Liberación

marzo 1, 2021

La Pascua es la fiesta más importante del año para la mayoría de los judíos. Conmemora la liberación de los hijos de Israel de la esclavitud en Egipto. Es una festividad que dura ocho días y comienza con una maravillosa cena ritual llamada séder. Durante esta cena, se revive la historia del Éxodo. Es un evento que Dios ordena en las Escrituras: “Es noche de guardar para Jehová, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardarla para Jehová todos los hijos de Israel en sus generaciones” (Ex 12:42 NBLA).

Esta fiesta también es importante para nosotros como cristianos. La Última Cena fue una cena de Pascua. El apóstol Pablo también animó a sus lectores a celebrar esta fiesta. “Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad” (1 Cor 5:8 NBLA).

El año pasado en Israel, estuvimos encerrados durante la Pascua. Lo que se suponía que era una noche que los israelíes esperan y celebran rodeados de familiares y amigos, se convirtió en un momento difícil y solitario para muchos, especialmente para los ancianos.  Este año, se guarda un poco la esperanza de que las familias puedan celebrar juntos dicha fiesta. Lamentablemente, la pandemia del coronavirus ha sumido a muchos en problemas financieros. La tasa de desempleo está en un nivel récord. Aquellos que eran considerados de clase media baja ahora son parte de un número creciente de familias que viven en la pobreza y simplemente ya no pueden pagar los gastos que conlleva la celebración de la Pascua.

Un Dios de liberación

Imagínate llegar a la festividad más importante y no saber si podría permitirse celebrar. En Estados Unidos, es común que los cristianos den comida a las familias necesitadas antes del Día de Acción de Gracias o Navidad. Como cristianos llamados a mostrar el amor y el cuidado de Dios por el pueblo de Israel, creemos que Dios nos está mostrando que demos comida extra, incluidos los alimentos ceremoniales de la Pascua, al pueblo al cual servimos. Imagínense, Él nos está invitando a traerles un tipo especial de liberación: la liberación de la pobreza. Los Hijos de Israel fueron liberados de la esclavitud para convertirse en hombres y mujeres libres. Ahora ayudaremos a que sus descendientes tengan la libertad de adorar al Señor a través de la celebración de la Pascua.

¡Sobrevivientes del Holocausto + 1000!

Todos los meses ayudamos a sobrevivientes del Holocausto. Estas preciosas personas mayores (de 75 años o más) han experimentado dolor  tras dolor. Ahora, nosotros  tenemos la oportunidad de traer luz a su oscuridad. Además de los que ayudamos con regularidad, este año estaremos ayudando a 1,000 sobrevivientes más.

Daniel Kirchhevel, uno de los miembros fieles de nuestro equipo, ha estado ayudando a los sobrevivientes del Holocausto durante este año difícil. Lee su testimonio: «Encuentro que la soledad y la sensación de aislamiento les ha afectado y no están respondiendo bien a los nuevos encierros. Hacemos nuestro mejor esfuerzo para encontrar razones adicionales para pasar por su casa llevándoles obsequios que ayuden a alegrar su día. Por ejemplo, la otra semana, una de ellos cumplió años y le llevé flores junto con su comida y la ‘canasta de alegría’ que normalmente les regalamos en sus cumpleaños. ¡Estaba tan feliz de recibir esas flores! Mientras me alejaba, la escuché decir en hebreo al cerrar la puerta: “No tienes idea de lo agradable que es esta [visita]” (Ein lejá musag ej ze kol kaj naim)».

Las restricciones de autoaislamiento destinadas a frenar la propagación del COVID-19 fueron tiempos particularmente difíciles para los frágiles ancianos, que permanecen escondidos en el interior, temiendo que algo tan simple como una ida al supermercado o la farmacia pudiera convertirse en una condena de muerte. Dado el alto riesgo de infección de la población anciana, las visitas de hijos y nietos son un tabú, lo que condena a estas personas mayores a un período de días sombríos y solitarios sin un final a la vista. Muchos son sobrevivientes del Holocausto. Muchos viven en la pobreza y enfrentan la incertidumbre con alacenas y estantes vacíos, sin los medios para abastecerse de artículos de primera necesidad.

Tú puedes ayudar

Les pedimos a ustedes, nuestros queridos amigos cristianos, que se acerquen con amor a nuestros amigos judíos. Sus obsequios nos permitirán proporcionar comida a miles de personas y hacer de esta Pascua una fiesta inolvidable.

Orando por tu bienestar,

Rebecca J. Brimmer

Presidenta Ejecutiva Internacional

 

Traducido por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos
Revisado por Fernanda Diep – Voluntaria en Puentes para la Paz