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China quiere más guerra en esta región devastada por la guerra

agosto 23, 2024

El presidente de China, Xi Jinping, se reúne con el líder supremo de Irán, Ali Khamenei.

El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, dijo el 11 de agosto al ministro de Asuntos Exteriores de Irán, que Pekín apoya a la República Islámica en la defensa de su “soberanía, seguridad y dignidad nacional”. Wang dijo que matar a Ismail Haniyeh, el líder político del grupo terrorista Hamás, en Teherán, violaba la soberanía de Irán y amenazaba la estabilidad regional.

Mientras los países de todo el mundo presionan a Irán para que no ataque a Israel (Teherán culpa al estado judío por la bomba que mató a Haniyeh el 31 de julio), China estaba, en efecto, incitando públicamente a Irán a actuar.

¿Por qué haría eso el ministro de Asuntos Exteriores chino? Tal vez porque Pekín cree que su representante, Irán, está perdiendo una guerra y tiene que actuar rápido.

Hamás es un representante militar de Irán. El régimen iraní cree que no es el representante de nadie, pero los chinos parecen pensar que Irán sí lo es.

Independientemente de que Irán sea la garra de China o no, Teherán no podría haber lanzado la guerra del 7 de octubre sin el apoyo directo e indirecto del Estado chino.

En primer lugar, está el salvavidas económico directo de Pekín a la maltrecha economía iraní. El año pasado, cuando las exportaciones de petróleo crudo de Irán alcanzaron un máximo dentro de los últimos cinco años; China absorbió alrededor del 90% de ese volumen, según Kpler; una firma de investigación europea. Parece que la fuerte demanda china fue la razón del aumento de la producción iraní.

Beijing también proporcionó cobertura diplomática para el ataque a Israel. El apoyo propagandístico puede haber sido aún más importante. Alrededor del 96.5% de los videos sobre Hamás, difundidos en la plataforma de redes sociales de propiedad china TikTok; apoyan al grupo terrorista. El Partido Comunista de China utiliza esa plataforma para amplificar las narrativas que le favorecen.

Hay otra señal reveladora. “La prueba de la condición de Irán como representante de Pekín es el flujo continuo de armas chinas a Irán; y de componentes chinos para las propias armas de Irán”, me dijo este mes Jonathan Bass, de InfraGlobal Partners“Todo el mundo en la región lo sabe”.

Bass, que desde el 7 de octubre ha hablado con altos dirigentes de los estados de la Liga Árabe, y cuatro de los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo; dijo que la región está ahora especialmente preocupada por la inundación de armas chinas en manos de Irán y sus representantes terroristas. Los líderes regionales deberían estarlo. Los tres principales grupos representantes de Irán —Hamás, Jizbolá y los Hutíes— luchan con armas chinas.

¿Por qué China está promoviendo ahora la guerra en Oriente Medio? El enfoque de Pekín hacia la región ha evolucionado rápidamente en el último medio decenio. No hace mucho, los responsables políticos chinos habían tratado de mantener un equilibrio, desarrollando relaciones con todas las partes y manteniéndose alejados de los múltiples conflictos de la región.

Como resultado, Pekín ganó influencia, pero fue poco más que un espectador mientras Estados Unidos lidiaba con los problemas difíciles. Por lo tanto, los diplomáticos chinos se mantuvieron al margen mientras la administración Trump reconfiguraba la región con los cuatro Acuerdos de Abraham: pactos con dos estados del Golfo, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos, y dos en el cercano norte de África, Sudán y Marruecos. El resultado, la paz con Israel, fue histórico.

China respondió con dos acuerdos históricos propios; uno en marzo del año pasado entre Arabia Saudita e Irán y el otro el 23 de julio, cuando Beijing logró que 14 facciones palestinas, incluidos los archirrivales Hamás y Fatah, firmaran la Declaración de Beijing; un pacto de unidad, en la capital china.

China, hasta el asesinato de Haniyeh aparentemente, estaba impulsando los acontecimientos en Medio Oriente, pero ahora parece que la luz verde de Beijing para un ataque iraní contra Israel, es un intento de detener una tendencia desfavorable.

Claramente, los chinos necesitan hacer algo. Hamás, que había ganado el favor de Beijing, está desorganizado. El grupo fue capaz de nombrar un sucesor de Haniyeh más rápido de lo que muchos sospechaban, pero está perdiendo el control de Gaza, como informó Amir Bohbot del Jerusalem Post el 11 de agosto. Los éxitos militares de Israel, entre otros factores, han debilitado considerablemente a la organización.

Además, Estados Unidos está enviando rápidamente activos militares para reforzar sus ya considerables fuerzas en la región. El 11 de agosto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ordenó al Carrier Strike Group 3 que acelerara su tránsito hacia Oriente Medio. También envió al USS Georgia, un submarino de misiles guiados de la clase Ohio, para que se dirigiera hacia allí. China no puede igualar la potencia de fuego estadounidense en la región, y tampoco su amiga, Rusia.

En última instancia, sigue siendo Estados Unidos el que ejerce el poder en Oriente Medio. Sí, en un momento, parecía que Estados Unidos se estaba retirando. Después de todo, Estados Unidos al convertirse en la nueva Arabia Saudita, necesitaba menos la región. Estados Unidos ha bombeado más petróleo crudo que cualquier otra nación en la historia, durante seis años consecutivos. Estados Unidos produce más gas natural que cualquier otra nación. China intentó llenar lo que percibía como un vacío.

Sin embargo, el hecho de que Estados Unidos no necesite a la región, no hace que China sea poderosa allí. Los éxitos de China, sus dos grandes pactos; han demostrado ser algo imaginarios. Por ejemplo, ha habido poco seguimiento del acuerdo entre Arabia Saudita e Irán, una de las razones por las que la administración Biden puede estar avanzando en su propio acuerdo con Riad. Además, la ‘Declaración de Pekín’ ya se ha derrumbado en un tiempo récord, debido en gran parte al sorprendente asesinato de Haniyeh.

China aparentemente pensó que estaba siendo inteligente al perturbar Oriente Medio, con una guerra por poderes. Sin embargo, cuando los poderes flaquean también lo hacen sus amos. China está flaqueando ahora.

Así que China está «jugando una apuesta». En este momento la apuesta más reciente de China es: envalentonar a Teherán. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán repitió las palabras de Wang Yi el 13 de agosto, cuando el régimen rechazó los llamamientos de Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia para que no atacara a Israel.

El presidente chino, Xi Jinping, aparentemente adoptando las opiniones de Mao Zedong, ha estado promoviendo el “caos” para allanar el camino al dominio chino en todo el mundo. Wang Yi, en su llamada del día 11 a Teherán, realizó una audaz maniobra caótica.

Todo parece indicar que China quiere más guerra en la región más devastada por la guerra del mundo.

 

ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos para que los planes chinos de “promover el caos” en la región fracasen y se revele plenamente su apoyo al terrorismo de Irán en el Medio Oriente. Intercedamos para que esta alianza entre China e Irán se disuelva permanentemente, de modo que Irán deje de recibir provisión de armas y finanzas por parte de China.

VERSO BÍBLICO: «Señor, Tú establecerás paz para nosotros«.

–Is 26:12a NBLA

 

Traducido por Chuy González – Voluntario en Puentes para la Paz   

 

Publicado en agosto 23, 2024

Fuente: Un artículo por Gordon G. Chang originalmente publicado por la Gatestone Institute de Israel, el 13 de junio de 2024. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy). Puedes ver el artículo original en este link.

Fotografía por: Khamenei.ir/commons.wikimedia.org

Fotografía con licencia: Wikimedia