Muchas voces en el mundo cristiano están hablando sobre los días difíciles que el mundo está enfrentando, y están haciendo preguntas sobre el fin de los tiempos. He oído citar Mateo 24 en muchas ocasiones. Este capítulo es la primera parte del ‘Discurso del Monte de los Olivos’, cuando Jesús (Yeshúa) respondió preguntas similares de Sus discípulos. Ellos también vivieron en tiempos difíciles bajo la opresión romana, y debió parecer que el final estaba cerca. Yo tengo otra pregunta: ¿Cómo desea Jesús que actuemos en medio de tiempos difíciles como los descritos en Mateo 24? Si detenemos nuestra lectura al final del capítulo 24, solo habremos recibido la mitad del mensaje de Jesús. El capítulo 25 continúa diciéndonos cómo debemos comportarnos.
Primero está la parábola de las diez vírgenes, cinco sabias y cinco insensatas (Mt 25:1-13). El punto principal de esta historia es que debemos estar preparados. Ciertamente, las lámparas de aceite representan la obra del Espíritu de Dios en nuestros corazones, pero también podrían referirse a la preparación física. Jesús desea que mantengamos nuestras lámparas llenas de aceite
¡La parábola de los talentos (Mt 25:14-30) trata sobre el dinero! Un talento era una medida de moneda. El amo confió su riqueza en manos de sus sirvientes y esperaba que los usaran para hacer que su negocio avanzara. Esta parábola nos muestra que Dios nos ha confiado las finanzas que espera que usemos para los propósitos del Reino. En la parábola, el maestro alaba a los que usaron sabiamente sus recursos, diciendo: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mt 25:21,23 NBLA).
Finalmente, tenemos el juicio de las naciones (grupos de personas) en Mateo 25:31-46. Serán juzgados por cómo cuidan a los débiles, a los que tienen hambre y sed, a los presos, a los extraños y a los que están enfermos. Jesús dice: “En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron” (25:40b NBLA).
En Bridges for Peace (Puentes para la Paz), nos tomamos esto muy en serio. Estudiamos la Palabra de Dios para poder compartir entendimiento espiritual con cristianos de todo el mundo. Es nuestra oración que Dios use nuestros materiales de enseñanza, nuestro programa de lectura de la Biblia y nuestro énfasis en la oración para ayudarte a mantener tus lámparas llenas.
Valoramos la mayordomía; somos auditados anualmente. Organizaciones como el ‘Consejo Evangélico para la Responsabilidad Financiera y la Vigilancia del Ministerio’ nos reconocen como fiscalmente responsables. Está en nuestro corazón bendecir a Israel y al pueblo judío, y es por ello que no gastamos frívolamente los recursos de Dios.
Estamos alimentando a los hambrientos (más de 23,000 cada mes). Ayudamos a los inmigrantes a venir a Israel; a los ancianos sobrevivientes del Holocausto; y a los estudiantes de hogares de bajos recursos. Estamos consolando a los que lloran.
No sé dónde nos encontramos en el horario de Dios, pero sí sé que Jesús desea que estemos listos, espiritual y materialmente; desea que utilicemos sabiamente los recursos de Dios y ministremos a los necesitados. ¿Te unirás a nosotros hoy para tocar al pueblo judío en Israel y a aquellos en la Diáspora (población judía fuera de Israel), que están esperando volver a casa? Oro para que todos escuchemos las palabras: “Bien, siervo bueno y fiel” (Mt 25:21a, 23a). Tu regalo de fin de año a Puentes para la Paz tocará a los destinatarios con amor cristiano y pondrá una sonrisa en el rostro de Jesús.
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional
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