“¡Parece una película apocalíptica!”, murmuró casi para sí el comandante del batallón de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que estaba a mi lado mientras observábamos el espantoso paisaje que se extendía ante nosotros: los restos carbonizados de los coches quemados y acribillados a balazos hasta donde alcanzaba la vista. Me miró y dijo con gran tristeza: “Todavía no puedo creer que haya sucedido”. Le di un abrazo y luego continuamos contemplando las interminables filas de espantosos recordatorios del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Israel trasladó más de 1,200 vehículos destruidos en el ataque a Tkuma, cerca de la frontera con Gaza. Allí, exhibieron los espantosos restos para que el mundo fuera testigo de la violencia cometida en ese día negro. Cada vehículo cuenta una historia horrible de asesinatos, derramamiento de sangre y violencia.
Estar frente a esta exposición es como contemplar la gigantesca escena de un crimen. Se puede ver la evidencia de las balas que atravesaron los parabrisas y observar cientos de agujeros de bala que dan testimonio de los vehículos familiares ametrallados. También están los restos quemados de ambulancias y autobuses estrellados que explotaron tras el impacto de misiles RPG.
Recordé que, en los días posteriores al 7 de octubre de 2023, vi imágenes de cuerpos —ensangrentados y quemados— esparcidos a lo largo de la carretera 232 junto a un interminable camino de autos en llamas o saqueados después de que los terroristas de Hamás tendieran una emboscada a los conductores desprevenidos. Al contemplar el cementerio de autos en Tkuma, esas imágenes volvieron a mi mente en un momento crudo y desolador mientras permanecía en silencio junto al comandante de las FDI.
Desde el 7 de octubre, he caminado por la destrucción del kibutz Be’eri y Kafr Aza en numerosas ocasiones, siendo testigo de montones de escombros, restos carbonizados de casas y restos dispersos de juguetes y bicicletas de niños. He contemplado cientos de fotografías de víctimas asesinadas en Re’im, el lugar del festival Nova, y he caminado entre los árboles con el corazón roto al ver los memoriales conmemorativos colocados por las familias. He escuchado las historias heroicas de los sobrevivientes que huyeron de los terroristas, de los soldados que lucharon desesperadamente y de los que salvaron a cientos de personas. He abrazado a madres y padres que sollozaban y he llorado mientras hablaban de sus hijos asesinados.
Ya ha transcurrido un año. Israel celebró la conmemoración con lágrimas y con la determinación de seguir adelante con fuerza y unidad mientras la guerra continúa haciendo estragos en Gaza y ahora también en el Líbano. Los israelíes te dirán que cada día se siente como si fuera el 7 de octubre, sin embargo, la declaración: ‘am Israel jai’ (el pueblo de Israel vive), continúa resonando.
Días antes de la conmemoración del primer aniversario, Israel sufrió otro ataque con misiles balísticos de Irán. La República Islámica disparó 400 misiles, de los cuales más de 180 lograron llegar a Israel. Las intercepciones iluminaron el cielo nocturno mientras la mayoría de estos misiles letales eran derribados. Millones de israelíes corrieron a los refugios antiaéreos, orando a Dios y acurrucándose con sus familias. Mientras yo estaba en el extranjero —en Japón— mi esposa consoló a nuestros aterrorizados hijos a solas en nuestra habitación segura, orando con ellos y leyendo libros mientras las sirenas sonaban fuertemente. Sin embargo, Israel fue testigo de un milagro de Dios. ¡Ningún israelí murió! Una vez más, el Dios de Israel demostró Su misericordia y Su poder a Israel y al mundo.
Israel sigue sumido en un profundo trauma y dolor. Muchos ven la mano de Dios en acción a pesar del terror, pero innumerables vidas han sido destrozadas. Demasiados israelíes enfrentan ahora la vida con el alma destrozada, plagada de pesadillas. Algunos se sienten abandonados por Dios y el mundo, mientras que otros experimentan algún nivel de desesperación y tratan de aferrarse a la esperanza.
He conocido a innumerables personas que están sufriendo y luchando. Mientras lloran, les recuerdo que no están solos. Dios los ama con un amor eterno y ha convocado a millones de cristianos en todo el mundo para orar, dar, donar y apoyar a Israel. Este es el pulso de Puentes para la Paz. Es por eso que nuestros colaboradores cristianos globales han podido donar ambulancias, proporcionar miles de bolsas de alimento y ropa, comprar electrodomésticos para israelíes desplazados, brindar atención traumatológica e innumerables otras formas físicas de amor. Nuestros colaboradores cristianos han donado casi 3.3 millones de dólares desde el 7 de octubre de 2023 para apoyar a Israel en su hora más oscura. No daremos marcha atrás. Vivimos y respiramos las palabras de Isaías 40:1: “«Consuelen, consuelen a Mi pueblo», dice su Dios”. Demostramos este amor todos los días y la gente de esta nación lo experimenta.
Una vecina con quien nuestra familia ha desarrollado una amistad desde el 7 de octubre me envió un mensaje de audio después del ataque iraní. Su voz sonaba fuerte y segura cuando dijo: “¡Ayer fue un milagro! Estaba acostada en medio de la calle, viendo todos los misiles sobre mi cabeza, aterrorizada y, sin embargo, decía: Dios, Eres increíble, nos das las mejores señales que podríamos recibir”. Este es el resultado de meses de impactar a nuestra vecina con amor y apoyo, recordándole que no está sola y que el Dios de Israel cumple Su pacto.
El Señor Dios de Israel vive y Él se está moviendo en los corazones del pueblo de Israel y sacudiendo a las naciones. Podemos quedarnos estancados, distraídos, desanimados y enojados por el mal, el caos y la oscuridad que vemos en todo el mundo. O podemos buscar al Señor, ser una luz para Él en la oscuridad, defender con valentía la verdad, reconocer las cosas asombrosas que Dios está haciendo en las naciones y colaborar con Él mientras vivimos en estos días proféticos. Él está uniendo a los cristianos de todo el mundo que aman lo que Dios ama y están con Su nación. ¿Serás esa luz que consuela a Sión y hace retroceder el mal? ¡Dona a nuestro fondo de ‘Ayuda en Crisis’ hoy!
Shalom,
Rvdo. Peter Fast
Presidente Ejecutivo Internacional
Todos los logotipos y marcas registradas en este sitio pertenecen a sus respectivos propietarios. Todos los demás materiales son propiedad de Puentes por la Paz. Copyright © 2024.
Website Site Design by J-Town Internet Services Ltd. - Based in Jerusalem and Serving the World.