La visita de Netanyahu a Washington pone de relieve la principal preocupación de Israel: las conversaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán, que eclipsan el problema inmediato de los aranceles comerciales (ilustrativo).
Mi madre, terapeuta familiar con amplia experiencia, solía decir: «El problema presente no es el problema». En otras palabras, el problema que parece más acuciante, a menudo actúa como camuflaje para un problema mucho más profundo y amenazante.
En la cumbre organizada rápidamente entre el presidente Trump y el primer ministro Netanyahu, el problema presente, fueron los aranceles comerciales que Estados Unidos imponía a Israel. Se trataba, sin duda, de un problema grave, que representaba una pérdida de más de dos mil millones de dólares para Israel, en un momento en el que menos podemos permitírnoslo. Aun así, los aranceles no fueron la razón principal por la que Netanyahu se apresuró a ir a Washington. El problema es Irán.
En la conferencia de prensa conjunta de ayer en la Oficina Oval, el presidente Trump hizo el breve pero sorprendente anuncio: “Estamos manteniendo conversaciones directas con Irán”. Anteriormente, el presidente no había ocultado su deseo de negociar con Irán. De hecho, apenas regresó a la Casa Blanca en enero, escribió al líder supremo iraní, Jomeini, invitándolo a reanudar las conversaciones.
Pero ahora, de repente, Trump ha revelado que las conversaciones están en marcha e incluirán, este sábado lo que él denominó; “una reunión muy importante”. Aún más impactante, sin embargo, fue la revelación de que Estados Unidos e Irán, están llevando a cabo estas negociaciones directamente.
Eso es algo que ni siquiera el presidente Joe Biden, aunque comprometido con la reactivación del acuerdo nuclear de 2015, se atrevió a hacer. Los negociadores de Biden no se sentaron en la misma sala con los iraníes, ni intercambiaron mensajes entre ellos a través de intermediarios.
Si bien Israel seguramente conocía estas conversaciones directas y Netanyahu, en sus declaraciones desde la Oficina Oval, no las objetó; la perspectiva de otro acuerdo nuclear es motivo de seria preocupación en Jerusalén. La primera pregunta es: ¿cuánto durarán las negociaciones?
La segunda pregunta es: ¿cuál es el objetivo de las negociaciones? ¿Será lograr un acuerdo apenas mejor que el de 2015 y, una vez más, retrasar solo el programa nuclear de Irán por un período limitado? Finalmente, ¿cuál será la postura de Estados Unidos si las negociaciones fracasan?
Todas estas preguntas son cruciales para la seguridad de Israel. Los iraníes son negociadores de talla mundial y sin duda intentarán prolongarlas lo suficiente como para que Rusia pueda reconstruir y mejorar las defensas aéreas destruidas por la Fuerza Aérea israelí.
Podrían acordar términos ligeramente mejores que los del acuerdo de 2015, pero, una vez más, conservar intactas sus instalaciones nucleares y centrifugadoras. A su vez, exigirán el levantamiento de las severas sanciones que Trump ha re-impuesto a Irán y la eliminación de la opción militar creíble que ha vuelto a poner sobre la mesa. Entre la resolución del problema actual de los aranceles, Israel debe esforzarse por obtener respuestas sobre el verdadero problema de la reanudación de las conversaciones, entre Estados Unidos e Irán. Debemos, en la medida de lo posible, obtener garantías sobre la duración de las conversaciones y sus objetivos finales. Sobre todo, debemos dejar claro, que el único acuerdo verdaderamente aceptable para Israel es aquel que desmantele, en lugar de simplemente congelar; las instalaciones nucleares de Irán.
Solo un acuerdo de este tipo puede preservar los intereses vitales de seguridad de Israel, y maximizar las oportunidades creadas por sus victorias militares en la región. Debemos enfatizar, que dicho acuerdo debe servir no solo a los intereses de Israel y Oriente Medio, sino también a los de los propios Estados Unidos.
Publicado en abril 11, 2025
Fotografía por: The White House from Washington, DC/Wikimedia.org
Fotografía con licencia: Wikimedia
Todos los logotipos y marcas registradas en este sitio pertenecen a sus respectivos propietarios. Todos los demás materiales son propiedad de Puentes por la Paz. Copyright © 2025.
Website Site Design by J-Town Internet Services Ltd. - Based in Jerusalem and Serving the World.