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Sucot, la temporada de nuestro gozo

octubre 21, 2024

Una sucá en Talpiyot Oriental, Jerusalén, adornada con una cinta amarilla en memoria de los rehenes cautivos en Gaza.

El ritmo de vida en la Tierra Prometida se rige por un ciclo de festividades anuales, días reservados en el ‘calendario israelí de 12 meses’, para celebrar lo que Levítico 23:2 llama “Las Fiestas del Señor…”. Algunas son solemnes, dedicadas al arrepentimiento y la ‘reconsagración’. Otras son más exuberantes, celebrando gozosamente el poder, el cuidado, la bondad amorosa y la fidelidad de Dios.

Sucot (Fiesta de los Tabernáculos) pertenece a esta última categoría. De hecho, esta fiesta de una semana de duración, se considera un momento tan feliz que se le conoce como “la temporada de nuestro gozo”. La puesta del sol del miércoles 16 marcó el comienzo de la Fiesta de Sucot (y siete días de alegre celebración) para el pueblo de Israel, según la instrucción específica de Dios en Levítico 23:40: “…y se alegrarán delante del Señor su Dios por siete días”.

La Fiesta de los Tabernáculos es la última de las tres Fiestas de Otoño, después de Rosh HaShaná (Año Nuevo judío) y Yom Kippur (Día de la Expiación), y marca el final de las Altas Fiestas.

El nombre Sucot es el plural de sucá, la palabra hebrea que significa enramada o cabaña. La fiesta conmemora los 40 años que una nación incipiente de ex esclavos vagó por el desierto en camino a la Tierra Prometida, viviendo en enramadas temporales o sucot; sin nada más que la fidelidad de Dios para proveer sus necesidades diarias, como seguridad, refugio y sustento, en un desierto árido.

Hoy, más de tres milenios después, los descendientes de quienes pasaron cuatro décadas en el desierto sostenidos por el cuidado de Dios, siguen celebrando Sucot según Su mandato: “Habitarán en tabernáculos por siete días; todo nativo de Israel vivirá en tabernáculos, para que sus generaciones sepan que Yo hice habitar en tabernáculos a los israelitas cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el Señor su Dios… (Lev 23:42-43a).

Los días previos a la festividad transcurren en un frenesí de actividad, ya que los israelíes se convierten en carpinteros improvisados ​​que construyen «cabañas» temporales fuera de sus casas, en patios traseros, balcones, aceras y cualquier otro espacio abierto imaginable. Construir la sucá es siempre una gran aventura familiar, jóvenes y mayores suelen reunirse para armar y luego decorar la vivienda temporal de la familia.

Se pone mucho cuidado en garantizar que la sucá familiar sea lo más festiva posible, y que el interior esté embellecido con imágenes, banderas de Israel, artesanías, flores y fruta fresca. Las viviendas temporales, que suelen estar hechas de un armazón de madera o metal, cubiertas con sábanas, alfombras o mantas a modo de “paredes” y ramas u hojas como techo a través del cual los que están dentro pueden ver el cielo, se convierten en un “hogar”. Durante la semana de Sucot, los israelíes pasan su tiempo libre en la sucá, disfrutando de sus comidas, visitando a sus seres queridos e incluso durmiendo bajo las estrellas, de forma muy similar a como lo hacían sus antepasados ​​en el desierto.

Sin embargo, el significado de la sucá o cabaña temporal va más allá de ser un recordatorio físico del cuidado de Dios para satisfacer nuestras necesidades cotidianas. La tradición judía sostiene que vivir en la sucá es como estar envuelto en el abrazo de Dios. Según esta creencia, Dios ordenó a Israel que erigiera las viviendas temporales en memoria de la “nube de gloria”.

Durante el peregrinaje de los israelitas por el desierto, Dios les proporcionó una columna de nube durante el día y una columna de fuego durante la noche. La columna de nube guiaba a los israelitas durante su peregrinación durante el día, pero mientras acampaban por la noche, la nube tomaba una forma diferente y se convertía en un tabernáculo sobre sus cabezas. Se dice que esta era la misma nube de gloria que se cernía sobre el monte Sinaí: la nube de la gloria de Dios.

La creencia judía sostiene que, mientras los israelitas vivían en el desierto Dios los envolvía en un tabernáculo de la nube de Su gloria, la nube de Su presencia. Además, cada año, durante Sucot, Él invita a su posteridad a hacer lo mismo. Mientras Israel vive en enramadas temporales, en memoria de la nube de Su gloria en el desierto, ellos al igual que sus antepasados, habitan en Su abrazo.

Celebrar este año, para Israel, es claramente más difícil. Ha pasado poco más de un año desde el peor ataque contra el pueblo judío, desde el Holocausto. Un poco más de cien rehenes siguen cautivos por Hamás, en Gaza. Israel está peleando una guerra física contra aquellos que han jurado repetidamente destruirlo en múltiples frentes, así como una guerra igualmente feroz contra propaganda [anti Israel] que busca agitar las emociones. Desde una perspectiva mundana, pareciera que hay muy poco que celebrar, aún así, Israel está celebrando. A simple vista, podría parecer contradictorio. Permíteme explicarlo.

Dios mismo establece una correlación entre Sucot y el gozo, al ordenarle a Israel que pase la fiesta en regocijo y júbilo delante de Él (Lev 23:40). El gozo, por lo tanto, más que una emoción pasajera, es una decisión basada en la directiva de Dios.

Además, en Sucot, Israel recuerda y afirma que la verdadera felicidad no se encuentra en los lujos terrenales que el dinero puede comprar; y que la estabilidad no se deriva de un gran saldo bancario, un título elegante o una posición elevada. Y este año, al igual que en tantas otras ocasiones en las que parecía que había muy poca luz al final del túnel para el pueblo judío, Israel elige celebrar a Dios como la única fuente verdadera del gozo, amor, seguridad, provisión y protección. El Dios que suplió todas las necesidades de sus antepasados ​​mientras vagaban expuestos en el desierto durante 40 años, sin forma de valerse por sí mismos, es el mismo Dios que continúa cuidando de Israel en la Tierra Prometida, como el Dios que prometió velar por ellos sin adormecerse ni descansar (Sal 121:4).

Este año en Sucot, Israel afirma una vez más: ¡Am Israel jai! «El pueblo de Israel vive» porque el Dios de Israel vive.

Bridges for Peace les desea a todos nuestros amigos judíos un feliz Sucot y una temporada festiva llena de gozo en el Dios de Israel.

Traducido por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos

Publicado en octubre 21, 2024

Fuente: Un artículo por Ilse Strauss, originalmente publicado por Bridges For Peace (Puentes para la Paz), el 6 de octubre de 2024. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy).

Fotografía por: Zoe McHenry/bridgesforpeace.com