El pasado 28 de septiembre, muchos salimos a admirar la última de cuatro lunas «de sangre» que han ocurrido durante varios días de fiesta judía este año. Dicho evento fue anticipado como una gran atracción alrededor del mundo. El pasado 14 de septiembre también representó un día importante cuando terminó el año de shmitá, o año sabático de descanso agrícola para la tierra en Israel. Por otro lado, cierta antigua tradición judía dice que el Mesías vendrá en un año luego del shmitá. ¡Si eso llegase a ser este próximo año, sería una enorme bendición!
Muchos observan todos estos eventos con mucha atención. ¿Estará Dios dando aviso? ¿Habrá bendición para Israel? ¿Será señal del juicio de Dios contra las naciones? ¿Vendrá el Mesías pronto?
La Biblia dice que Dios juzgará a las naciones al final de los tiempos. En Mateo 25, Yeshúa (Jesús) habla sobre ese juicio, y dice que las naciones serán juzgadas por la manera en que trataron a Sus hermanos, ya sea si los alimentaron, los vistieron o los visitaron en la cárcel. Eso lo dijo a Sus discípulos en el primer siglo, y sin duda pensarían que se refería a la manera en que las naciones de su tiempo trataban al pueblo judío. Pienso que eso es cierto aún hoy día, y que Dios va a juzgar a las naciones modernas por su trato de Israel y el pueblo judío.
Joel 3:2 también habla sobre el juicio de Dios contra las naciones. En ese caso, las naciones serán juzgadas porque esparcieron al pueblo judío y repartieron la Tierra. Hoy día, las naciones también presionan a Israel para que divida la Tierra de Dios.
En los capítulos 38-39 de Ezequiel, leemos sobre una futura guerra cuando ha de venir una confederación de naciones contra Israel con gran fuerza. Y Zacarías habla de un día cuando las naciones subirán contra Jerusalén. En ambos textos, dice que Dios peleará en defensa de Su pueblo.
Dios dijo a Abraham: «Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré…» (Gén. 12:3).
En este momento, las naciones determinan de qué lado están, y parece que los que maldicen a Israel son más de los que lo bendicen. Las naciones P5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, más Alemania) han hecho un acuerdo peligroso con Irán, la nación que más auspicia el terrorismo mundialmente. Irán desea destruir a Israel y a toda civilización occidental. Quedamos horrorizados cuando la Organización de las Naciones Unidas firmó dicho acuerdo. Me parece que Dios está airado contra las naciones que han abandonado la seguridad de Israel.
En la actualidad, pensamos en una nación como una entidad política con fronteras físicas. Pero en tiempos bíblicos, naciones eran también grupos étnicos. Ciertamente, ambos serán juzgados por sus actos contra Israel. Por otro lado, la Biblia habla de otro tipo de nación.
1 Pedro 2:9 dice: «Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, NACIÓN SANTA, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquél que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.»
«‘Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y una NACIÓN SANTA.’ Estas son las palabras que dirás a los Israelitas» (Éx. 19:6).
¡Nosotros somos esa nación santa! No importa de qué país seamos o cómo sea, nosotros podemos actuar rectamente. Podemos unirnos a Dios y a Sus caminos en medio de un mundo de maldad. Podemos escoger ser santos. Podemos pararnos del lado del Dios de Israel y del Israel de Dios.
Es cierto que debemos estar pendientes de los tiempos y los eventos. No sabemos cuándo veamos el juicio de Dios contra las naciones. No sabemos cuándo veamos la llegada del Mesías. Pero algo sí sabemos, y es que debemos estar preparados para ambas cosas.
En Su discurso sobre el Monte de los Olivos (Mateo 24-25), Yeshúa describió los eventos que ocurrirán en los postreros tiempos. Muchos cristianos leen esa lista y la comparan con nuestros tiempos. Además de eso, ¡Yeshúa nos dijo cómo podemos vivir en medio de estos tiempos! ¡Debemos permanecer alertos, preparados y fieles!
Mateo 24:45-47 habla sobre el siervo fiel y prudente, que proveyó alimento a la casa de su amo mientras este estaba fuera. Tal sirviente fue descrito como bendecido, porque cuando regresó el amo, lo encontró haciendo así. Puentes para la Paz hace justamente eso. Alimentamos a los necesitados en Israel. Damos comida a 26,000 personas en 53 comunidades cada mes porque siervos justos del Señor proveen para esas necesidades desde todas partes del mundo. También nos preparamos para los tiempos difíciles con nuestros almacenes de alimento.
Mateo 24:42 y 44 dice que debemos estar alertas y preparados: «Por tanto, velen, porque no saben en qué día viene su Señor; …estén preparados, porque a la hora que no piensan vendrá el Hijo del Hombre.»
Debemos estar listos, porque el Señor pudiese venir hoy, y nos debemos preparar por si su venida se atrasara aún más. La parábola de las diez vírgenes en Mateo 25 demuestra la importancia de mantenernos siempre listos. Opino que eso se refiere a una preparación espiritual, pero no sería un problema si se quiere preparar materialmente.
La parábola de los talentos en Mateo 25 tiene que ver con ser fiel con los recursos que el Señor nos ha dado. ¿Qué es un «talento»? ¡Es dinero! Dios bendice nuestras finanzas para que podamos cuidar a nuestras familias y a otras personas. ¿Recuerda usted la parábola del hombre rico que quiso construir nuevos y más grandes graneros? Él había sido bendecido abundantemente. Sus graneros estaban llenos, pero tenía grano por demás y decidió hacer más almacenes. Dios no se agradó de él. ¿Por qué? Porque en vez de bendecir a otros con su abundancia, lo acumuló todo de manera egoísta (Luc. 12:13-21).
Un tercer tema en Mateo 25 es el cuidado de los menos afortunados. Durante estos tiempos peligrosos, mientras buscamos el rostro de Dios, debemos abrir nuestros corazones a los que nos rodean. Bendigamos a la familia natural de Yeshúa, el pueblo judío, a medida que Dios los trae de regreso a Israel, según las promesas bíblicas.
Seamos una Nación Santa. Aunque nuestra nación maldiga a Israel, bendigámoslo nosotros. Oremos por Israel. Alimentemos a los hambrientos en Israel. Ayudemos a traer el pueblo judío de regreso a Israel. ¡Seamos una Nación Santa! Dios verá su donativo como una acción santa que demuestra que usted está del lado del Dios de Israel y de Su pueblo.
Bendiciones desde Israel,
Rebecca Brimmer,
Presidenta Ejecutiva Internacional
(Traducido por Teri S. Riddering,
Coordinadora Centro de Recursos Hispanos)
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