“‘Consuelen, consuelen a Mi pueblo,’ dice su Dios. ‘Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a voces que su lucha ha terminado, que su iniquidad ha sido quitada, que ha recibido de la mano del SEÑOR el doble por todos sus pecados’” Isaías 40:1-2
Cada año, antes de celebrar el Día de Independencia en Israel, recordamos a los fallecidos en guerra o por causa del terrorismo en Yom HaZicarón (el Día de Recordación). Los cristianos que amamos a Dios, y quienes nos gozamos con la renacida nación de Israel, frecuentemente desconocemos el alto costo que el pueblo ha tenido que pagar.
Para el mes de mayo de 2017, un total de 23,544 soldados habían pagado el costo con sus propias vidas, y 3,117 civiles habían sido asesinados en actos de terrorismo. Israel tiene 9,157 padres enlutados, 4,881 viudas y 1,843 huérfanos menores de 30 años. Sobre 100,000 personas han sido heridas o incapacitadas como resultado del continuo conflicto. El país entero llora en el Día de Recordación. Durante mi primer año en Israel, me asombré al ver cuán profundamente conectadas se sienten las personas entre sí. Podía leer sobre el dolor de personas en los periódicos y veía a personas en el kibutz (asentamiento comunitario) mientras lloraban por alguna pérdida. Israel es una gran familia, y su nivel de dolor es muy profundo.
El Señor ha llamado a Puentes para la Paz para que consolemos a los que lloran en Sion. Cada año llevamos alimento y regalos a familias que guardan luto por siete días después de la muerte de un ser querido. Llevamos cestas de alegría a personas heridas cuando se recuperan en los hospitales. Auspiciamos campamentos terapéuticos de verano para niños que han sido afectados por el terrorismo.
Otros en Israel también ayudan a los que lloran. Una de esas personas en Yom Tov Samia, un retirado general del ejército. Cada año, con nuestra ayuda financiera, él invita a familias que hayan perdido a un hijo o una hija para que se reúnan durante un retiro de apoyo. Las familias se consuelan unas a otras.
Una de esas familias rehusaba asistir, aunque se le invitaba cada año. Su dolor los había paralizado. Yom Tov los llamaba y les animaba a que asistiesen, aunque fuese por un rato, y hasta ofreció recogerlos con un chofer. Después de mucha insistencia, el matrimonio fue y se quedó durante todo el retiro.
Una semana después, su otro hijo llamó para preguntar: “¿Qué han hecho con mis padres? Por años, luego de morir mi hermano, ellos casi no salían de su apartamento. Nunca han venido a mi casa para celebrar las fiestas. No vienen a los cumpleaños de mis hijos. Sus vidas terminaron cuando murió mi hermano. Ellos me acaban de llamar para saber si podían venir a celebrar el quinto cumpleaños de mi hija. Ustedes me han devuelto a mis padres. Gracias.”
Cada año, cuatro de nuestros voluntarios cristianos asisten a dicho evento para consolar y demostrar el amor cristiano a los que lloran. Dios desea restaurar a los quebrantados de corazón. Es nuestro gozo el ser parte de ese proceso de sanidad emocional.
El tiempo para el próximo retiro de apoyo se acerca. Sobre 200 familias han sido invitadas. Tristemente, tuve que decirle a Yom Tov que no tenemos suficientes fondos en nuestro programa de Víctimas de Guerra para contribuir como lo hemos hecho en el pasado. Me rogó que, por el bien de las familias, encontremos la manera de continuar ayudando. Ya ha invitado a las familias, ha hecho los contactos con un hotel y necesita nuestra ayuda. En un mes se realizará el campamento terapéutico para niños afectados por alguna muerte en sus familias, y tendremos que desilusionar a muchos niños porque no contamos con suficientes recursos. Necesitamos $120 por cada persona que asista al retiro y $60 por cada niño que asista al campamento terapéutico. Su regalo nos ayudará a ministrar a 600 israelíes que lloran.
Por favor, únase a nosotros hoy para consolar a los que lloran en Israel. El Señor dice: “Cambiaré su duelo en gozo, los consolaré y los alegraré de su tristeza” (Jer. 31:13b).
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer, Presidenta Ejecutiva Internacional
¡Ayúdenos a correr el Maratón por Israel! Veinte voluntarios de Puentes para la Paz participarán en el Maratón de Jerusalén este año. Cada participante busca auspiciadores para bendecir a las víctimas del terrorismo con el inmutable amor de Dios. ¡Podemos demostrar a los residentes de Jerusalén que les apoyamos! Su auspicio nos ayudará a evidenciar el amor cristiano a los que sufren como producto del odio.
Photo Credit: Mark Neyman/gpophotoeng.gov.il
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