Cuando Israel se convirtió en una nación en 1948, la absorción de refugiados e inmigrantes fue una prioridad. En la página de internet del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Israel leemos lo siguiente: “Según el concepto del ‘regreso de los exiliados’ que representa la razón de ser de Israel, las puertas del país han sido abiertas, afirmando el derecho de cada judío al país y, al llegar, de obtener la ciudadanía.”
Ese primer año, Israel absorbió sobre 600,000 refugiados judíos desde países árabes (de donde fueron forzosamente expulsados), desde Europa (donde habían sobrevivido el Holocausto) y desde naciones alrededor del mundo.
Cada año, Israel recibe a miles de nuevos inmigrantes. El año pasado, 28,400 inmigrantes llegaron desde 78 diferentes países. El idioma ruso fue el idioma más común entre ellos, con 7,000 llegando desde Rusia y 6,700 desde Ucrania.
La Ministra de Absorción de Inmigración Sofa Landver dijo al periódico Haaretz: “Estoy convencida de que la inmigración es un recurso estratégico para la nación de Israel…Mientras más podamos invertir en animar y promover la inmigración y absorción, más fuerte será Israel.”
Antes de que los fundadores de Israel, incluso Sofa Landver, consideraran los beneficios de la inmigración judía a Israel, Dios había decretado ese retorno. Hace miles de años, los profeta bíblicos revelaron en gran detalle el plan de Dios en traer al pueblo judío de regreso a su Tierra Prometida.
“No temas, porque Yo estoy contigo; del oriente traeré tu descendencia, y del occidente te reuniré. Diré al norte: «Entrégalos;» y al sur: «No los retengas.» Trae a Mis hijos desde lejos y a Mis hijas desde los confines de la tierra…” (Isa. 43:5-6).
Dios dijo “no temas,” porque el proceso de inmigración no es para los tímidos. Es difícil en casi todos los niveles. Los inmigrantes dejan todo atrás, se mudan a un nuevo país, se tienen que levantar de la nada y muy raras veces hablan hebreo. Es muy abrumador.
Dios nos ha llamado a apoyar a los que Él trae de regreso a su hogar. Puentes para la Paz ha estado ayudando a los inmigrantes por décadas. Hemos ayudado la inmigración de sobre 61,000 judíos por medio del Proyecto Rescate. Una vez que llegan, les damos varios regalos de bienvenida: ollas de cocina, frazadas, estuches escolares y Biblias Hebreas (Tanaj). Los “adoptamos” por un año en nuestro Programa de Adopción. Nuestro Programa de Alimento continuamente ministra a sus necesidades prácticas.
Una madre inmigrante a quien ayudamos este año nos dijo:
Deseo expresar mi enorme gratitud a la organización “Puentes para la Paz” y a los auspiciadores que ayudaron a nuestra familia. Ciertamente, su ayuda es muy valiosa durante las primeras etapas de vida en un nuevo país, en una nueva situación donde, además de necesitar el pan diario, hay muchos otros problemas. Pero especialmente, esa ayuda es importante a personas como nuestra familia, quienes no tenemos otros parientes en Israel ni contamos con otras ayudas.
Sólo podemos esperar la ayuda del Todopoderoso y de personas como ustedes. Todavía recordamos cómo, luego de llegar a Israel en el invierno, nos calentamos en esas noches tan frías bajo las frazadas calientes que nos regalaron, porque no habíamos traído nuestras propias frazadas.
Por un año entero, sabíamos que podríamos cocinar un delicioso pollo para shabat (sábado), que en la nevera tendríamos leche fresca para nuestro hijo y avena para nuestro desayuno, y que nuestro hijo podría ser recompensado con halva o galletas si se portaba bien.
Pero además de la ayuda material, su ayuda emocional también fue muy positiva. Es lindo saber que existen personas que no conocen a uno pero que se interesan por ellos, que cuidan a los nuevos inmigrantes, y que no están indiferentes al pueblo judío.
Nuestro Programa de Regalos de Bienvenida a Inmigrantes ha demostrado amor a miles de nuevos inmigrantes, quienes toman sus primeros pasos en su nuevo país.
Israel ha identificado a la inmigración como un recurso estratégico, y Dios ha proclamado que ese es Su plan. En Puentes para la Paz hemos prometido colaborar con Dios en Su iniciativa estratégica. Queremos continuar ayudando a todos los que se nos acerquen, a familias con hijos, matrimonios, viudas y huérfanos. Tristemente, nuestro presupuesto para el Programa de Regalos de Bienvenida a Inmigrantes está muy por debajo de lo normal. Sin su ayuda, no podremos dar la bienvenida a miles que procuran nuestra ayuda anualmente. Nuestros regalos les dicen que no están solos. Su donativo designado para recibir a nuevos inmigrantes a Israel ayuda al país y colabora con los propósitos de Dios. ¡Eso me suena como un tremendo proyecto!
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional
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