Donativo

¿Por qué apoyamos a Israel?

Es una pregunta que me he hecho, y recientemente le pedí a nuestro equipo de liderazgo mundial que verificara su motivación. ¿Por qué bendecimos a Israel?

No bendigo a Israel porque Israel es perfecto. Después de más de 30 años en la Tierra, veo lo positivo y lo negativo. No bendigo a Israel porque deseo la fama o la fortuna. Aunque estoy feliz de que Dios diga que bendecirá a los que bendigan a Abraham y a sus descendientes, esa no es mi motivación principal. Sirvo a la nación y al pueblo de Israel porque amo al Dios de Israel. Servir a Dios, responder a Su llamado y amar a los que Él ama son las cosas más importantes de mi vida.

En Puentes para la Paz, nos regocijamos al ver a Dios cumpliendo Sus promesas dadas a Israel. Oramos por Israel. Ayudamos a los judíos a regresar a casa desde la Diáspora (población judía fuera de Israel). Damos la bienvenida a nuevos inmigrantes. Ayudamos a viudas y huérfanos. Damos comida a los necesitados. Alentamos a los sobrevivientes solitarios del Holocausto. Hacemos todo esto porque amamos a Dios y hemos respondido a Su llamado de asociarnos con Él mientras Él cumple Su Palabra. En el libro de Ezequiel, Él nos dice Su motivación cuando dice repetidamente que está haciendo cosas por Israel para que las naciones sepan que Él es Dios.

Personas necesitadas

Liam

Recientemente, una madre de dos hijos (de 9 y 12 años) atravesó un divorcio difícil. Ella se quedó con enormes deudas. Luego, debido a COVID, perdió su trabajo. Nosotros nos asociamos con la ciudad sureña de Arad para ayudar a esta familia en apuros hasta que pudo encontrar trabajo y mantener a su familia nuevamente.

Una mujer de unos 60 años quedó viuda repentinamente cuando su esposo murió de una enfermedad relacionada con COVID. De repente, su vida dio un vuelco. Su cuenta bancaria se cerró porque no se llenó un formulario bancario. Mientras se resolvía el trámite del seguro de vida, nosotros la ayudamos con algunos de los costos relacionados con el funeral y la ayudamos durante sus días de más profundo dolor. “Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados” (Mt 5:4 NBLA).

Liam es un niño inscrito en nuestro programa ‘Alimenta a un Niño’. Su madre, una madre soltera, lucha por mantener a su familia. Su hermano mayor tiene problemas con la ley; su hermana mayor soltera quedó embarazada y vive en su casa con su hijo. Ellos han tenido que mudarse varias veces porque no pueden pagar el alquiler. En medio de todo el caos, a Liam le encanta ir a la escuela. Allí recibe un buen almuerzo y todas sus necesidades son cubiertas gracias a patrocinadores cristianos. La escuela se ha convertido en su lugar seguro.

Yuri y Viktoria hicieron aliá (inmigración a Israel) desde Ucrania justo antes de la guerra de Gaza en mayo. Se mudaron a Ashdod, que dos semanas después estuvo bajo constante fuego de misiles durante casi 10 días. Hacer aliá es un desafío en sí mismo, y pasar por una experiencia tan aterradora al comienzo de la estadía es abrumador. Ellos fueron una de las parejas que recientemente bendecimos con obsequios de bienvenida para inmigrantes. Viktoria abrió con curiosidad la bolsa de utensilios que acompaña a las ollas y sartenes. Una sonrisa brillante apareció en su rostro cuando exclamó: «Los necesitaba mucho. ¡Gracias! Estoy tan feliz». También recibieron mantas y un Tanaj (Antiguo Testamento) hebreo / ruso.

Mil cuatrocientos sobrevivientes del Holocausto fueron bendecidos con regalos de comida para Rosh Hashaná (Año Nuevo judío). Incluimos un hermoso tarro de cerámica hecho a mano para la miel que acompaña las manzanas, que tradicionalmente se comen en esta fiesta.

Esto es solo un vistazo a las vidas de algunos a los que hemos ayudado, mostrándoles el amor de Dios a través del apoyo cristiano a Israel. Suplimos necesidades, trajimos luz a situaciones oscuras e infundimos ánimo. Pudimos hacer todo esto porque sabemos que nos estamos asociando con Dios para cumplir Su palabra y mostrar Su carácter al mundo.

Gracias por acompañarnos en este trabajo. Tu apoyo hace posible que sigamos ayudando a miles de personas cada mes, con comida y aliento. Le has mostrado al Señor cuánto lo amas a Él y a Sus propósitos en Israel y en todo el mundo. Tu donación, no importa cuán grande o pequeña sea, es una inversión en el Reino de Dios.

Bendiciones desde Israel,

Rebecca J. Brimmer

Presidenta y Directora Ejecutiva Internacional

Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz

Revisado por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos