Tres generaciones de la familia Munder fueron secuestradas del kibutz Nir Oz el 7 de octubre del año pasado: Avraham y Ruti, residentes del kibutz, junto con su hija Keren y el nieto Ohad, que habían venido de Kfar Saba para visitarlos con motivo de la festividad de Sucot [Fiesta de los Tabernáculos].
El hermano de Keren, Roi, fue asesinado ese día. Ruti, Keren y Ohad, de 10 años, fueron liberados hace un año en el acuerdo de liberación de rehenes, mientras que Avraham de 79 años, permaneció en Gaza. En agosto, su cuerpo fue descubierto en un túnel en Khan Younis, fue recuperado y devuelto a Israel, donde fue enterrado en el kibutz [comunidad colectiva] que llamaba hogar.
Ohad Munder Zachri, que ahora tiene solo diez años, describe cómo se adaptó a una nueva normalidad. Los viejos hábitos y pasatiempos quedaron atrás. “Nunca seré el mismo niño que era. No voy tanto a la escuela. También dejé de asistir temporalmente al programa para estudiantes superdotados. Es difícil para mí quedarme solo en casa, algo que solía amar”, comparte.
“Marcamos el día en que regresamos; es un día significativo para mí. Regresé del cautiverio, la experiencia más horrible e impactante de mi vida”, continúa Ohad. Al reflexionar sobre el año pasado, agrega: “Este año ha sido increíblemente complejo”. Pasó su noveno cumpleaños el 23 de octubre de 2023, en cautiverio de Hamás, un día en el que muchos israelíes volaron globos por todo el país en su honor.
Keren relata, que incluso después de regresar de Gaza con su hijo, encontrar momentos de paz ha sido difícil. “Sentí que necesitaba traer color y luz a nuestra casa, así que decidimos renovarla. Fue algo a lo que nos aferrarnos durante esos días difíciles, esperando a mi padre”, comparte.
“No hay nada de lo que solíamos hacer regularmente, que sigamos haciendo de la misma manera. Y si lo hacemos, es sin la misma alegría. Nada se ha sanado: regresar del cautiverio con solo tres de la familia, perder a un hermano y a un padre, en esta guerra en curso, y a tantos de la comunidad de Nir Oz donde crecí, muchos de los cuales se sienten como una familia. Nada es igual”.
“Cuando regresamos, me sorprendió la recepción en Israel”, admite. “El nivel de atención, la atención detallada de la familia extendida. Pero aún hoy, no puedo comprender el fracaso que se produjo ese sábado en la valla fronteriza”, añade.
“El duro golpe al kibutz Nir Oz, que continúa con un tercio de sus miembros como rehenes”.
En lo que respecta a los sueños para el futuro, Keren y Ohad imaginan una realidad diferente —una en la que los rehenes regresen a casa y su comunidad finalmente comience a sanar de verdad—. “Seguimos en guerra, nos preocupamos por los soldados que luchan con valentía y por los rehenes cuyo regreso exigimos”.
“Quiero vivir una vida segura en este país. Los legisladores deben actuar, teniendo en mente el bienestar de todos sus ciudadanos y sobre todo, de esos niños, civiles y soldados que fueron secuestrados de manera violenta y cruel a Gaza”.
“Están allí sin protección, despojados de sus derechos, y sus vidas han estado en verdadero peligro durante casi 14 meses. Esto debe terminar antes de que los perdamos a todos entre los escombros. Quiero cerrar los ojos y despertar con la noticia de que todos han regresado. Solo entonces, podremos dedicarnos a conmemorar a nuestros seres queridos”, explica Keren.
“El kibutz Nir Oz volverá a resurgir con una importante ayuda estatal, después de que el Estado se descuidó y no nos protegiera. Para que mi madre y otras personas puedan volver a vivir allí de forma segura”, afirma. “Hay mucho que reconstruir en el sur y el norte, y aún más en los corazones de la gente. Merecemos un liderazgo que dé esperanza a nuestros hijos”.
Ohad concluye: “Quiero que haya un alto al fuego, que todos los rehenes regresen sanos y salvos, que todos los soldados regresen sanos y salvos y que Israel sea un país de paz”.
ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos por todos aquellos en Israel que han sido traumatizados por los acontecimientos del 7 de octubre de 2023 y la guerra que les siguió. Oremos para que reciban sanación y consuelo del Señor y de la comunidad que los rodea. Pidámosle al Señor que les dé esperanza en medio de la desesperación.
VERSO BÍBLICO: “Para conceder que a los que lloran en Sión se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido…”
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Publicado en diciembre 3, 2024
Fotografía por: Chenspec/wikimedia.org
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