El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas [CSNU] adoptó el lunes una resolución redactada por Estados Unidos, destinada a alcanzar un acuerdo de alto al fuego en tres fases; para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
La resolución fue aprobada por 14 de los 15 miembros permanentes del Consejo de Seguridad, con la abstención de Rusia. Moscú afirmó que los parámetros del acuerdo que respalda la resolución no habían sido suficientemente aclarados.
Al señalar que Israel ha aceptado la propuesta de alto al fuego, la resolución pide que Hamás haga lo mismo y que ambas partes “implementen sus términos sin demora y sin condiciones”.
La primera fase del acuerdo de alto al fuego propuesto, incluye “un alto al fuego inmediato, total y completo” junto con la liberación de un número no especificado de rehenes (tanto vivos como muertos), a cambio de la liberación de un número no especificado de prisioneros de seguridad palestinos; la retirada de Fuerzas israelíes de “áreas pobladas” de Gaza; el regreso de los civiles de Gaza a sus hogares en toda la Franja; y la ampliación de la entrega de ayuda.
La segunda fase, que sería negociada directamente entre las partes durante la primera fase, comprende “un cese permanente de las hostilidades” a cambio de la liberación de los rehenes restantes y la retirada total de las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI] de Gaza.
Según la propuesta, si las negociaciones hacia la segunda fase duran más de seis semanas, el alto al fuego continuará mientras duren las negociaciones.
La redacción de la resolución pone en duda si Israel conservaría la libertad operativa en Gaza, para sacar completamente a Hamás del poder, aunque “enfatiza la importancia” de que la Autoridad Palestina [AP] regrese al poder en Gaza.
El gobierno israelí rechaza tanto el gobierno de la AP en la Franja, como el dejar a Hamás en el poder.
La tercera fase implicaría la liberación de los rehenes muertos restantes y un plan de reconstrucción de largo plazo en Gaza.
La cuestión de cuánto tiempo se espera que se mantenga el alto al fuego de la fase uno, en caso de que Israel sienta que está siendo arrastrado a negociaciones de mala fe; fue un importante punto de fricción en las discusiones y los funcionarios de la administración Biden no han respondido.
Hamás emitió un comunicado celebrando la adopción de la resolución y afirmando que estaba dispuesto a trabajar con mediadores, en negociaciones indirectas con Israel para implementarla.
Curiosamente, Gilad Erdan, embajador de Israel ante la ONU, no se dirigió al Consejo de Seguridad como estaba previsto, a pesar de que estuvo presente en la sala del consejo durante parte de la reunión.
En cambio, el alto diplomático israelí Reut Shapir Ben Naftaly dijo al consejo, que los objetivos bélicos de Israel han sido “muy claros” desde el principio: “Traer a todos nuestros rehenes de vuelta a casa y desmantelar las capacidades de Hamás… y garantizar que Gaza no represente una amenaza para Israel en el futuro”.
Cuando se alcancen estos objetivos la guerra terminará, afirmó. «Esto también significa que Israel no participará en negociaciones interminables y sin sentido, que pueden ser explotadas por Hamás como un medio para ganar tiempo», añadió.
La misión de Israel en la ONU no hizo comentarios sobre por qué Erdan no habló en la reunión. Erdan había expresado su oposición a su homóloga estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, con respecto a un borrador anterior de la resolución, la semana pasada.
Ese texto fue modificado, eliminando la mención de “zonas de amortiguamiento” en la sección que rechazaba los cambios territoriales en Gaza. Las FDI han estado creando zonas de amortiguamiento a lo largo de la frontera entre Israel y Gaza para proporcionar una capa adicional de seguridad, y tienen planes de ampliarlas. La enmienda parece haber sido una concesión directa a Israel, a pesar de la oposición declarada de Estados Unidos a la creación de dichas zonas.
Thomas-Greenfield aseguró al consejo el lunes, que Israel había aceptado el acuerdo de alto al fuego, asignando a Hamás la responsabilidad de corresponder.
“Estados Unidos ayudará a garantizar que Israel también cumpla con sus obligaciones, suponiendo que Hamás acepte el acuerdo”, dijo Thomas-Greenfield. «Los combates podrían terminar hoy si Hamás hiciera lo mismo».
Vasily Nebenzya, enviado de Rusia ante la ONU, dijo que no estaba claro a qué se había comprometido realmente Israel.
«Hamás está llamado a aceptar este llamado acuerdo, pero todavía no hay… claridad sobre el acuerdo oficial de Israel», dijo Nebenzya. “Dadas las numerosas declaraciones de Israel sobre la extensión de la guerra hasta que Hamás sea completamente derrotado… ¿qué ha acordado específicamente Israel?”
Sin embargo, a pesar de que el Consejo “dio carta blanca y firmó este plan y con detalles que no tienen”, Nebenzya dijo que Rusia no había usado su veto para anular la resolución, porque contaba con el apoyo del mundo árabe.
El Consejo de Seguridad adoptó una resolución el 25 de marzo, exigiendo un alto al fuego humanitario, durante las fiestas del Ramadán, con la polémica abstención de Estados Unidos.
Esa resolución exigía “un alto al fuego inmediato durante el mes de Ramadán [uno de los cinco pilares del Islam cuando se observan disciplinas estrictas] respetado por todas las partes, que conduciría al alto al fuego duradero, y también, exigía la liberación inmediata y condicional de todos los rehenes”.
Sin embargo, no vinculó explícitamente las dos demandas.
Publicado el 11 de junio de 2024
Publicado en junio 12, 2024
Fotografía por: Rick Bajornas/UN Photo/jns.org
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