Documentos confidenciales obtenidos de la computadora de un alto dirigente de Hamás, han revelado la calculada estrategia del grupo terrorista para explotar a los rehenes; manipular la opinión pública; y reconstruir sus capacidades militares bajo el pretexto de las negociaciones de alto al fuego. Estas revelaciones publicadas por primera vez por el periódico alemán Bild, ofrecen una visión escalofriante de las tácticas despiadadas de Hamás y su desprecio por los civiles palestinos en Gaza.
El documento, que según el Canal 12 de noticias de Israel estaba en manos del ejército israelí ya en abril de 2024, fue encontrado en una computadora en Gaza que se cree le pertenecía al líder de Hamás, Yahya Sinwar. El contenido del documento, que no se había hecho público hasta ahora, revela cómo los líderes del grupo terrorista engañan a la comunidad internacional y atormentan a las familias de los rehenes israelíes. Este esfuerzo manipulador tiene como objetivo, utilizarlos para lograr un único objetivo: reconstruir las capacidades militares de Hamás y asegurar su control continuo sobre la Franja de Gaza.
El documento secreto destaca varios aspectos clave, que el grupo terrorista pretende tener en cuenta en la gestión de las negociaciones de alto al fuego. Por ejemplo, hace hincapié en la necesidad de mantener “la capacidad de Hamás para actuar contra Israel; agotar el aparato político y militar de Israel; y erosionar a Israel mediante la presión internacional”.
El documento no menciona el corredor Filadelfia, la zona fronteriza entre Gaza y Egipto que ha estado en el centro de las negociaciones en las últimas semanas. Sin embargo, Israel sólo anunció que tenía el “control operativo” del corredor a finales de mayo, después de que se redactara el documento.
Según el documento, Hamás no tiene intención de buscar un final rápido de la guerra. Por el contrario, el documento afirma explícitamente que “es necesario mejorar condiciones importantes del acuerdo, incluso si esto significa que las negociaciones se prolongarán”. Aunque Hamás admite que “sus capacidades militares se han debilitado, en su opinión, no hay necesidad de esforzarse por un cese inmediato de las hostilidades, a pesar del sufrimiento de la población de Gaza”.
A diferencia de las declaraciones propagandísticas de Hamás, dirigidas a la comunidad internacional que reciclan las afirmaciones de “miles de víctimas civiles palestinas”, el documento no menciona a los civiles palestinos ni una sola vez.
Uso cínico de rehenes
El documento también revela cómo el grupo terrorista pretende explotar a los rehenes que capturó el 7 de octubre, durante las negociaciones. La esencia del asunto está plasmada en una instrucción que aparece explícitamente en el documento: “Se debe seguir aplicando presión psicológica a las familias de los prisioneros, tanto ahora como durante la primera fase [de liberación de rehenes como parte de un acuerdo y un alto al fuego], para que la presión pública sobre el gobierno enemigo aumente”.
Esta estrategia se puede ver en la repetida difusión de videos, en los que se pide a los rehenes que critiquen al gobierno israelí y supliquen que los liberen a cualquier precio.
Los terroristas pretenden seguir explotando a los rehenes para presionar a Israel, incluso si se alcanzan acuerdos y entra en vigor un alto al fuego. “Durante las negociaciones hacia la segunda fase [del acuerdo], Hamás permitirá a los representantes de la Cruz Roja visitar a algunos prisioneros como gesto de buena voluntad y transmitir mensajes de ellos a sus familias”, afirma el documento.
Desde el 7 de octubre no se ha permitido a los representantes de la Cruz Roja visitar a ninguno de los rehenes.
Esta medida tiene por objeto aumentar la presión sobre las familias de los rehenes y, a través de ellas, sobre el gobierno israelí, para obligarlo a extender el alto al fuego, incluso si Hamás no cumple sus condiciones o sabotea deliberadamente la liberación de rehenes.
Manipulación de la comunidad internacional
Otra parte del documento está dedicada a la cuestión de cómo influir en la comunidad internacional, para promover la reconstrucción del poder militar de Hamás. Entre otras cosas, propone la adopción de la siguiente “maniobra diplomática: los negociadores de Hamás ofrecerán estacionar fuerzas militares árabes a lo largo de la frontera norte y este” de Gaza, con el objetivo de que estas “fuerzas sirvan como un amortiguador que impida al enemigo entrar en Gaza después del final de la guerra, hasta que Hamás se reorganice y reconstruya sus capacidades militares”.
En otras palabras, Hamás planea reconstruir sus capacidades perdidas bajo la protección de ejércitos árabes traídos como supuestos guardianes de la paz.
¿Quién formará la base de la nueva estructura de mando del grupo terrorista? El documento también tiene una respuesta a eso. Detalla algunas de las principales demandas de Hamás a Israel, incluida la liberación de 100 terroristas condenados a cadena perpetua en Israel, que podrían reemplazar a los comandantes eliminados por el ejército israelí en el transcurso de la guerra.
El documento también expone cómo Hamás manipula a los medios de comunicación en Israel y en todo el mundo: en cualquier caso de ruptura de las negociaciones, Hamás ordena a su gente que diga a los medios de comunicación, que Israel rechazó la propuesta de compromiso formulada por Estados Unidos. Independientemente de los hechos, la posición de Hamás será que Hamás aceptó el acuerdo y que éste fracasó solo debido a la “terquedad israelí”, de modo que, en cualquier caso, “Hamás no será visto como responsable del fracaso en alcanzar un acuerdo”.
Publicado el 9 de septiembre de 2024
Publicado en septiembre 9, 2024
Fotografía por: Attia Muhammed/Flash90/jns.org
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