por: Rvdo. Patrick Verbeten, Director nacional, PPP Estados Unidos
Independientemente del momento de la historia en que recibas este estudio, la importancia de Irán será relevante. Ya sea que mires los escritos antiguos de las Escrituras Hebreas o leas los titulares de hoy, descubrirás que Irán continúa impactando a las naciones y, de alguna manera, tu vida. En Su soberanía, Dios ha usado a la nación de Irán de muchas maneras para promover Su gloria y fama en todo el mundo. Bíblicamente, el Irán moderno se conoce como la antigua Persia. Estudiemos y veamos lo que dice la Biblia sobre Persia.
El nombre Persia se menciona 29 veces en la Biblia, principalmente en los libros de Daniel, Esdras, Ester y Ezequiel. Estas menciones se refieren al propio Imperio persa o a los reyes persas. La Biblia sigue siendo la principal fuente de información sobre el Imperio persa. El Cilindro de Ciro, escrito en escritura cuneiforme y que ahora se conserva en el museo Británico, confirma su relevancia histórica.
Veamos a la cronología bíblica de la nación de Persia desde sus inicios hasta el libro de Nehemías.
Alrededor de 2350-2000 a. C.: Asentamientos post-diluvianos
Los descendientes de Noé se asientan en la región que se convertirá en Persia, estableciendo reinos tempranos como Elam (Gn 10:22).
Alrededor de 2000-1500 a. C.: Elam en la era patriarcal (Gn 14)
Quedorlaomer, rey de Elam, lidera una alianza contra Sodoma y Gomorra, capturando al sobrino de Abraham, Lot, lo que marca la primera mención bíblica de un gobernante de la región.
Alrededor de 700-600 a. C.: Influencia elamita y dominación asiria
Elam alterna entre el conflicto y la alianza con Asiria, influyendo en la historia de Israel.
625-550 a. C.: Ascenso de Media y Persia
Persia surge como reino bajo el gobierno de Ciro II, aliándose con Media.
539 a. C.: Ciro conquista Babilonia
Ciro II captura Babilonia, cumpliendo la profecía bíblica y permitiendo que los exiliados judíos regresen a Jerusalén (Esd 1:1-4).
538-516 a. C.: Reconstrucción del Templo
Los exiliados judíos regresan a Jerusalén bajo el liderazgo de Esdras y reconstruyen el Templo con el apoyo de los reyes persas.
486-465 a. C.: Reinado de Jerjes I (Ester 1-10)
La historia de Ester se desarrolla durante el gobierno de Jerjes I, destacando la providencia de Dios para su pueblo en Persia.
445 a. C.: Nehemías regresa a Jerusalén (Neh 1-6)
Nehemías, bajo el mando de Artajerjes I, recibe permiso para reconstruir los muros de Jerusalén.
Ahora que hemos repasado la historia antigua de Persia, Veamos la importancia de esta cronología. En tiempos bíblicos, la mayoría de las interacciones que el pueblo judío tuvo con Persia fueron positivas o tuvieron un resultado positivo. Al leer esta cronología, es posible que hayas recordado la narración bíblica del rey Ciro que permitió al pueblo judío regresar a casa después de 70 años del cautiverio en Babilonia.
Este relato victorioso no es una obra de ficción. Unos 150 años antes de que ocurrieran los acontecimientos, el profeta Isaías tenía mucho que decir sobre cómo Dios usaría al rey Ciro (44 y 45). De hecho, el profeta destaca la propia descripción que Dios hace del futuro rey de Persia: “Él es mi pastor”, y señala que Ciro cumpliría los propósitos de Dios, incluyendo la reconstrucción de Jerusalén y la colocación de los cimientos del Templo (44:28). Dios también se refiere al rey Ciro como ungido “para someter naciones” (Isaías 45:1a). Esta profecía habla del rey persa derrocando a Babilonia, allanando así el camino para que el pueblo judío regresara a su patria.
Uno de los líderes clave del regreso de los judíos fue Esdras, un sacerdote del linaje de Aarón. Esdras utilizó las finanzas y los recursos proporcionados por el rey de Persia para conducir al pueblo de regreso a Jerusalén y reconstruir el Templo. Estaba profundamente comprometido con la Torá (Gn-Dt) y dirigió al pueblo judío hacia una renovación espiritual.
La cronología anterior también menciona la historia de Ester, que tuvo lugar íntegramente en Persia. En esta historia, Dios utilizó a una persona improbable para traer salvación a su pueblo. El rey Jerjes, rey de Persia, siguió el mal consejo del malvado Amán y decretó que todo el pueblo judío debía ser aniquilado. Es importante señalar que en la época de Ester, muchos judíos vivían en el Imperio persa. Cuando el primo y tutor de Ester, Mardoqueo, se enteró del plan de Amán, la reclutó para que apelara al rey en nombre del pueblo judío. Ester mostró valentía y obediencia a su Dios al acercarse con entereza al rey de Persia en busca de la liberación de su pueblo. Hasta el día de hoy, el pueblo judío recuerda este evento que tuvo lugar en Persia mientras celebra la fiesta de Purim, acertadamente llamada la Fiesta de Ester.
Esto nos lleva a Nehemías. He escuchado muchas enseñanzas sobre liderazgo basadas en el libro de Nehemías, y creo que hay mucho que podemos aprender de este copero temeroso de Dios. Con el permiso, la autoridad y el respaldo financiero del rey, Nehemías dejó su puesto en Persia para reconstruir los muros de Jerusalén. Sin embargo, Dios usó el liderazgo de Nehemías para reconstruir mucho más que muros. Edificó una comunidad e inspiró la confesión y el arrepentimiento entre el pueblo judío.
El libro de Daniel está lleno de muchas profecías relacionadas con Persia. Primero, me gustaría recordarte que Daniel era un hombre temeroso de Dios que oraba mirando hacia Jerusalén, a pesar del decreto del rey Darío. El rey Darío fue el rey persa anterior a Ciro, durante la transición del Imperio babilónico al Imperio persa. Cuando Daniel oró a un dios que no era Darío, fue arrojado al foso de los leones. Sin embargo, cuando el rey encontró a Daniel ileso por los leones, hizo un nuevo decreto y el Dios de Israel fue proclamado en todo el imperio.
“«De parte mía se proclama un decreto de que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen delante del Dios de Daniel, porque Él es el Dios viviente que permanece para siempre, y Su reino no será destruido y Su dominio durará para siempre. Él es el que libra y rescata, hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra, El que ha librado a Daniel del poder de los leones». Y este mismo Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el Persa” (Dn 6:26-28).
Me pregunto si el conocimiento de los acontecimientos de la vida de Daniel tuvo algún efecto en el rey Ciro y sus tratos con el pueblo judío cuando ascendió al poder.
Aunque muchas de las profecías de Daniel que tratan sobre Persia —incluidas las cuatro bestias (Dn 7:1-6), el carnero y el macho cabrío (Dn 8:1-8, 20-22), las setenta semanas (Dn 9:24-27) y los reyes de Persia (Dn 10:1-3, 12:1)— suelen estar relacionadas con el Irán actual, es probable que la mayoría de estas profecías ya se hayan cumplido. El teólogo bíblico John F. Walvoord lo expresó de esta manera: “Daniel predijo los grandes imperios de Babilonia, Medo-Persa, Grecia y Roma, y su ascenso y caída están registrados en la historia. La exactitud de estas predicciones es una de las evidencias más sólidas de la inspiración divina de la Biblia”.
Vemos que Dios es fiel a Su Palabra, revelando lo que sucedería con la nación persa a través de Sus profetas, Isaías y Daniel. Pero ¿qué pasa con las profecías que aún no se han cumplido? Leemos en Ezequiel 38:2-6, «Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Gog, de la tierra de Magog, príncipe supremo de Mesec y Tubal, y profetiza contra él, y di: “Así dice el Señor Dios: ‘Yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe supremo de Mesec y Tubal. Te haré dar vuelta, pondré garfios en tus quijadas y te sacaré con todo tu ejército, caballos y jinetes, todos ellos bien equipados; una gran compañía con broquel y escudo, todos ellos empuñando espada; Persia, Etiopía y Fut con ellos, todos con escudo y casco; Gomer con todas sus tropas, Bet Togarmá, de las partes remotas del norte, con todas sus tropas; muchos pueblos están contigo».
La profecía de Ezequiel en los capítulos 38 y 39, que menciona a Persia entre las naciones que atacarán a Israel, suele entenderse como una referencia a acontecimientos futuros que aún no han ocurrido. Esto indica que el papel de estas naciones, incluida Persia, aún debe cumplirse en los tiempos finales.
Según el autor y maestro de la Biblia Mark Hitchcock, “la profecía de Ezequiel habla de una coalición de naciones que se alzará contra Israel en los últimos días. Una pregunta que cabe hacer ahora es: ¿estamos viendo esto en nuestros días? El padre de la Iglesia primitiva Agustín de Hipona, dijo lo siguiente sobre las profecías: ‘Las profecías no se nos dan para que sepamos lo que va a suceder en el futuro, sino para que tengamos una guía en el presente’”.
El difunto Lord Jonathan Sacks, conocido rabino, filósofo, teólogo y autor ortodoxo inglés, dijo lo siguiente sobre la profecía de Ezequiel: “En la visión de Ezequiel, no solo vemos una confrontación de naciones, sino una lucha por el alma de la humanidad. Las fuerzas del mal, lideradas por Gog e incluyendo a Persia, se oponen a la comunidad del pacto que defiende la justicia y la moralidad”.
Al observar el mundo que nos rodea, vemos nuevas coaliciones de naciones, incluida Persia, que intentan establecer nuevas monedas y un nuevo orden en el mundo. También vemos oposición a la justicia y la moralidad. No es irreal ni sensacionalista que nos preguntemos: ¿estamos viviendo en los días que profetizó Ezequiel? Y si es así, ¿cómo debemos vivir?
He oído hablar a menudo de esta profecía a la presidenta de Puentes para la Paz Internacional, la Rvda. Rebecca J. Brimmer. Su consejo es el siguiente: “Esta es una de las preguntas que le he preguntado al Señor. Observamos las señales de los tiempos a nuestro alrededor; ¿cómo debemos responder? En lugar de involucrarnos en argumentos doctrinales, sensacionalismo o especulación, simplemente debemos mantener el rumbo”.
Se atribuye al apóstol Tomás el mérito de haber traído el Evangelio al Imperio persa. El cristianismo floreció en esa región hasta aproximadamente el año 600 d. C. También se atribuye al Imperio persa el mérito de haber llevado el Evangelio a China. Las fuerzas musulmanas conquistaron Persia a mediados del siglo VII, pero pasaron varios siglos hasta que el Islam se convirtió en la religión dominante en toda la región.
Es interesante señalar que, si bien la mayoría de los persas son musulmanes, no son árabes. Los persas y los árabes tienen identidades únicas, con diferentes idiomas, historias culturales y orígenes étnicos. Irán, como país predominantemente persa, se distingue de sus vecinos árabes en el Medio Oriente.
También es interesante que el gobierno alemán de la década de 1930 haya influido indirectamente en el cambio de nombre del país, de “Persia” a “Irán”. El motivo de este cambio se basó en la identidad histórica de Irán. “Irán” significa “tierra de los arios” en persa, y el término refleja la herencia del país y los orígenes de su gente.
Hasta hace poco, tanto los judíos como los cristianos de Irán vivieron un período de relativa libertad bajo la dinastía Pahlavi, que les permitió expresarse cultural y religiosamente. Sin embargo, la Revolución Islámica de 1979 trajo consigo mayores restricciones, lo que llevó a muchos miembros de ambas comunidades a emigrar. A pesar de estos desafíos, sigue existiendo una pequeña pero resistente comunidad judía, mientras que la fe cristiana perdura a través de las comunidades armenia y asiria y de un número cada vez mayor de iglesias clandestinas dirigidas por conversos iraníes.
Hoy en día, Irán es conocido como el archienemigo de Israel y el mayor estado patrocinador del terrorismo en el mundo. Antes de sumergirme en la historia de Irán y Persia, mi imagen del país era, sin duda, la de la malevolencia, el poder y el control. Sin embargo, Efesios 6:12 exhorta: “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes”. La narrativa bíblica de Persia, su gente y sus gobernantes muestra claramente la mano soberana de Dios que los utiliza como instrumento para bendecir a Su pueblo y difundir Su nombre por toda la tierra. Hoy me siento animado a orar por el pueblo de Irán, ya que a muchos en esta cultura se les ha lavado el cerebro para creer en una religión falsa. Sé que, al final de los días, Dios juzgará la tierra de acuerdo con la forma en que las naciones trataron a Israel (Joel 3:12, Mateo 25:31-46). Mi oración por el pueblo persa es que puedan más allá de la oscuridad y la maldad y se enamoren del Dios de Israel.
Brimmer, Rebecca J. “Signs of the Times.” Bridges for Peace. https://www.bridgesforpeace.com/letter/signs-of-the-times/.
Hitchcock, Mark. The End: A Complete Overview of Bible Prophecy and the End of Days. Eugene, OR: Harvest House Publishers, 2017.
Sacks, Jonathan. The Koren Sacks Rosh Hashanah Machzor. Jerusalem: Koren Publishers, 2012.
Walvoord, John F. Daniel: The Key to Prophetic Revelation. Grand Rapids, MI: Zondervan, 1971.
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