Las unidades antiterroristas de las FDI han estado realizando incursiones selectivas en Judea y Samaria desde fines de enero de 2025 (fotografía representativa).
Esta semana, los tanques ingresaron nuevamente a la ciudad de Yenín, después de 22 años, y de hecho desde la Segunda Intifada (2000), con énfasis en la ‘Operación Escudo Defensivo’. Esta acción indica una escalada en la operación que se lleva a cabo en Judea y Samaria, durante los últimos tres años desde el comienzo de la ‘Operación Rompeolas’ (2022), puede de hecho indicar desde la perspectiva la efectividad de la doctrina de seguridad del Estado de Israel en Judea y Samaria, con énfasis en las interfaces con la Autoridad Palestina [AP].
Las maniobras en Yenín en esta última generación comenzaron incluso antes de la ‘Operación Escudo Defensivo’, una serie de operaciones denominadas ‘Cuchillo sin Filo’ que comenzaron a fines de 2021, y cuyo objetivo era dañar la infraestructura terrorista que emanaba de la ciudad con énfasis en su campo de refugiados. Posteriormente los combates en la ciudad se intensificaron y se convirtieron en uno de los más famosos de la Segunda Intifada, con énfasis en la ciudad como perpetradora de ataques en las áreas de Afula y Haifa.
Cabe recordar que de la zona de Yenín fueron evacuadas las tropas de las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] ya en 2005, con la desconexión que incluyó los asentamientos del norte de Samaria, Homesh, Ganim y Kadim, además de lo que ocurrió en la Franja de Gaza, pero con una diferencia significativa: se suponía que Yenín tendría el control total de la AP, tanto civil como de seguridad.
A diferencia de lo que ocurrió en la Franja de Gaza después de la retirada de 2005, para la Autoridad Palestina en realidad, era más conveniente tener el control de la seguridad en Yenín que en la Franja de Gaza, donde Hamás ya la tenía bajo control. Recordemos el violento golpe de Estado que tuvo lugar allí contra miembros de la Autoridad Palestina en 2007, de hecho, no hay ninguna razón en el mundo para que la Autoridad Palestina no lograra cumplir con su responsabilidad en la zona de Yenín, dada la contigüidad territorial hacia Nablus [Siquem], respecto a Ramala.
Pero lo que ha estado sucediendo en Yenín durante la última década apunta a un hecho muy claro: “la Autoridad Palestina se ha visto completamente debilitada en la lucha contra los elementos terroristas en Yenín”, lo que ha vuelto a empoderar a la ciudad y sus alrededores, como un “generador” de terrorismo, y que requiere de una acción particularmente poderosa, una vez más contra el terror que ha surgido de esta zona, y que ilustra cómo en Gaza, que cada área que las FDI evacuan se convierte en un peligroso centro de terrorismo.
Desde esta perspectiva, se puede afirmar claramente que la Autoridad Palestina no es un punto de referencia fiable, cuando se trata de luchar contra el terrorismo islamista yihadista (“lucha”, guerra contra los infieles), lo que demuestra que la visión de una “solución de dos estados” es, como mínimo, un espejismo. Esto también se puede atribuir al hecho de que el movimiento Hamás se ha vuelto muy fuerte en Judea y Samaria, y sobre todo, a la luz del creciente apoyo del público palestino a los acontecimientos del 7 de octubre de 2023. Esto indica que Fatah [el partido político nacionalista y socialdemócrata palestino] ha perdido su control, y que la zona se ha vuelto particularmente radical, por lo que es necesario preguntarse: ¿hacia dónde nos dirigimos en el contexto de la doctrina de seguridad en Judea y Samaria?
Está absolutamente claro que se requiere un cambio fundamental, en el concepto de seguridad en la zona de Judea y Samaria, pero la elección seguirá siendo entre, el control militar por parte de las FDI y el control civil continuo, por parte de la AP y como mínimo, incluyendo el contexto de operaciones repetidas en la Zona A, incluida la posibilidad de una ocupación total y un gobierno militar, o en otras palabras, Yenín es una metáfora de Gaza. En realidad, esto es el colapso de los Acuerdos de Oslo, con todo lo que ello implica, y las posibles consecuencias son: el colapso de la AP en su conjunto, con énfasis en el hecho de que la región de Judea y Samaria ya está hablando de la era post-Abás, y la falta de un pronóstico claro de lo que podría suceder.
De una forma u otra, la situación actual no es similar a la de principios de los años 2000: el número de colonos judíos en Judea y Samaria se ha duplicado, y la desintegración de los asentamientos existentes, plantea una clara amenaza a la seguridad de los asentamientos judíos de la zona, y que tiene un impacto sustancial en todo el tejido social, incluso al oeste y al norte de la Línea Verde. Por lo tanto, está absolutamente claro, que la lógica del “Escudo Defensivo”, incluida la barrera de separación que se erigió en ese momento debe dar un giro real, y que lo que fue ya no puede seguir siendo.
El coronel (en reserva) Dr. Ronen Itsik es investigador principal del Foro de Defensa y Seguridad de Israel (IDSF) y autor de “El hombre en el tanque”.
ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos por los estrategas militares y de seguridad que son responsables de garantizar la seguridad de los 500,000 residentes judíos del corazón bíblico de Israel. Oremos para que miren al Señor para entender cómo proteger a los ciudadanos israelíes, tanto en Judea y Samaria como en Israel mismo. Oremos por un fundamento bíblico que reemplace los conceptos propuestos por los ‘Acuerdos de Oslo’, que han dado lugar a focos de terrorismo como Yenín y Tulkarem.
VERSO BÍBLICO: “Que se acabe la maldad de los impíos, pero establece Tú al justo, porque el Dios justo prueba los corazones y las mentes. Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón”.
– Sal 7:9-10 NBLA
Publicado en marzo 4, 2025
Fotografía por: IDF Spokesperson's Unit/wikimedia.org
Fotografía con licencia: Wikimedia
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