Rut la moabita llegó a la tierra de Israel con su suegra Noemí durante tiempos del cultivo de la cebada. Yo siempre he amado esa historia bíblica, donde se evidencia la gran provisión de Dios para ambas mujeres desprovistas y sin esperanza.
En la actualidad, muchos inmigrantes llegan como Rut y Noemí, sin pertenencias, con pocos contactos y escasos recursos. Sus esperanzas son muy frágiles y no tienen idea de cómo van a mejorar su situación. Están llenos de incertidumbre y tienen muchas preguntas. ¿Cómo vivirán? ¿Qué comerán? ¿Cómo sobrevivirán mientras aprenden el hebreo? ¿Encontrarán un empleo? ¿Los niños se adaptarán? Los retos que enfrentan son gigantescos a medida que descubren cuán difícil es llegar a una nueva tierra.
Dios tenía un plan para Rut. Llegó a ser la bisabuela del Rey David, y eventualmente ancestra de Jesús (Yeshúa). Dios también tiene un plan para cada nuevo inmigrante que toma pasos inciertos de fe para regresar a su hogar en Israel.
Así como Dios envió a Booz para ayudar a Rut y Noemí, Dios ha enviado a Puentes para la Paz y nuestro equipo de voluntarios cristianos para asistir a los muchos inmigrantes que aún llegan hoy día. Diariamente los conocemos, escuchamos sus historias, respondemos a sus preguntas y conocemos sus necesidades. Quizás algunos de ellos llegarán a ser los futuros líderes de Israel. Quiero compartir con usted algunas de sus historias.
La familia Teyberman tenía una buena vida en Ucrania. Igor era jefe de los mecánicos en una fábrica de cerámicas y Olga trabajaba para la Cámara de Comercio. En febrero de 2017, su único hijo Denis resbaló en el hielo y se lastimó la espalda. Le hicieron una cirugía en Ucrania, pero eso sólo empeoró la situación. El 30 de marzo, llegaron a Jerusalén e inmediatamente llevaron a Denis al Hospital Hadassah. Allí, médicos expertos le diagnosticaron con cáncer, y comenzaron a darle tratamiento. Todo iba bien hasta enero de 2018, cuando Denis dejó de responder a su tratamiento.
Cuando Igor llegó a nuestra oficina en marzo para solicitar ayuda, los médicos le habían informado que ya no quedaba nada por hacer. Igor estaba en lágrimas, como también nosotros. Dijo: “Los médicos no son dioses.” Terminamos la entrevista sin preguntarle sobre sus esperanzas y sueños para el futuro. Sólo pudimos orar.
La familia Teyberman estaba citada para comenzar a recoger su alimento mensual durante la segunda semana de abril. Esperamos por ellos toda la semana, pero nunca llegaron. El lunes siguiente, Olga nos llamó. Denis había muerto el 1 de abril, y habían terminado de atravesar sus siete días de shiva, o luto.
No teníamos palabras apropiadas, pero les hicimos saber que siempre estaríamos allí para ellos. Igor y Olga continuarán recibiendo nuestro alimento cada mes, ministraremos a sus necesidades prácticas con comida y boletos de autobús, les contestaremos sus preguntas y les ayudaremos a manejar la burocracia de su nuevo hogar. Consolaremos a los que lloran con abrazos, lágrimas y oídos listos a escuchar.
Una parte de nuestro Programa de Adopción está destinada a ayudar a estudiantes universitarios inmigrantes. Frecuentemente, tienen becas para pagar sus estudios pero necesitan alimento y boletos de autobús. En este momento, tenemos a 52 estudiantes en nuestro programa de universitarios. Yosef es uno de ellos, y nos escribió lo siguiente:
“Mi nombre es Yosef Goldstein. Hice aliyá (inmigración a Israel) cuando tenía 21 años de edad, y cumplí el sueño de mi vida cuando serví en el ejército israelí. Sin su generosidad y disposición por ayudarme luego de mi servicio, y a otros como a mí, no creo que hubiese alcanzado mi segundo sueño y meta, que era el de vivir en Israel y estudiar.
“Todavía estoy tratando de comprender su bondad hacia un perfecto extraño con brazos abiertos para ayudarme a ponerme en pie y darme el apoyo como el de una familia que no tengo aquí. Se siente como una bendición de Dios y nunca los olvidaré. Para poder llegar a mi casa luego de estudiar todo el día y trabajar toda la noche, el tener alimento esperándome en la nevera pone una sonrisa en mi rostro cada día y me calienta el corazón.
“Muchas gracias desde lo más profundo del corazón. Me gustaría desearles salud, felicidad y todo lo que pidan para sí mismos; y sobre todo, que haya paz en el mundo.”
Continuaremos alcanzando a los nuevos inmigrantes, ayudándoles con alimento, boletos de autobús y ánimo mientras se esfuerzan por ponerse en pie, estudiar hebreo y esperan encontrar un empleo para sostener a sus familias. Algunos, como Igor y Olga, necesitan consuelo y oración. Algunos, como Yosef, necesitan ayuda por unos cuantos años hasta que puedan completar su educación. Pero necesitamos más auspiciadores, cristianos amorosos como usted que se comprometan a dar una mensualidad de $65 durante un año completo. Por favor, ayúdenos a alcanzar a más inmigrantes mientras Dios los trae de regreso a su hogar.
Luego de que usted haga este compromiso, le enviaremos la biografía de la persona a quien apoya, además de su foto, para recordarle que necesitan sus oraciones junto con su ayuda práctica. Si usted no puede hacer el compromiso de un año, por favor considere hacer un donativo generoso especial hacia nuestro Fondo para Nuevos Inmigrantes de modo que podamos suplir ciertas necesidades especiales cuando surjan en las vidas de nuestras familias inmigrantes.
Dios tiene un plan para usted y para los que usted ayudará, mientras ellos responden al llamado divino de regresar a su hogar en Israel.
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional
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