Los voluntarios israelíes de United Hatzalah [Organización de servicios médicos de emergencia] que trabajan en Marruecos, azotado por el terremoto, han pasado de la búsqueda y el rescate al tratamiento de las víctimas.
En una llamada telefónica con el Servicio de Prensa de Tazpit desde la aldea rural marroquí de Askouen, el director de operaciones francesas de Hatzalah, Samuel Arrouas, dijo: «Ahora estamos tratando a personas que, por ejemplo… no pueden obtener los medicamentos que necesitan».
United Hatzalah es una organización israelí de servicios médicos de emergencia sin fines de lucro.
Al menos 3,000 personas han muerto desde que un terremoto de magnitud 6.8 sacudió Marruecos el 8 de septiembre. El terremoto, cuyo epicentro estuvo cerca de Marrakech, devastó aldeas rurales donde miles de casas se derrumbaron, atrapando a la gente entre los escombros.
Dentro de 24 horas, una delegación de Hatzalah estaba en el terreno, involucrada en operaciones de búsqueda y rescate.
Arrouas dijo que la delegación ha estado viajando por las zonas rurales de Marruecos, instalando una clínica de campo en pequeñas comunidades y tratando a la gente. Las ubicaciones se eligieron en consulta con los líderes de la comunidad local.
«Estamos viendo gente que no tenía mucho y que lo perdió todo», dijo Arrouas. «Personas con diabetes o hipertensión arterial que perdieron sus medicamentos. Personas que se rompieron una pierna y ahora están infectadas o deshidratadas. Tratamos una media de 150 a 200 personas al día».
Arrouas dijo que cuando hay tiempo libre, los voluntarios pasan tiempo con los niños marroquíes, haciendo dibujos y repartiendo globos y juguetes.
«Es como si nunca hubieran visto juguetes en las zonas rurales», dijo Arrouas. «La mayoría de los niños no van a la escuela. Empiezan a trabajar a una edad temprana y ahora han perdido a sus padres y los israelíes les reparten pan y juegan con ellos».
Le contó a TPS sobre un niño de ocho años que recibió un caramelo de otra delegación humanitaria y lo compartió con los israelíes “como gesto de agradecimiento”.
«Los marroquíes aman a Israel. Están felices de que estemos allí», dijo.
El trabajo de ayuda también significó pasar Rosh HaShaná, el Año Nuevo judío, en las montañas del Atlas, lejos de las familias en Israel. Pero salvar vidas «es lo primero que todo», subrayó Arrouas.
Cuando se le preguntó cómo se compara la situación con otras áreas de desastre en las que ha trabajado, Arrouas dijo que el terremoto de Marruecos fue “diferente” del terremoto de febrero que mató a más de 67,000 personas en Turquía y Siria.
«En Turquía, los edificios eran más altos y la gente permaneció enterrada bajo los escombros durante mucho tiempo», dijo. «Aquí los edificios no son tan sólidos, pero era más fácil sacar a la gente porque las casas eran más sencillas».
Israel y Marruecos normalizaron sus relaciones en diciembre de 2020 como parte de los ‘Acuerdos de Abraham’ negociados por Estados Unidos. Se estima que un millón de israelíes son de Marruecos o de ascendencia marroquí. Aproximadamente 3,000 judíos viven actualmente en el país norteafricano.
ENFOQUE DE ORACIÓN: Oremos por Marruecos mientras lidia con las secuelas del devastador terremoto que sacudió a principios de este mes. Demos gracias a Dios por los voluntarios médicos de emergencia israelíes, que fueron algunos de los primeros auxiliadores en llegar al lugar, realizando operaciones de búsqueda y rescate. Oremos para que puedan continuar con la abrumadora tarea de tratar a entre 150 y 200 personas por día, y que con su presencia, los marroquíes cuyas vidas han sido destrozadas —particularmente los niños— encuentren una sensación de paz y reconocimiento de que Dios es su esperanza.
VERSO BÍBLICO: “Aunque yo ande en medio de la angustia, Tú me vivificarás; extenderás Tu mano… El Señor cumplirá Su propósito en mí; eterna, oh Señor, es Tu misericordia; no abandones las obras de Tus manos«.
-Sal 138:7a, 8 NBLA
Publicado en septiembre 19, 2023
Fotografía por: Yoav Dudkevitch/TPS/jns.org
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