La profundidad de la derrota de Irán a manos de expertos en defensa antimisiles y pilotos de combate, el sábado por la noche, es incluso más profunda que un simple intento fallido de venganza. Sin embargo, si bien el éxito de Israel y sus aliados al rechazar el ataque de Irán fue impresionante, ese esfuerzo ofrece más que simples lecciones: también contiene advertencias.
El fracaso de Irán
La República Islámica pretendía que la noche del sábado fuera miserable para los israelíes. En cambio, fueron los iraníes quienes deberían haber sido sacudidos después.
Operacionalmente, el ataque masivo con aviones no tripulados y misiles de Irán fue un fracaso. Según la página de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) en X (anteriormente Twitter), Israel y sus aliados lograron interceptar aproximadamente el 99% de los más de 300 proyectiles de Irán. Una publicación separada decía que sólo se registró una “pequeña cantidad de impactos”, incluidos “daños menores” causados a una base de las Fuerzas de Defensa de Israel. Incluso si Irán no quisiera iniciar una nueva guerra con Israel y sólo infligir un daño limitado, esto fue una derrota masiva.
Y sin embargo, por muy malo que fuera para Irán desde el punto de vista operativo, fue incluso peor desde el punto de vista estratégico. Porque si bien, los resultados de una base de las FDI apenas dañada parecieran indicar que Irán no estaba tratando de escalar; el ataque en sí envió el mensaje opuesto. Una combinación de más de 300 drones, misiles de crucero y misiles balísticos fue histórica. Como señaló el Instituto para el Estudio de la Guerra [ISW] en un informe en su sitio web, lo más probable es que el ataque iraní buscara causar el mayor daño posible, sin presionar a Israel para que hiciera algo significativo en respuesta.
El informe de ISW señaló que las tácticas utilizadas fueron similares a aquellas con las que Rusia atacó a Ucrania, e Irán lo llevó incluso más lejos que Moscú. Para poner el ataque de Irán en contexto, el ISW comparó el número de proyectiles disparados por Irán, con 12 salvas disparadas en un solo día por Rusia contra Ucrania, en un gráfico diseñado en conjunto con el `Proyecto de Amenazas Críticas del American Enterprise Institute´. El ataque de Irán contra Israel duplicó con creces el mayor ataque ruso en una guerra abierta invadiendo Ucrania.
En resumen, Irán no logró vengarse, de alguna manera logró exagerar su posición y ahora se enfrenta a la realidad, de que su mayor amenaza para Israel (drones y misiles) ha sido disuadida.
La casi victoria de Israel
Para Israel, todo lo que salió mal para Irán podría contarse al revés para celebrar el éxito de Israel. El bombardeo de Irán no sólo no causó daños importantes, la página X de las FDI también informó que ninguno de los UAV [vehículos aéreos no tripulados] o misiles de crucero llegó siquiera al espacio aéreo israelí.
Para hacer la victoria aún más dramática, el portavoz de las FDI, Daniel Hagari, informó que Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y “otros socios de la región” participaron en la defensa. Los informes noticiosos han indicado que Jordania y potencialmente incluso Arabia Saudita se unieron a Israel, para interceptar los misiles de Irán. El hecho de que ese apoyo se haya producido en un momento en el que Israel se encuentra en medio de una guerra con los terroristas palestinos, subraya hasta qué punto esas naciones se oponen a Irán. Incluso si se trata de que, el enemigo de mi enemigo es mi amigo, el sábado por la noche demostró que Israel todavía tiene amigos… con armas.
Sin embargo, si bien la noche del sábado fue un éxito desde la perspectiva de Israel, lo que suceda a continuación determinará si Israel realmente logra una victoria o si, en cambio, se enseñan lecciones preocupantes. Y ahí es donde los aliados de Israel no han sido tan útiles.
El error de Occidente
Después de la histórica noche de autodefensa de Israel, el presidente estadounidense, Joe Biden, habló con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El mensaje no fue «mira qué débil parece Irán, ahora es el momento de ganar». En lugar de eso, supuestamente se trataba de “sentarse y no hacer nada”.
Según Axios, el presidente Biden le dijo a Netanyahu que Estados Unidos no apoyaría ningún contraataque israelí. Desde entonces, los comentarios de los estadounidenses han tratado de dar marcha atrás y, en cambio, indican que Estados Unidos se abstuvo de recomendar un “no” a los israelíes, sino que no participarán en una respuesta del Estado judío. Otras naciones occidentales ni siquiera han entrado en ese punto.
El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, resumió una llamada con Netanyahu explica la publicación en su página en X el martes, en la que señaló que “una mayor escalada significativa, sólo profundizará la inestabilidad en la región. Este es un momento para que prevalezca la calma”. Su homólogo en Francia, el presidente Emmanuel Macron, publicó en X el domingo: “Francia está trabajando para reducir la tensión con sus socios y pide moderación”. Y esos fueron los comentarios públicos de las naciones que participaron en la defensa de Israel.
Si bien, Occidente tiene razones filosóficas y económicas para querer que Israel se contenga y reduzca la escalada, también puede estar aprendiendo la lección equivocada de un evento similar ocurrido hace años, durante la Administración Trump. Al igual que el conflicto actual entre Irán e Israel, aquel evento del 2020, que implicó el asesinato selectivo del general iraní: Qasem Soleimani. El evento era extremadamente peligroso, cuando el jefe del grupo terrorista internacional iraní fue eliminado por los Estados Unidos. Irán respondió con un ataque a los activos militares estadounidenses en Irak. Ningún estadounidense murió en ese ataque y las partes decidieron dejar que ese fuera el final.
Sin embargo, esto no es lo mismo. Primero, Estados Unidos atacó abiertamente a Soleimani. El presunto asesinato israelí del general iraní Mohammad Reza Zahedi se realizó de forma encubierta e Israel no se atribuyó el mérito. En segundo lugar, si bien Estados Unidos tenía quejas de larga data con Soleimani y decía que planteaba nuevas amenazas, ese asesinato fue más un acto de agresión, incluso si estaba justificado. Para Israel, Zahedi estuvo directamente involucrado en la planificación de la masacre terrorista del 7 de octubre contra Israel, según un informe del Instituto de Investigación de Medios de Oriente Medio [MEMRI], traducido de un anuncio iraní. Eso hace que el ataque de Israel sea un acto de autodefensa, no un acto de guerra.
Por último, la escala de las represalias de Irán contra Estados Unidos fue pequeña en comparación, alrededor de una o dos docenas de misiles, según la fuente. El ataque de Irán contra Israel fue más de 20 veces mayor.
Occidente puede pensar que Israel debería hacerse a un lado como Estados Unidos y “llevar la victoria”, como supuestamente le dijo el presidente Biden a Netanyahu, según ese informe de Axios. Pero frustrar un ataque histórico no es una victoria, si la lección aprendida es que Irán puede disparar a voluntad, y no sufrir ninguna consecuencia. Israel no necesita iniciar una guerra a gran escala con Irán para responder eficazmente, pero no hacer nada o casi nada, somete a Israel a correr el riesgo de apocar el éxito del sábado.
Irónicamente, si Occidente aprendió de la Administración Trump a retirarse después de una andanada de ida y vuelta; aprendió entonces la lección equivocada de los años de Trump. En cambio, el entonces presidente Donald Trump fue especialmente duro con Irán: se retiró del acuerdo nuclear con Irán, restableció sanciones masivas contra Irán y eliminó a uno de los principales líderes terroristas de Irán. Y ¿cuál fue el resultado? Irán causó problemas, pero no al nivel que ha causado desde que Estados Unidos adoptó una estrategia más de apaciguamiento.
Lo que pasó entre Irán y Estados Unidos en 2020, no es lo que acaba de pasar entre Irán e Israel en 2024; pero lo que pasó en 2024 podría volver a suceder si Israel no es capaz de responder con éxito, y restablecer la disuasión. Occidente no debería intentar presionar a Israel a solamente “quedarse con la victoria”. Deberían apoyar a Israel para que consiga una victoria real; contundente; que no deje lugar a dudas.
Publicado el 17 de abril de 2024
Publicado en abril 18, 2024
Fuente: Un artículo por Joshua Spurlock, originalmente publicado por Middle East Update, el 16 de abril de 2024. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy). Puedes ver el artículo original en este link.
Fotografía por: Mehr News Agency/Wikimedia.org
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