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Construyendo Puentes

julio 15, 2015

De vez en cuando una persona judía puede decir: «¡No me digas lo que crees! Te seguiré por un tiempo y luego te diré lo que crees.» Después de siglos de interacción negativa entre cristianos y judíos, Dios nos ha llamado a construir puentes de comprensión, amor y respecto con el pueblo judío. Lamentamos grandemente el pasado, reconociendo el dolor que les hicimos atravesar. Sin embargo, Dios no quiere que vivamos en el pasado; nos ha llamado a literalmente cambiar el futuro. Lo hacemos de varias maneras, tanto al compartir esta revelación con la Iglesia y al evidenciar nuestra compasión al pueblo judío. Sígame, mientras le enseño cómo trabajamos el mes pasado en la construcción de puentes en Israel:

Únase a los 47 estudiantes de la Universidad Oral Roberts mientras preparaban 400 mochilas para los niños en nuestro Programa de Niños Escolares o reparaban un centro comunitario en Jerusalén. Luego de un día en Puentes para la Paz, sus corazones ya se habían enternecido hacia el pueblo de Israel.

Siéntase conmigo en mi oficina y escuche mientras un rabino expresa su preocupación por su sinagoga local. Tienen necesidad financiera y extienden una mano hacia los cristianos para pedirles un consejo, y quizás para pedirles una ayuda financiera. El Señor de inmediato me trajo a la memoria el relato de los ancianos judíos cuando llegaron a donde Yeshúa (Jesús), pidiendo que sanara al siervo de un centurión «porque él ama a nuestro pueblo y fue él quien nos edificó la sinagoga» (Lucas 7:1-10). Yo reconozco que soy parte de una larga línea de gentiles justos quienes han amado y apoyado al pueblo de Israel.

Enrolle sus mangas y ayude a nuestro equipo de voluntarios mientras echan en fundas más de dos toneladas de alimento cada día, ministrando así a las necesidades físicas de sobre 26,000 personas cada mes.

Siéntese con nosotros mientras nos reunimos con el alcalde de Karmiel, Adi Eldar, y discutimos las necesidades de su ciudad (40% son inmigrantes). Regocíjese con nosotros mientras celebramos 50 años de bendecir a Israel por medio de la donación de una ambulancia a Karmiel. Escuche al director de Asistencia Social mientras nos dice que los pobres en Karmiel no pueden pagar por los servicios de ambulancia. Sé que usted haría todo a su alcance por ayudarles. Eso fue lo que hicimos al establecer una subvención duplicadora por 100,000 shékeles.

Vea a un grupo de estudiantes de la Universidad Hebrea cuando visita a Puentes para la Paz para aprender sobre cristianos quienes aman y bendicen a Israel. Regocíjese a medida que la sorpresa y la felicidad iluminan sus rostros.

Asómese a nuestro Departamento de Adopción, y mire a nuestro personal cuando ora por las personas en nuestro programa, para que puedan encontrar empleos, aprender rápidamente el hebreo y establecerse en su nueva tierra. Casi 200 familias se encuentran en este programa y enfrentan enormes obstáculos para ajustarse a sus nuevas realidades.

Únase al grupo de auto-ayuda mientras consolamos a 220 familias que han perdido a un hijo en la guerra. Los reunimos anualmente durante tres días para que puedan ayudarse el uno al otro con el dolor devastador de haber perdido a un hijo. Tristemente, aún hay como 20 familias más que lloran sin este consuelo.

Venga conmigo a la estación radial Voz de Israel, mientras judíos israelíes entrevistan a los cristianos sobre nuestras acciones en Israel y alrededor del mundo.

En maneras pequeñas o grandes, hemos dedicado nuestras vidas a cambiar actitudes y asegurar un futuro que glorifique a Dios en nuestras relaciones y sane las heridas del pueblo de Israel. ¡Sabemos lo que Dios quiere! Él pidió que hiciéramos lo siguiente:

Amar

Amamos al pueblo de Israel con amor incondicional y sobreabundante. Marcos 12:29-31 dice: «Jesús respondió: El [mandamiento] más importante es: ‘ESCUCHA, ISRAEL; EL SEÑOR NUESTRO DIOS, EL SEÑOR UNO ES; Y AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE, Y CON TODA TU FUERZA’ [Deut. 6:4-5]. El segundo es éste: ‘AMARAS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO’ [Lev. 19:18]. No hay otro mandamiento mayor que éstos.»

Alumbrar

Cada día deseamos alumbrar para que vean nuestras buenas obras y el pueblo glorifique al Padre celestial. Mateo 5:14-16 dice: «Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija (un almud), sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.»

En Nuestra Generación

Cuando usted ofrenda hacia uno de nuestros proyectos, usted también participa en los planes redentores de Dios. Usted ayuda a otros para que se sobrepongan al dolor, a la amargura, a la ira y al temor. Esas son las consecuencias negativas de cosas que hicieron, o dejaron de hacer, los cristianos en siglos pasados, pero que lentamente son intercambiadas por sanidad, amor y esperanza.

Por favor, únase a nosotros en oración y apoyo financiero. Juntos, construiremos puentes para el reino de Dios. Su donativo hacia su proyecto favorito tocará a muchas vidas. En todo caso, si le gustan todos los proyectos, done hacia el área de Mayor Necesidad en Israel, y podremos responder a una gran variedad de peticiones que nos llegan.

«En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron» (Mat. 25:40).

Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional

 

Traducido por Teri S. Riddering,
Coordinadora Centro de Recursos Hispanos