A principios de este mes, el Reino Unido anunció que impondría un embargo de armas “inmediato” contra Israel. El anuncio se produjo el mismo día en que el estadounidense-israelí Hersh Goldberg-Polin, de 23 años y uno de los seis rehenes ejecutados recientemente por Hamás, fue enterrado en el Estado judío.
El gobierno británico consideró apropiado castigar a Israel en un día en que toda la nación judía del mundo estaba de luto por seis de sus civiles inocentes asesinados.
El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, denunció la medida como “vergonzosa”.
Según Robert Williams del Instituto Gatestone, el Reino Unido suspendió alrededor de 30 licencias para artículos utilizados en el actual conflicto en Gaza, que van a las Fuerzas de Defensa de Israel debido supuestamente, al temor inducido por Hamás de que “puedan ser utilizados para cometer o facilitar una grave violación del derecho internacional humanitario”.
Al mismo tiempo, señaló Williams, el Reino Unido sigue voluntariamente apoyando a Hamás.
El gobierno del primer ministro británico, Keir Starmer, anunció en julio que iba a “reiniciar la financiación a UNRWA [Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos] con el fin de hacer llegar la ayuda lo más rápidamente posible, a quienes la necesitan en Gaza” como una “necesidad moral ante tal catástrofe”.
La ciega insistencia de Starmer en seguir financiando a UNRWA se produce, incluso después de que Israel haya proporcionado pruebas de que la llamada agencia de ayuda está enredada con Hamás, con aproximadamente el 10% de sus miembros, probados como terroristas o tener vínculos con grupos terroristas. Las escuelas y hospitales de la UNRWA fueron utilizados a sabiendas para facilitar el terrorismo y los ataques con cohetes contra civiles israelíes.
Williams dijo que Starmer parece “imperturbable” por el hecho de que, toda la financiación vaya directamente a Hamás y no a los civiles necesitados de Gaza; a quienes se les dispara si intentan acercarse a los camiones que transportan suministros de ayuda.
Williams se burló de Starmer y su gobierno por “quitarles la asignación anual de combustible de invierno, a los pensionistas británicos” y en su lugar, enviar 28 millones de dólares estadounidenses a Hamás.
El editor de defensa del Daily Telegraph, Con Coughlin, señaló que el embargo es sólo el último de una serie de medidas antiisraelíes del Reino Unido.
El primer acto del ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, “fue retirar la objeción oficial del gobierno británico a los intentos de persuadir a la Corte Penal Internacional, para que emitiera una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusado de crímenes de guerra”, escribió Coughlin.
Luego vino la decisión de restablecer la financiación del Reino Unido a la UNRWA. Poco después siguió la suspensión de los contratos de armas con Israel.
El embargo incluye, según Lammy, “componentes importantes que se utilizan en aviones militares, incluidos aviones de combate, helicópteros y drones, así como elementos que facilitan el ataque terrestre”.
Williams señaló que en su anuncio del embargo contra Israel ante la Cámara de los Comunes, Lammy afirmó que “la prioridad de este gobierno… [es] promover la causa de la paz…”.
Luego Lammy admitió que, aunque el gobierno británico no puede verificar si Israel está cometiendo o no crímenes de guerra, de todos modos, va a aplicar el embargo.
‘Pura perfidia racista’
Williams también recordó que en marzo el anterior gobierno del Reino Unido, encabezado por Rishi Sunak, supuestamente condicionó el suministro continuo de armas a Israel a la autorización a la Cruz Roja y a diplomáticos internacionales, visitar a los terroristas de la fuerza de élite Nukhba de Hamás, detenidos. El entonces ministro de Asuntos Exteriores David Cameron, incluso había advertido a los funcionarios israelíes que Europa en su conjunto impondría un embargo de armas a Israel.
Según Williams, el embargo de armas del Reino Unido “parece representar nada más que una perfidia racista pura”.
Lammy “ignora por completo los extremos a los que ha llegado Israel para evitar víctimas civiles, así como las enormes cantidades de ayuda humanitaria que ha facilitado en la Franja de Gaza”, añadió.
Williams citó al catedrático de estudios de guerra urbana, del Instituto de Guerra Moderna de West Point, John Spencer, quien escribió: “Israel ha implementado más precauciones para evitar daños a civiles que cualquier ejército en la historia, por encima y más allá de lo que exige el derecho internacional; y más de lo que hizo Estados Unidos en sus guerras en Irak y Afganistán”.
Richard Kemp, ex oficial y comandante del ejército británico, se ha hecho eco de estos sentimientos apoyando a Israel y al ejército israelí.
Desafortunadamente para Israel Gran Bretaña no está sola. Lamentablemente, Alemania y Canadá también han considerado apropiado sancionar a Israel, imponiendo un embargo de armas exactamente en un momento en que Israel está tratando de luchar contra el extremismo islámico, que ya está aumentando dentro de sus propios países.
Alemania, bajo el mando del canciller Olaf Scholz, ha retrasado casi todas las solicitudes de venta de armas a Israel desde el comienzo de la guerra. Las ventas a Israel en 2023 ascendieron a más de 300 millones de libras esterlinas y en 2024, supuestamente se redujeron a solo 14 millones de libras esterlinas.
Pero al comparar estas políticas contra Israel con las de otros países, la hipocresía se hace evidente.
Sorprendentemente, Alemania ha armado masivamente a Qatar, que junto con Irán, es el principal partidario de Hamás y una de las principales fuentes del mal en el mundo actual.
“En la primera mitad de 2024, el gobierno federal aprobó la venta de armas por valor de un poco más de 100 millones de euros a los gobernantes de Doha, que probablemente sean los partidarios más importantes de la organización terrorista Hamás”, señaló el periodista de Bild Björn Stritzel.
Asimismo, Canadá también ha decidido castigar a Israel por acusaciones infundadas y falsas de genocidio contra los palestinos en Gaza.
Durante los últimos meses, Ottawa no ha aprobado nuevos permisos de exportación de armas a Israel, deteniendo unos 30 de esos permisos, incluido un acuerdo entre la filial canadiense de la empresa estadounidense General Dynamics y el gobierno de Estados Unidos, según un anuncio reciente de la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Melanie Joly.
“En primer lugar, nuestra política ha sido clara desde el 8 de enero: ni nosotros ni yo hemos aceptado ningún tipo de permiso de exportación de armas para ser enviadas a Israel”, dijo.
También dijo que pidió a su departamento “que investigue todos los permisos existentes de armas o partes de armas que podrían haber sido enviadas a Israel”.
Alan Baker, ex embajador israelí en Canadá y actual director del Instituto de Asuntos Diplomáticos del Centro de Seguridad y Asuntos Exteriores de Jerusalén, dijo a JNS que la decisión de Canadá es “absurda”.
“No llamaría a la política en sí misma antisemita, pero ciertamente es equivocada”, dijo. “Se basa en la ignorancia o la ingenuidad, y no en una comprensión de la situación”.
Baker criticó a Joly, “que parece estar completamente convencida de que Israel está involucrado en un genocidio. No quiere entender los hechos y llegar a la verdadera situación”.
Baker señaló a las organizaciones hostiles antiisraelíes con sede en Quebec que “parecen estar influyendo en toda su política”.
“Lo triste de esto es que parece estar tomando el pelo al primer ministro canadiense cuando él debería ser lo suficientemente responsable como para controlarla”, dijo Baker.
Baker señaló que el anterior primer ministro canadiense, Stephen Harper, pronunció un discurso ante el knéset [parlamento] israelí hacia el final de su mandato y dijo, que Canadá siempre respaldaría a Israel. Dijo que es inconcebible que Canadá pueda actuar en contra de los intereses de Israel.
“Pero aquí estamos”, dijo Baker. “Canadá está siendo rehén de un ministro de Asuntos Exteriores irresponsable que parece tener una gran influencia sobre el primer ministro, basándose en suposiciones políticas alimentadas por una propaganda que no tiene relación con la verdad”.
“En lugar de tratar de averiguar los hechos y estar en contacto con aquellos elementos, ya sea en los EE.UU. o en Israel, que están familiarizados con las estadísticas, la verdad y los datos genuinos; ella y Trudeau prefieren basarse en la acusación de genocidio. Y llegan a conclusiones equivocadas.”
Las organizaciones de ayuda canadienses han pedido un embargo total de las exportaciones militares a Israel, advirtiendo que les resulta imposible proporcionar apoyo básico a los palestinos, mientras Israel opere en Gaza.
Israel está librando una guerra justa contra el Islam radical y ha hecho todo lo posible para salvar a los civiles palestinos, que Hamás los prefiere muertos.
Los embargos impuestos injustamente a Israel por el Reino Unido, Alemania y Canadá sólo logran una cosa: alimentan la propaganda de Hamás y ayudan a aislar a Israel, mientras envalentonan y alientan a Irán.
Como afirma Williams, “Armar a los enemigos de Israel, ya sea a través de la UNRWA o de Qatar, al tiempo que se limita la capacidad de Israel para defenderse, está creando un desastre que probablemente termine en Europa, sobre las cabezas de Starmer, Trudeau y Scholz”.
Publicado el 18 de septiembre de 2024
Publicado en septiembre 19, 2024
Fotografía por: No. 10 Downing Street/jns.org
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