Hemos comenzado un nuevo año. Es momento ideal para re-evaluar nuestras vidas, hacer resoluciones y emprender nuevos caminos. Aunque determinemos ponernos en mejor forma física, iniciar un nuevo ministerio o romper algún mal hábito, todo comienzo requiere gran esfuerzo.
En Israel, millones de personas atraviesan nuevos comienzos. A menudo converso, en hebreo sencillo, con nuevos inmigrantes que inician su vida en Israel. Puede ser en el mercado, la calle, el correo, el tren o en nuestra propia oficina. La mayoría se siente feliz aquí pero otros luchan por sobrevivir, trabajando largas horas con poco salario mientras se esfuerzan por aprender el idioma y establecer una red de amistades. Por lo regular, ¡una de entre cinco personas en Israel es un inmigrante! Considere que casi el 20% del pueblo judío en Israel está en alguna etapa de su «nuevo comienzo.»
Todo comienzo es difícil. La mayoría de los inmigrantes llegan con pocas posesiones. Aún los que traen más de dos maletas carecen de herramientas culturales necesarias para el éxito. Algunas personas me preguntan cuánto tiempo se toma en aprender el hebreo. Me río y les digo que yo todavía estoy en ese proceso, que aún lo estoy aprendiendo. Ciertamente, hasta que un inmigrante no haya aprendido bien el hebreo, es muy difícil que obtenga un empleo que pague sobre el salario mínimo. Una vez conversé con una inmigrante rusa limpiando las escaleras de mi apartamento, siendo uno de los empleos de menos ingreso en Israel. Ella se sentía muy feliz de estar en Israel y de tener un trabajo. Le preguntamos cuál era su profesión en Rusia, ¡y ella dijo que había sido una física nuclear! Imagínese, una científica de esa índole limpiado escaleras. Varios años después la volvimos a encontrar. Ya había estudiado hebreo y tenía un buen empleo en su área de especialidad.
Desde 1990, Puentes para la Paz ha estado ayudando a nuevos inmigrantes. Les damos la bienvenida con regalos, los auspiciamos por un año en nuestro Programa de Adopción, y continuamos proveyéndoles alimento por medio de muchas organizaciones a medida que transitan hacia su exitosa integración a la vida israelí. Sabemos que si reciben ayuda durante ese tiempo tan crítico de su comienzo, lo podrán lograr. Es un privilegio poder colaborar con Dios en traer de regreso a Su pueblo judío y ayudarles a establecerse en su nuevo/antiguo hogar. ¡Ellos han venido desde sobre 100 distintas naciones, hablando 80 distintos idiomas, en cumplimiento literal de la profecía bíblica!
Marcos, Ángela y sus tres hijos hicieron aliyá (inmigración) a Israel desde Brasil. Luego de recibir la ayuda de Puentes para la Paz por un año en nuestro Programa de Adopción, Marcos nos envió la siguiente carta:
«Mi familia y yo hemos vivido en Jerusalén por casi cuatro años. Inmigramos desde Brasil. Al principio de nuestro tercer año en Israel, nos encontramos en un estado financiero desesperante luego de haber perseguido nuestro sueño sin realmente saber cómo manejar el proceso. Soy profesional graduado en ciencias de computadora y sin experiencia en el campo, pero con un sueño de formar una familia en Israel.
«Unas amistades de la familia que recibían ayuda de Puentes para la Paz nos recomendaron también solicitar dicha ayuda. Mi primer pensamiento fue: ‘Debe haber alguien en peores condiciones que la nuestra.’ Pero seis meses después, nuestras finanzas habían empeorado. Nethanel, nuestro tercer hijo, nació en agosto de 2012. No podíamos dar a nuestros hijos los dulces ni otras cosas que querían porque teníamos que usar todo nuestro dinero en comida y transporte. Entonces fue que decidí pedir ayuda.
«¡Gracias a D-os, ustedes estuvieron allí! Nuestra preciosa y nueva amiga Viktoria en el Centro de Asistencia de Jerusalén nos dio una cita para ver cómo nos podían ayudar. En diciembre de 2012 recibimos la buena noticia de que en enero de 2013 comenzaríamos a recibir, dos veces al mes, unos sacos de alimento básico, incluyendo pollo, frutas, vegetales, arroz, aceite, harina de trigo, cereal, leche y mucho más. Cuando mis hijos cumplieron años, recibieron una canastita con cosas para niños, como dulces, regalitos, etc. Por un año entero tuvimos ese apoyo, y estamos muy, muy agradecidos por ello. ¿Por qué escribo ahora? Sólo para darles las gracias y desearles que D-os les continúe dando la oportunidad de ayudar a otras personas, así como ayudaron a mi familia. Muchas gracias.»
A medida que usted analiza su situación financiera para el año 2015, ¿podrá considerar incluir en su presupuesto el auspicio de alguien que ha sido llamado para regresar a Sion? Para poder cubrir las necesidades de una familia de inmigrantes, necesitamos reunir a cinco o seis auspiciadores. Al momento, necesitamos urgentemente la ayuda de 500 auspiciadores que se comprometan a apoyar a su inmigrante asignado por un año entero. Usted puede hacer posible que los nuevos inmigrantes transformen su comienzo tan difícil en una victoria feliz. Un regalo de $65 cada mes, junto con el de otros, podrá cambiar esas vidas. No solamente regalamos alimento, boletos de autobús y regalos de cumpleaños, sino también el amor y la misericordia de Dios a quienes nunca antes han experimentado la misericordia por parte de un cristiano. ¡Sea parte de ese milagro de Dios!
Si usted no puede aportar esa cantidad con regularidad, ¿podrá considerar una donación especial para que podamos comprar regalos de bienvenida a los nuevos inmigrantes?
Dios está cumpliendo Sus promesas proféticas a Israel. No sólo lea acerca de la profecía bíblica. ¡Participe en su cumplimiento! «Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. En ti serán benditas todas las familias de la tierra» (Gén. 12:3).
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional
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