Mantente firme en las pruebas

septiembre 13, 2023

Quiero invitarte a entrar a la sala de juntas de Puentes para la Paz para nuestra reunión semanal de líderes principales, donde nuestro equipo recientemente tuvo que tomar algunas decisiones difíciles.

Primero fue la noticia de que debido al increíble aumento en los precios de los alimentos en Israel, simplemente no tenemos los fondos disponibles para dar el habitual tarro de miel de 200 ml (7 onzas) como regalo de Rosh HaShaná (Año Nuevo judío) a los más de 24,000 israelíes necesitados que alimentamos cada mes. Hemos bendecido a estos preciosos israelíes con este dulce regalo todos los años y, aunque parece una cosa pequeña, hace una gran diferencia. En la tradición judía, la miel se come durante Rosh HaShaná para simbolizar un dulce año nuevo. Pero cuando no puedes pagar este elemento básico de las fiestas, recibirlo como un regalo —particularmente por parte de los cristianos como una expresión de su amor— marca la diferencia.

Durante el año pasado, el costo de la miel se disparó. Como resultado, los fondos que tenemos disponibles cubrirían la miel para los 1,027 sobrevivientes del Holocausto en nuestro programa, pero no para el resto. Tuvimos que tomar una decisión difícil. Debido a que nuestros destinatarios aprecian este regalo de miel como una bendición muy especial, elaboramos una estrategia para bendecir a todos con el obsequio representativo de Rosh HaShaná —y nos comprometimos a confiar en que el Señor proporcionará los fondos que necesitamos—.

Las malas noticias no habían terminado. El jefe del Centro de Asistencia (Banco de Alimentos) de Puentes para la Paz nos informó que el precio del aceite vegetal había subido por encima de lo que podíamos pagar. Como resultado, tendríamos que reevaluar el contenido del paquete de alimentos mensual que reciben los beneficiarios de nuestro programa. Él nos presentó dos opciones: quedarnos con el aceite y desechar dos latas de alimento vital, o quitar el aceite y quedarnos con la comida. Aunque el aceite vegetal es un alimento básico, sentimos que la comida era más importante, por lo que se eliminó el aceite.

Llevamos más de treinta años alimentando a los necesitados de Israel. Esto sólo ha sido posible porque Dios ha encendido los corazones de los cristianos de todo el mundo que aman a Israel. Alrededor del 25% de los israelíes viven por debajo del umbral de la pobreza, pero durante más de tres décadas, creyentes como tú han marcado la diferencia ayudándoles a poner comida en sus mesas vacías y alimentar a sus familias.

Desde 1948, Israel ha absorbido a millones de inmigrantes a medida que se está cumpliendo la profecía y el pueblo judío regresa de todo el mundo. Cientos de miles de esos inmigrantes han sido sobrevivientes del Holocausto, personas que sobrevivieron a los campos de exterminio y lo perdieron todo. Cientos de miles más han llegado como refugiados sin nada. El Señor es fiel a Su pacto. Los ha devuelto a casa, pero también ha llamado a los gentiles a ser parte de esta realidad profética que se está llevando a cabo. ¡Tú eres llamado a ser parte de Su plan glorioso! Y Puentes para la Paz ha sido llamado a pararse en la brecha contigo. Juntos, nos estamos asociando con la palabra de los profetas —la palabra revelada de Dios— para llevar a cabo Sus propósitos en nuestro tiempo. “Así dice el Señor Dios: «Levantaré hacia las naciones Mi mano, y hacia los pueblos alzaré Mi estandarte. Traerán a tus hijos en brazos, y tus hijas en hombros serán llevadas»” (Isaías 49:22).

Food items

Nuestro mundo está cambiando y cada día la situación es más difícil. Afortunadamente, Dios no cambia (Santiago 1:17) y permanece en el trono. El Dios de Israel está llamando a los cristianos de los cuatro rincones de la tierra para apoyar a Israel y alimentar a sus hambrientos. Nosotros hemos llevado a cabo esto, siendo tus manos y pies durante décadas. Al escuchar el terrible informe de nuestro líder del Banco de Alimentos, sobresalieron dos realidades agonizantes que podemos enfrentar a medida que los costos de los alimentos continúan aumentando. La primera es la trágica posibilidad de que tengamos que reducir la cantidad de alimentos que proporcionamos a nuestros destinatarios. La segunda es que al reducir la cantidad de alimentos, esto impactaría a todos nuestros fieles donantes cuyo deseo de corazón, para el ‘Proyecto Alimento’, es que los israelíes empobrecidos reciban alimentos nutritivos de manera regular.

Cada mes, tú y Puentes para la Paz nos asociamos para satisfacer las necesidades alimentarias de 24,240 israelíes que dependen de nosotros. Esto significa una distribución de casi 60 toneladas de alimentos cada mes. La dura realidad es que este regalo vital de comida, esta bendición por parte de los cristianos de todo el mundo, está siendo amenazada. Sabemos que el deseo de Dios sigue siendo que confortemos a la gente de esta nación (Is 40:1), que alimentemos a Su familia terrenal y vistamos a los indigentes (Mt 25:37). Te quiero pedir que busques al Señor, que ores por Israel y consideres enviar un generoso donativo para reforzar nuestro ‘Proyecto Alimento’. ¿Te unirás al plan de Dios para asegurar que los paquetes mensuales de alimentos no se reduzcan? Mientras continuamos sirviendo al Señor en Israel y esparciendo el amor de Dios a los necesitados que nos rodean, ¡creo que juntos superaremos esta prueba y llenaremos la tierra de Israel con alimento para los pobres! “Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia” (Stg 1:2-3).

Bendiciones desde Jerusalén,

Rvdo. Peter Fast

Presidente Ejecutivo 

 

Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz