¿Amigo o enemigo?

agosto 13, 2024

by: Cheryl Hauer, Escritora en Puentes para la Paz

Nuestro mundo se está haciendo cada vez más pequeño y, como resultado, la necesidad de contar con unos cuantos vecinos amigos y algunos socios comerciales confiables, se vuelve cada vez más importante. La sociedad global de hoy sólo puede existir porque los gobiernos están aprendiendo el arte de la interdependencia social, económica y política. Sin embargo, la comunidad internacional sigue fragmentada, con más de 110 conflictos armados (45 sólo en Medio Oriente y África), mientras que las vías diplomáticas y militares para su resolución siguen en constante tensión. Nadie lo sabe mejor que Israel.

Una búsqueda constante de paz

Las FDI establecen un hospital de campaña en Turquía tras el devastador terremoto en 2023.

En el plan de partición de la ONU de 1947, sólo 13 naciones votaron en contra de concederle a Israel la condición de Estado, mientras que 33 votaron a favor y 10 se abstuvieron. Fácilmente se podría haber pensado que el cambio estaba en el aire, que el antisemitismo estaba en vías de desaparecer y que la saga del “judío errante” había terminado. Pero uno se habría equivocado.

La violencia árabe estalló casi inmediatamente y, cuando Israel declaró su independencia en 1948, cinco vecinos “no muy amistosos” atacaron con toda su fuerza. En su mayoría, los “amigos” de Israel no estaban a la vista mientras luchaba por su supervivencia. Las naciones amigas que habían votado a favor de la independencia de Israel seis meses antes, ahora iniciaron un embargo de armas paralizante. Aunque Israel ganó la guerra, fue una victoria costosa en la que murieron más de 6,000 judíos.

Desde entonces, Israel ha buscado constantemente la paz, pero no ha contado con muchos aliados. El estado judío ha participado en seis guerras con sus “no muy amistosos” vecinos desde la Guerra de Independencia de 1948. Y mientras que ninguna de ellas fue una guerra de agresión, Israel sufrió el peso de la condena y censura internacionales, mientras que sus “amigos” permanecieron en silencio, en el mejor de los casos, o incluso se sumaron al coro de críticas.

Además, Israel se ha visto obligado a llevar a cabo varias operaciones militares en respuesta a las incursiones terroristas y a los miles de misiles lanzados desde la Franja de Gaza. En los últimos 30 años, Hamás y otras organizaciones terroristas han asesinado a casi 5,000 israelíes. Se han producido ataques terroristas contra israelíes en 69 de los 76 años de existencia de Israel. Eso significa que cualquier israelí de 75 años de edad sólo ha conocido seis años sin terrorismo, y los israelíes nacidos después de 1968 nunca han experimentado un año de paz. Pero, mientras Israel enfrenta una batalla perpetua por su supervivencia y seguridad, sus “amigos” a menudo responden con denuncias en lugar de solidaridad.

El dilema de la amistad de Israel

Israel, que ha tenido que hacer frente al aislamiento global, la presión internacional y el antisemitismo en todos los niveles, ha mantenido su compromiso de buscar relaciones diplomáticas siempre que ha sido posible. Por ejemplo, bajo el liderazgo de Golda Meir, Israel lanzó una iniciativa para construir relaciones con los gobiernos africanos emergentes. En 1973, 31 estados africanos albergaban embajadas y embajadores israelíes. Sin embargo, la guerra de Yom Kippur cambió todo eso. Bajo la presión de Irán y los extremistas islámicos, muchas de esas naciones demostraron ser amigos “solo en las buenas”. La guerra terminó el 27 de octubre y, en noviembre, las embajadas israelíes permanecían en sólo cinco estados africanos. Ahora, más de 50 años después, Israel tiene vínculos con 42 estados africanos, pero sólo 10 tienen embajadas israelíes.

Así ha sucedido en repetidas ocasiones, ya que las naciones que dicen ser “amigas de Israel” simplemente no están allí cuando las cosas se ponen difíciles. Hoy, el estado judío tiene vínculos diplomáticos con 165 de los 192 estados de la ONU. Veintiocho estados miembros de la ONU se niegan a reconocer a Israel como un estado legítimo, y muy pocos de los restantes están dispuestos a tomar una posición a favor de Israel frente al flagrante antisemitismo de la ONU. Cuatro de los llamados “amigos de Israel” —Irlanda, Noruega, España y Eslovenia— han votado a favor de reconocer un estado palestino, afirmando que sus acciones son las de “amigos” de Israel. Y recientemente, los líderes políticos de Estados Unidos —supuestamente el fiel amigo y aliado de Israel— pidieron la renuncia del Primer Ministro Benjamín Netanyahu y exigieron elecciones israelíes.

Tal vez el peor ejemplo del “dilema de la amistad” de Israel se hizo evidente tras la masacre del 7 de octubre. Inicialmente, 84 países declararon abiertamente su apoyo a Israel, afirmando su derecho a la legítima defensa y la necesidad de tomar las medidas necesarias para desmantelar a Hamás. Entre ellos se encontraban Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Francia, Noruega, Austria, Alemania, India, Canadá, Polonia, España y la UE como entidad colectiva. Sin embargo, en pocas semanas, los medios de comunicación se llenaron de informes sobre manifestaciones antiisraelíes y pro-Hamás en todo el mundo, con cientos de miles de manifestantes que llevaban carteles que pedían la muerte de los judíos y repeticiones de la masacre del 7 de octubre.

Una encuesta reciente publicada en la revista Time reveló que de los casi 50 países encuestados, sólo uno —Estados Unidos— todavía tenía opiniones netamente positivas sobre Israel. Otros once países retiraron a sus embajadores en Israel o cortaron relaciones por completo.

Amistad verdadera

Sin embargo, a pesar de todo, Israel sigue comprometido a hacer del mundo un lugar mejor. A medida que los israelíes han ido ascendiendo a la vanguardia de la innovación en campos como la agricultura, la tecnología, la ciencia, la seguridad y la medicina, millones de personas en todo el mundo se han beneficiado de ello. Y cuando ocurre un desastre en cualquier parte del mundo, Israel suele ser el primero en ofrecer voluntariamente suministros, personal de primera respuesta, equipos médicos y hospitales de campaña, utilizando su experiencia para ayudar a su prójimo.

En el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, un documento denominado ‘Principios básicos de política exterior del Estado de Israel’ contiene lo siguiente:

Y forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

Israel seguirá demostrando sus intenciones pacíficas y explicando las claras ventajas que para todos los pueblos de la zona, representa la coexistencia pacífica, sin agresión ni subversión, sin expansión territorial ni intervención en la libertad o en los regímenes internos de los Estados de la zona. El gobierno de Israel persistirá en manifestar su deseo de lograr una cooperación productiva con todos los Estados del Medio Oriente en beneficio del bienestar económico y social de todos los pueblos de la zona.

En otras palabras, la política exterior de Israel se basa en la Biblia, y ha demostrado a un mundo en gran medida hostil lo que significa realmente ser amigo. Al mismo tiempo, la historia ha demostrado ser una maestra inflexible e Israel ha aprendido algunas lecciones valiosas. Tal vez el escritor australiano Josh Feldman lo resume de major manera: “Los israelíes han aprendido a creer en las amenazas de sus enemigos y a no confiar en las promesas de sus amigos”.

 

Artículo («Friend…or Foe?») del Dispatch from Jerusalem (Despacho desde Jerusalén) de agosto 2024
Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz 

 

Publicado en agosto 13, 2024

Fotografía por: IDF Spokesperson's Unit/wikimedia.org

Fotografía con licencia: Wikimedia