Este mes celebramos la Pascua judía (Pésaj). La nación de Israel la celebrará durante siete días, y comienza con una cena y ceremonia llamada séder. Durante esta fiesta, se recordará, se cantará y se hablará sobre cada detalle de su esclavitud en Egipto y de su liberación.
Los hijos de Israel soportaron muchas dificultades en Egipto. La Biblia dice: “Pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Los Israelitas gemían a causa de la servidumbre, y clamaron. Su clamor subió a Dios, a causa de su servidumbre. Dios oyó su gemido y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Dios miró a los Israelitas y los tuvo en cuenta” (Éx. 2:23-25).
Hoy día todavía hay muchos hijos de Israel que gimen. Claman a Dios por su liberación. Son los judíos en Rusia, Ucrania, Europa y el noreste de India. Muchos viven en circunstancias extremadamente difíciles. Sufren de los efectos del antisemitismo, enfrentan profunda pobreza o están rodeados de guerra. Claman a Dios y Él los oye.
La líder asistente de la Duma (Asamblea) rusa, Elena Muzylina, por el Partido Unido Ruso, recientemente anunció que los representantes judíos ya no serían incluidos en la moderna Federación Rusa. Dijo: “Yo ofrezco ayudar a los judíos rusos para que se vayan a Israel. Podemos pagar sus gastos de mudanza y darles un reconocimiento por la liberación de Rusia. Les debemos decir a los judíos: ‘Ustedes tienen su propia nación; vayan allá y déjenos solos. Estamos mejores aquí sin ustedes.’” Ella explicó su posición antisemita con la siguiente declaración: “Hoy día los judíos en Rusia forman gran parte de los medios de comunicación, el comercio y el gobierno. De cualquier forma, todo judío, sin importar dónde esté, siempre mira hacia Israel y no puede ser patriota de nuestro país.”
En la opinión de Muzylina, esta limpieza étnica resultará en una considerable mejoría del ambiente moral y político en la nación rusa.
Nuestros choferes en Ucrania diariamente arriesgan sus vidas para rescatar a familias judías que se encuentran tras la frontera en Ucrania oriental, y a menudo tienen que conducir sus vehículos de noche. Es una zona de guerra. Incluso, el que camine al aire libre se expone a bombas o disparos. Frecuentemente, carecen de servicio eléctrico y de agua. Yo escucho su clamor y veo el dolor en sus rostros. ¿Vendrá alguien a su rescate?
Hace unos meses, enviamos una petición para que cristianos nos enviaran donativos hacia el proyecto de rescatar judíos en India. Sin su ayuda, el grupo entero de inmigrantes que esperaba hacer aliyá (inmigración a Israel) estaba en riesgo a quedarse. El Ministerio del Interior israelí había dicho: “Traigan al próximo grupo para mediados de febrero, o detendremos todo este proceso de aliyá.” Nuestro amigo Michael Freund, director de la organización Shavei Israel que realiza este esfuerzo por traerlos a Israel, todavía carecía de $100,000, pero los cristianos respondieron. ¡El próximo grupo pudo llegar a Israel según establecido! Freund tiene la meta de traer a otros 600 judíos desde la India este año, y nuevamente pide su ayuda. Algunas familias están divididas, separadas por miles de kilómetros. Sus propias finanzas imposibilitan que ellos hagan aliyá sin nuestra ayuda. Ellos gimen, clamando a Dios para que los rescate.
El antisemitismo va creciendo rápidamente en Europa. El pueblo judío habla de su éxodo. Necesitan ser animados, y muchos necesitan ayuda financiera. “Dios, ¿escuchas su clamor?”
He tenido varias reuniones con oficiales israelíes que desean saber si podemos ayudar. Recientemente pidieron ayuda para traer a más jóvenes, aunque sin sus padres, y así aprender el idioma hebreo y unirse a su pueblo en el continuo proceso de desarrollar la nación de Israel. Nuestra respuesta fue: “Sí, podremos ayudar.” Lo que podamos hacer depende de la generosidad de cristianos alrededor del mundo. Hasta el momento, hemos ayudado a rescatar a 59,447 personas judías de la antigua Unión Soviética y cientos desde India. Aún escuchamos su gemido. Dios todavía no ha removido la carga en nuestro corazón por ayudarles. ¿Podrá usted dar generosamente para reunir a las familias B’nei Menashe de India; para librar a los judíos del peligro de la guerra en Ucrania; para rescatarlos de las garras del antisemitismo en Rusia y Europa; para secar sus lágrimas y participar con Dios en traerlos a su Tierra Prometida? Juntos, podremos ofrecerles un futuro esperanzador en la tierra de Israel.
Bendiciones desde Israel,
Rebecca J. Brimmer
Presidenta Ejecutiva Internacional
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