A medida que salían por la puerta del avión en el aeropuerto de Ben-Gurión, exhaustos pero rebosando de entusiasmo, este más reciente grupo de 82 inmigrantes Bnei Menashe del noreste de India en llegar a Israel desfiló hacia el control de pasaportes y prorrumpió en canto. Invocando un verso en el Libro de Jeremías, los nuevos allegados aunaron cada onza de su remanente fuerza y procedieron a recitar la antigua promesa hebrea: “Y los hijos regresarán a sus fronteras.”
Claro está, esas palabras vibran de significado para estos descendientes de una tribu perdida de Israel, cuyos ancestros fueron exiliados sobre 2,700 años atrás por el imperio asirio. Por fin se cumplía el sueño de generaciones en reunirse con su pueblo judío.
Más de 3,000 Bnei Menashe han hecho aliyá, gracias en gran parte a Shavei Israel, la organización que fundé y aún presido [Michael Freund]. Otros 7,000 todavía permanecen en India, todos los cuales desearían llegar. Mis pensamientos se unen a esos incontables judíos a través de los siglos que añoraban volver a Sion y soñaban con Jerusalén, pero no merecieron poner sus pies en su suelo.
Maltratados y golpeados, desterrados y brutalizados, ellos siempre se aferraban al aparentemente imposible sueño de que el exilio del pueblo judío algún día llegaría a su fin. Cómo lo lograron, fuese en la lejanía bajo los zares de la Rusia o bajo la espada del islam, es uno de los dramas más grandes de fe y fortaleza en la historia de la humanidad, uno tan inspirador que desafía explicación racional.
Por esa razón estoy más convencido que nunca que el hacer aliyá hoy día es un verdadero acto de fe, siendo una afirmación de que uno cree en el significado de la historia judía y la inevitabilidad del destino judío.
Mi deseo es que la llegada de los Bnei Menashe a Israel, junto con los crecientes números de inmigrantes franceses, rusos, brasileños y demás, inspire a otros judíos que viven en el exterior para que aprovechen la oportunidad que le es brindada a nuestra generación y decidan regresar, así como lo hubiesen deseado nuestros antepasados.
MOTIVO DE ORACIÓN: Dele gracias a Dios por los judíos que han decidido, en fe, regresar a Israel a pesar de las amenazas que existen a diario en la nación judía. Ore para que el gozo de su retorno a la tierra les ayude a enfrentar los retos de hacer aliyá. Dele gracias a Dios por cada uno de los que han contribuido financieramente hacia este proyecto y quienes han participado en su retorno.
VERSO BÍBLICO: “Levanta tus ojos en derredor y mira: todos se reúnen, vienen a ti. Tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces lo verás y resplandecerás, y se estremecerá y se regocijará tu corazón…” (Isaías 60:4-5a).
Publicado en noviembre 27, 2017
Fotografía por: Michael Freund/Shavei Israel
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