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¿Acaso los Asentamientos de Israel son Ilegales?

febrero 23, 2016

Comunidad de Har Homa

El documento anti-israelí de «Kairos Palestina,» un manifiesto publicado en Belén en 2009, ha sido difundido globalmente y existe en 22 distintos idiomas. Alega que hablan por parte de todos los «cristianos palestinos,» y ha adquirido el respaldo de muchas de las iglesias protestantes tradicionales. También ha logrado distinción entre muchos jóvenes evangélicos en el Occidente, especialmente en Europa.

Su premisa teológica es que «la ocupación israelí de tierra palestina es un pecado contra Dios,» y alega que los asentamientos judíos son ilegales. Tales «cristianos palestinos» establecen que las comunidades judías «marchitan nuestra tierra en nombre de Dios y en nombre de la potencia,… [y] constituyen un obstáculo para cualquier solución política.» Por lo tanto, su sitio oficial de Internet está repleto de alegaciones de que los asentamientos son «ilegales.»

¿Pero es verdad que las comunidades judías en la Margen Occidental son ilegales ante la ley internacional?

De hecho, según establece Israel, las comunidades judías están en completo cumplimiento de todo tratado y acuerdo internacional, y su título de propiedad fue dado por el Imperio Otomano. Los argumentos, publicados por el Ministerio de Asuntos Extranjeros de Israel en noviembre de 2015, se basan en tres afirmaciones:

1. Los asentamientos, o las comunidades judías en Judea y Samaria, son un fenómeno existente desde hace miles de años. No tienen nada de nuevo. El Ministerio del Exterior israelí declara: «De entre esos más de mil años, la única administración que prohibió el asentamiento judío en dichas áreas fue la administración de la ocupación [ilegal] jordana, la que durante los 19 años de su control (1948-1967) declaró que la venta de tierra a judíos era una ofensa capital. El derecho judío para establecer hogares en dichas áreas, y los títulos legales de propiedad a la tierra adquirida, nunca fue validado por la ocupación jordana, la que resultó de una invasión armada ilegal contra Israel en 1948. Pero la legitimidad [de dicha ocupación jordana] no fue reconocida internacionalmente, por lo que los derechos y títulos judíos permanecen válidos hasta el día de hoy.»

2. Las comunidades judías son protegidas bajo el Artículo 49(6) del Cuarto Convenio de Ginebra. Aunque es cuestionable la jurisdicción de ese Artículo respecto a la tierra donde no existía previo gobierno soberano, nunca prohibió «el retorno voluntario de individuos a las ciudades y los poblados desde donde ellos, o sus ancestros, habían sido echados por la fuerza.» Tampoco prohibió el asentamiento de individuos en tierras que carecieran de un gobierno legítimamente soberano y que no pertenecieran a propietarios privados.

3. Bajo los acuerdos bilaterales aún vigentes, específicamente el Acuerdo Interino Israelí-Palestino de 1995, la Autoridad Palestina explícitamente aceptó que «no tiene jurisdicción o control sobre los asentamientos ni sobre los israelíes, y que los asentamientos están sujetos a jurisdicción exclusivamente israelí esperando la conclusión de un acuerdo de estatus permanente.» Eso significa que ninguno de los lados puede arbitrariamente alterar el estatus de los territorios en la «Margen Occidental» por anexión o por nacionalidad, y ninguna de las partes está prohibida de establecer comunidades allí. Si así fuera, a los palestinos también se les prohibiría desarrollar comunidades.

De hecho, la Autoridad Palestina es quien procura violar los acuerdos vigentes, pidiendo que las Naciones Unidas proclame la nacionalidad palestina aparte de negociaciones con Israel.

Así, las comunidades judías en Judea y Samaria no sólo están justificadas por la historia y por la Biblia, sino que también son completamente legales bajo las actuales leyes internacionales, los títulos de propiedad y los tratados.

Por lo tanto, cuando los defensores de Israel escuchan a quienes refuten la legalidad de los «asentamientos judíos,» podemos pararnos firmemente y decir: «Son completamente legales, y estas son las razones…»

MOTIVO DE ORACIÓN: Ore para que las naciones, desde los oficiales más altos hasta los más pequeños por la calle, puedan comprender que las comunidades judías están construidas sobre Tierra que Dios le dio a Abraham como posesión eterna. Ore, también, para que Israel no regale su herencia.

VERSO BÍBLICO: «Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, Tus siervos, a quienes juraste por Ti mismo, y les dijiste: ‘Yo multiplicaré la descendencia de ustedes como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de la cual he hablado, daré a sus descendientes, y ellos la heredarán para siempre'» (Éxodo 32:13).

 

(Traducido por Teri S. Riddering,
Coordinadora Centro de Recursos Hispanos)

Publicado en febrero 23, 2016

Fotografía por: Avishai ka/wikipedia.org

Fuente: Porciones de un artículo por Brian Schrauger, Bridges for Peace