertenecen a sus respectivos propietarios. Todos los demás materiales son propiedad de Puentes por la Paz. Copyright © 2024.
Website Site Design by J-Town Internet Services Ltd. - Based in Jerusalem and Serving the World.