Más de un año después del ataque liderado por Hamás contra Israel, el 7 de octubre de 2023, la Autoridad Palestina [AP] sigue considerando al movimiento islamista respaldado por Irán, como un socio legítimo.
La semana pasada, representantes de la facción gobernante de la AP, Fatah (encabezada por el presidente de la AP, Mahmud Abbas) y Hamás, mantuvieron conversaciones en la capital egipcia de El Cairo para discutir el establecimiento de una administración conjunta para gobernar la Franja de Gaza. Una fuente egipcia confirmó que las conversaciones entre Fatah y Hamás tienen como objetivo crear un comité para gestionar los asuntos de la Franja de Gaza, además de proseguir los esfuerzos para alcanzar un alto al fuego allí.
Otra fuente de seguridad egipcia dijo que las conversaciones “tienen como objetivo unificar las filas palestinas y aliviar el sufrimiento del pueblo palestino”. Según la fuente, los negociadores de Fatah y Hamás “mostraron más flexibilidad y positividad hacia el establecimiento de un comité, para gestionar los asuntos de la Franja de Gaza”.
Tayseer Nasrallah, un alto funcionario de Fatah que participó en las conversaciones con Hamás, expresó su “optimismo” de que conducirían a la formación de un comité para la reconstrucción de Gaza. Las conversaciones, dijo, “tienen como objetivo unificar las visiones sobre la reconstrucción de la Franja de Gaza” tras la guerra que estalló después del ataque del 7 de octubre, que resultó en el asesinato de 1,200 israelíes y miles de heridos. Durante el ataque, muchos israelíes fueron decapitados, violados, torturados y quemados vivos. Además, más de 240 personas fueron secuestradas y llevadas a la Franja de Gaza, donde 101 permanecen en cautiverio; sea vivos o muertos.
Por su parte, Hamás dijo: “Hemos celebrado una reunión con nuestros hermanos de la facción Fatah, y el ambiente de la reunión fue positivo y franco”. El grupo terrorista añadió que las dos partes habían discutido “la formación de un organismo para hacer un seguimiento de los asuntos y necesidades de la Franja de Gaza” y señaló que las reuniones con Fatah continuarán.
El mes pasado, representantes de Fatah y Hamás mantuvieron conversaciones similares en El Cairo, para discutir las formas de poner fin a la rivalidad entre los dos partidos, y establecer un gobierno de unidad palestino. El alto funcionario de Hamás Taher a-Nunu dijo que el propósito de las conversaciones era “lograr la unidad nacional palestina y fortalecer la seguridad y la coordinación política entre las dos partes”. Funcionarios anónimos de Fatah fueron citados, diciendo que su facción había acordado la formación de un comité conjunto para gestionar los asuntos de la Franja de Gaza.
Al negociar con Hamás sobre el futuro de la Franja de Gaza, Abbas está legitimando al grupo terrorista respaldado por Irán, y enviando un mensaje a los palestinos y al resto del mundo, de que no ve ningún problema en tratar con asesinos y terroristas que cometieron los crímenes más horrendos contra los judíos, desde el Holocausto. Como hemos visto más recientemente en el Partido Comunista Chino (negociando con terroristas), Irán y Afganistán, simplemente no funciona.
Abbas en cambio, debería condenar a Hamás y distanciarse del grupo terrorista en lugar de enviar a sus funcionarios, a abrazar y besar a sus representantes en El Cairo. Debería responsabilizar plenamente a Hamás, de la destrucción de la Franja de Gaza como resultado de la guerra que inició.
Además, Abbas debería instar a Hamás a renunciar al control sobre la Franja de Gaza, en lugar de rogarle que acepte la formación de un comité conjunto Fatah–Hamás para gestionar los asuntos del enclave costero.
No se debe permitir que Hamas desempeñe ningún papel en la Franja de Gaza después de la guerra. Esto permitiría al grupo terrorista rearmarse, reagruparse y prepararse para otro ataque al estilo del 7 de octubre contra Israel.
Desde que Hamas tomó el control de la Franja de Gaza en 2007, miles de palestinos han muerto en guerras que inició con Israel. Con la ayuda de Europa, Catar e Irán, Hamas transformó la Franja de Gaza, donde viven dos millones de palestinos, en una de las mayores bases del terrorismo islamista en Medio Oriente. Los tres países invirtieron cientos de millones de dólares en construir una vasta red de túneles, y en fabricar y contrabandear armas, incluidos cohetes y misiles. La suposición de que Hamas renunciaría voluntariamente a su control de la Franja de Gaza, debido a cualquier acuerdo de unidad con Abbas, es sencillamente ridícula.
Los esfuerzos de Abbas por llegar a un acuerdo con Hamas sólo envalentonarán y reconstituirán al grupo terrorista y lo incentivarán a continuar su yihad [“lucha”, guerra contra los no creyentes (en el Islam)] contra Israel. Estos esfuerzos envían un mensaje a Hamás, de que, a pesar de los crímenes que cometió contra los israelíes el 7 de octubre y la nakba [catástrofe] que provocó contra los palestinos de la Franja de Gaza, todavía puede desempeñar un papel clave en Gaza, después de la guerra. Desde 2007, Hamás ha demostrado que no le importa el bienestar de los palestinos, que viven bajo su gobierno. Lo único que le importa es permanecer en el poder y continuar la lucha contra Israel, para satisfacer a sus patrones en Irán.
La administración Biden decidió hacer la vista gorda ante los esfuerzos de Abbas por legitimar a Hamás. Estados Unidos le ofreció un salvavidas. Un grupo terrorista comprometido con la eliminación de Israel, no debería tener ningún papel en ningún gobierno palestino, ni en Cisjordania [Judea y Samaria] y, ciertamente, no en la Franja de Gaza. Un grupo así debería ser completamente destruido militar y políticamente, y no se lo debería invitar a unirse a ningún gobierno palestino.
Desde el comienzo de la guerra, Israel ha destruido la mayor parte de las capacidades militares de Hamás y ha matado a muchos de sus principales líderes, incluido el architerrorista Yahya Sinwar, el cerebro de las atrocidades del 7 de octubre. Estados Unidos y el resto del mundo deberían alentar a Israel a que continúe sus esfuerzos para erradicar a Hamás. También deberían instar a Abbas y a la dirigencia de la Autoridad Palestina, a que corten de inmediato todo contacto con el grupo terrorista. No hay alternativa a una victoria total sobre Hamás y los demás agentes terroristas de Irán; y en última instancia, sobre el tóxico régimen islamista de Irán.
Mientras el régimen de Irán siga en el poder, torturando tanto a su propio pueblo como a otros, tan lejanos como Argentina, lamentablemente no habrá paz. Esa es la única manera de asegurar un futuro verdaderamente pacífico, no sólo para los israelíes sino para los palestinos y el mundo libre.
ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos para que Hamás y, en última instancia, Irán, rindan cuentas de sus acciones y se les retire todo poder para llevar a cabo sus planes de aniquilación del pueblo judío. Oremos para que surjan voces claras entre los líderes del mundo que pidan con valentía la derrota completa de todos los grupos terroristas.
VERSO BÍBLICO: “Considera y respóndeme, oh Señor, Dios mío; ilumina mis ojos, no sea que duerma el sueño de la muerte; no sea que mi enemigo diga: «Lo he vencido»; y mis adversarios se regocijen cuando yo sea sacudido. Pero yo en Tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en Tu salvación”.
Sal 13:3-5 NBLA
Publicado en noviembre 12, 2024
Fotografía por: Alexander Zemlianichenko/POOL/AFP via Getty Images/jns.org
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