La aldea drusa de Majdal Shams está conmocionada por la muerte de 12 niños el sábado, tras un ataque con cohetes de Jizbolá, el grupo terrorista que opera en el sur del Líbano.
Doce niños murieron y decenas más resultaron heridos cuando un cohete lanzado desde el Líbano, impactó en un campo de fútbol en la aldea. El cohete era parte de una andanada de 100 cohetes lanzados por Jizbolá ese día. La andanada activó las sirenas de alerta de cohetes, pero la proximidad dejó a las personas con muy poco tiempo para llegar a resguardarse en los refugios antiaéreos cercanos.
Las víctimas tenían entre 10 y 16 años: diez niños y dos niñas.
Ayman Fakhr al-Din es el padre de una de las víctimas, Alma Fakhr al-Din de 11 años. Describió cómo llegó al estadio de fútbol y vio la masacre que dejó el ataque.
“Llegué al estadio y en la esquina vi cadáveres y partes de cuerpos”, dijo el padre afligido a CNN. “Cuando me acerqué a uno de ellos, vi una pulsera en la muñeca de una niña. Fue entonces cuando supe que era mi hija Alma”.
Alma y otros diez niños fueron enterrados el domingo por la mañana, en un funeral multitudinario. Cientos de personas acudieron para llorar las vidas de los jóvenes perdidos. Sus pequeños ataúdes, cubiertos con sábanas blancas y flores, fueron cargados por las multitudes del pueblo. Fotos de sus rostros brillantes y sonrientes desfilaron por las calles; por sus seres queridos que lloraban.
Inicialmente se presumió que la duodécima víctima, Geyara Ebraheem de 11 años, estaba desaparecido; pero luego se descubrió que estaba entre las víctimas. Fue enterrado el domingo por la noche.
El director de la unidad de cuidados intensivos pediátricos, del Hospital Rambam de Jaifa, el profesor Danny Eitan, dijo al Canal 12 de noticias de Israel, que estaban tratando a varios niños con múltiples “heridas de metralla”. Tuvieron que ser sometidos a cirugías durante toda la noche después del ataque.
“Hacía mucho tiempo que no veíamos a un grupo de niños afectados por un trauma tan grave”, dijo Eitan.
El pueblo druso de Majdal Shams se encuentra enclavado entre las faldas del Monte Hermón, en los Altos del Golán, en el norte de Israel. El pueblo se encuentra cerca de las fronteras con Siria y Líbano.
El pueblo druso es conocido por su hospitalidad, ya que recibe calurosamente a los visitantes con buena comida y alojamiento cómodo. Majdal Shams es el hogar de no mas de 12,000 personas y de una comunidad muy unida.
Jizbolá comenzó a lanzar proyectiles al norte de Israel desde el 8 de octubre de 2023, el día después de la masacre del 7 de octubre por parte de Hamás, y ha continuado lanzando ataques casi diario en solidaridad con sus primos terroristas de Hamás.
El Times of Israel informó que Jizbolá había lanzado el sábado por la mañana, un cohete Falaq de fabricación iraní contra una base militar cerca de la aldea; pero se retractó cuando comenzaron a surgir noticias de las muertes de los niños drusos.
Tanto Israel como Estados Unidos han culpado a Jizbolá por el ataque terrorista. Después, el ejército israelí proporcionó pruebas de que el cohete lanzado era un Falaq-1.
¿Por qué Jizbolá se retractó de su participación, cuando la organización terrorista ha gritado tan fuerte por la sangre israelí y ha anunciado sus otros ataques contra Israel?
Mientras los manifestantes anti-israelíes en los campus universitarios y ciudades de todo el mundo gritaban “¡Palestina libre!” ondeando la bandera palestina, otras dos banderas aparecieron en las manifestaciones: las de Hamás y Jizbolá.
La llamada lucha por la soberanía palestina ha dado a dos grupos terroristas respaldados por Irán, una plataforma y un renovado apoyo a su campaña para atacar al Estado judío; derramando sangre.
Pero esta vez fueron niños drusos atrapados en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo en una visita al pueblo, según lo citó el Times of Israel: “Para mí, no hay diferencia entre un niño judío que fue asesinado en el sur de Israel el 7 de octubre y un niño druso que fue asesinado en los Altos del Golán. Es lo mismo, son nuestros niños”.
Ahora viene el juego de la espera, para ver cómo responderá Israel.
“Haremos todo lo posible para restablecer la seguridad y permitir que la vida continúe como debe ser”, añadió Gallant, con una advertencia: “Jizbolá pagará un precio por esto; nuestras acciones lo dirán todo”.
Publicado el 30 de julio de 2024
Publicado en julio 31, 2024
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