Los principales funcionarios israelíes señalaron anoche, incluso cuando algunos de los cuerpos de los niños en el campo de fútbol de Majdal Shams seguían sin identificar; que es poco probable que Israel altere drásticamente su política de contención hacia Jizbolá; incluso después de la reunión del Gabinete en la que se aprobará la respuesta de las FDI.
Aun así, los ministros tendrán que elegir entre varias opciones, para un ataque sin precedentes en el Líbano, desde la Segunda Guerra del Líbano en 2006; hace exactamente 18 años. Las FDI presentarán evaluaciones sobre qué acciones podría tolerar Jizbolá y continuar con sus escaramuzas diarias “normales”; y qué acciones podrían agravar la situación.
El principal problema es que nadie en las FDI puede garantizar, que una respuesta israelí no lleve a una escalada, que podría resultar en una guerra a gran escala en cuestión de días; invirtiendo así el foco de atención de Gaza, al Líbano. “Es difícil crear una escala de días de combate con Jizbolá, como hacer que ataquen solo hasta Jaifa o Hadera, pero no más al sur. A pesar de un claro diálogo cinético que se tiene con Jizbolá y ecuaciones bien establecidas, y una conexión de larga data, casi íntima con Nasrallah, como el enemigo más antiguo en el Medio Oriente; es imposible saber con certeza, dónde podríamos terminar”, explicó un alto funcionario de seguridad.
En el Comando Norte no hay planes para evacuar asentamientos adicionales cerca de la frontera, como Nahariya o Ma’alot; pero la preparación en las bases militares del norte y en la Fuerza Aérea estará en su punto máximo; además de la alerta máxima de los últimos tiempos.
Después de regresar de Estados Unidos el primer ministro Benjamín Netanyahu, mantuvo una pequeña reunión con altos funcionarios de seguridad, donde se le presentaron las opciones de respuesta para el norte. El gabinete de seguridad se reunió entonces para discutir y aprobar la acción. Un alto funcionario israelí dijo: “Calculo que habrá una respuesta muy severa, que conducirá a varios días de combates limitados, durante los cuales Jizbolá podría ampliar el alcance de sus ataques hasta Jaifa”.
A continuación se presentan las principales y emergentes opciones de respuesta de las FDI, del conocido banco de objetivos en el Comando Norte, que han sido dejadas de lado desde antes del 7 de octubre:
Ataque limitado pero “fotogénico” a la infraestructura: Hasta ahora Israel ha evitado atacar deliberadamente la infraestructura civil libanesa, utilizada indirectamente por Jizbolá como: puentes clave; carreteras centrales; centrales eléctricas; el mar y los aeropuertos. El bombardeo de un objetivo de este tipo indicaría al gobierno de Beirut; ya frágil debido a la división sectaria que tiene desgarrado al país por su guerra interna; que es hora de poner freno a Jizbolá antes de que todos los ciudadanos –maronitas, chiitas y drusos por igual– sufran las consecuencias, tras años de grave crisis económica.
El ataque a un objetivo de este tipo, podría ocurrir después de que las FDI aseguren que no habrá bajas o que habrá pocas; y si el objetivo también contiene reservas de combustible, el ataque lograría su objetivo de imagen, que es tan importante para el gobierno en estos días, como su valor práctico. Imágenes espectaculares de fuego y enormes columnas de humo, en videos y fotos, apaciguarían al público israelí, como sucedió similarmente al ataque en la ciudad portuaria de Hudaydah, en el oeste de Yemen; hace una semana. Las FDI podrían atacar simultáneamente por primera vez en la guerra, una base del ejército libanés adyacente a Jizbolá, como medida de defensa.
Ataque estratégico al depósito de armas de Jizbolá: Hace dieciocho años, menos dos semanas; el principal movimiento israelí en la Segunda Guerra del Líbano comenzó con la Operación “Peso Específico”, también conocida como la Noche de los Fajrs; durante la cual, la Fuerza Aérea destruyó el entonces arsenal de cohetes de largo alcance de Jizbolá. Hasta la fecha, la Fuerza Aérea ha atacado cerca de 5,000 objetivos en el sur del Líbano desde octubre; incluidos depósitos de drones y misiles antiaéreos en el valle de Bekaa, pero la mayoría de los objetivos, especialmente los de alta calidad, se ha el reservado el ataque para tiempos de guerra. El dilema en el Comando Norte es complejo y cotidiano, ya que ciertos ataques podrían exponer fuentes de inteligencia. En un ejército terrorista con un arsenal de más de 100,000 cohetes en todo el Líbano, cientos a miles de misiles de precisión, decenas de miles de misiles antitanque y miles de drones; es un cálculo arriesgado que se hace todos los días al planificar ataques.
Un nuevo y simbólico objetivo: El mes pasado, la Fuerza Aérea atacó un objetivo logístico desde el campo de operaciones de Jizbolá, a 135 kilómetros de la frontera con Israel en la zona de Baalbek, en lo que se describió como “el objetivo más lejano en Líbano alcanzado por Israel” desde el comienzo de la guerra. El objetivo no tiene importancia si no está en la capital libanesa, Beirut. Jizbolá controla importantes zonas civiles en Beirut, y las FDI podrían llevar a cabo un ataque preciso y medido que se oiría en toda la ciudad, no sólo en el barrio de Dahiya, sin provocar la muerte de muchos libaneses. Según informes extranjeros, Israel ya ha atacado abiertamente en Beirut, pero en una operación muy selectiva a principios de este año; eliminando a Saleh Al-Arouri, un miembro destacado de Hamás; una matanza por la que Jizbolá tardó, por decir lo menos, en tomar represalias.
Eliminación de altos mandos terroristas: según datos de las FDI, desde el 7 de octubre han muerto unos 500 terroristas en el sur del Líbano, decenas de ellos comandantes de alto rango a nivel de batallón o superior, y tres equivalentes al rango de general de brigada. Los comandantes de Jizbolá son de mayor edad que sus homólogos de las FDI: los de rango medio tienen una media de 40-50 años y los de alto rango unos 60. La pérdida de su experiencia en cada una de esas eliminaciones perjudica a Jizbolá en lo operativo; disuade a otros comandantes y los obliga a pasar su tiempo huyendo. Sin embargo hasta la fecha, la política de las FDI en el Líbano no ha mejorado prácticamente la seguridad de cientos de miles de residentes del norte, ni ha devuelto a un israelí desplazado a su hogar abandonado en Galilea.
La eliminación de altos mandos requiere esperar una oportunidad operativa y de inteligencia, con aviones de combate siempre en estado de alerta; lo que podría llegar en cuestión de días o semanas. No es casualidad que Nasrallah ordenara a sus agentes hace una semana, que dejaran de usar teléfonos inteligentes.
En cualquier caso, el hecho de que las FDI hayan publicado rápidamente el nombre del comandante de la unidad de Jizbolá, que dirigió el lanzamiento de cohetes contra Majdal Shams desde el lado libanés del monte Dov: Ali Mohammed Yahya; puede indicar con gran probabilidad que será el primer objetivo eliminado en cualquier opción elegida por el Gabinete. Si observamos la política del escalón político en los últimos meses, podemos concluir que incluso después de que se lleve a cabo el ataque, habrá voces oficiales israelíes que intentarán cerrar el evento, hasta la próxima vez.
Publicado el 29 de julio de 2024
Publicado en julio 29, 2024
Fotografía por: Photרונאלדיניו המלך/commons.wikimedia.org
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