by: Rebecca J. Brimmer, Presidenta Internacional
Hace poco más de un año, Israel se vio sumido en la oscura noche de la guerra. El 7 de octubre de 2023, Hamás lanzó un terrible ataque terrorista, lo que desencadenó una guerra que aún continúa. Casi un año después, el 1 de octubre de 2024, yo estaba en un avión que volaba hacia Israel cuando Irán disparó casi 200 misiles balísticos contra Israel. El hombre israelí que estaba sentado a mi lado había comprado Wi-Fi y estaba en su teléfono viendo en directo cómo los misiles sobrevolaban las ciudades israelíes. Observamos con horror cómo se desarrollaba la escena. De repente, me dijo: “Todo saldrá bien. Dios está con nosotros”. Este hombre no llevaba kipá [una gorra ritual utilizada por los varones judíos como muestra de respeto hacia Dios] ni ninguna otra vestimenta religiosa. Era un judío secular que contaba con que Dios rescatara a Israel. Esta guerra ha hecho que muchos en Israel se vuelvan hacia Dios.
Cantos de alabanza en medio del dolor
Después de vivir en Israel durante 33 años, disfruto de la música hebrea israelí y a menudo veo nuevos videos. Hace unos meses, se lanzó un nuevo video musical llamado Aleluya, por los populares músicos israelíes Moshe Peretz y Yonaton Razel. Peretz es un conocido artista pop y solía ser juez en Factor X Israel, mientras que Razel es un cantante religioso judío. La canción fue tomada del Salmo 150 y es un himno de fe profundamente conmovedor. La primera línea del coro declara: “Con toda mi alma alabaré a Dios…”. Se canta con tanto fervor que se me llenan los ojos de lágrimas cuando la escucho.
Su presencia en la oscuridad
La primera rehén que encontraron y rescataron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fue Ori Megidish. La fe en Dios de su familia durante su cautiverio fue notable. Una fuente de noticias describió sus acciones de la siguiente manera: “La familia libró una guerra santa, participando en intensas oraciones y actos devocionales centrados en el regreso de su hija”. Mientras Megidish estuvo retenida como rehén, su familia hizo arreglos para que le trajeran un nuevo rollo de la Torá (Gn-Dt) a su habitación antes de instalarlo en la sinagoga, todo mientras la congregación cantaba alabanzas a Dios y clamaba por su regreso. Fue en ese momento cuando se enteraron de que la habían rescatado.
Megidish compartió más tarde su convicción en sus propias palabras: “Soy una mujer de fe. Mi fe en Dios me sostiene, me brinda consuelo y fortaleza. En medio del cautiverio, sentí una profunda convicción de que la intervención divina me liberaría”.
Ella no es la única rehén que habla en términos de fe. Yaakov Yagil, de 13 años, compartió en Instagram que tuvo una conexión con Dios durante su tiempo de cautiverio. “Cuando a menudo me preguntan cuál es mi verdadera conexión con el Todopoderoso, respondo que durante el cautiverio, lo que me mantuvo en pie fue la creencia de que no estaba solo, que Él estaba conmigo; Él que, aunque no logró protegerme de ser secuestrado, definitivamente me protegió durante todo mi tiempo en cautiverio”.
Después de su liberación, Yagil decidió acercarse a Dios. Ahora usa kipá, se pone tefilín (filacterias) y asiste a la sinagoga. Según Yagil, quiere expresar su gratitud a Dios por mantenerlo a salvo del enemigo.
He orado por los rehenes desde el día que fueron secuestrados. Una de las cosas que pido es que Dios esté con ellos, que los proteja y que sientan Su presencia en medio del peligro y el mal. Estos testimonios confirman que esas oraciones están siendo contestadas.
Fe en abundancia
Mantengo contacto con muchos amigos israelíes. Un amigo políticamente influyente me escribió recientemente y me dijo: “Estamos unidos y decididos y nuestra fe es fuerte. No sé lo que nos espera, pero creo que estamos atravesando días difíciles por un tiempo. El Salmo 121 es un cántico en mi corazón”. Más tarde me enteré de que este salmo se ha añadido a los servicios de oración diarios en muchas sinagogas.
Los datos estadísticos muestran que muchos israelíes han recurrido a la fe desde el 7 de octubre para hacer frente al dolor y a la crisis actual de la guerra. Una encuesta publicada en el Jerusalem Post en febrero de 2024 reveló que el 33% de los israelíes han fortalecido su fe en Dios, especialmente los jóvenes de entre 18 y 29 años. Un total del 63% afirmó que ora más, el 59% dijo que tiene más conversaciones con Dios y el 45% recita los salmos con más frecuencia.
Forward, un periódico judío, informa sobre la vida judía estadounidense. Escribió que “los líderes judíos de todas las denominaciones llevan meses describiendo un profundo despertar religioso en sus comunidades después del 7 de octubre”.
Cuando comenzó la guerra en octubre de 2023, empezamos a oír que los soldados pedían tefilín. Los tefilín son cajitas de cuero que contienen pasajes de las Sagradas Escrituras que los judíos religiosos se colocan sobre la frente y en el brazo con correas de cuero durante el tiempo de oración. Esto se hace debido a la Escritura en Deuteronomio 6:4-9, donde encontramos el Shemá (“Escucha, Israel”, la pieza central de la oración judía). El versículo 8 instruye: “Los atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos”. Muchos de estos jóvenes nunca habían usado tefilín antes. El sitio web de la Unión Ortodoxa describió una ceremonia de entrega durante la cual los soldados recibieron sus tefilín. “Hubo alegría y abrazos; hubo bendiciones y palabras amables; y, sobre todo, hubo “emuná”, fe, en abundancia”.
Él que guarda a Israel
Las historias de misiones militares y milagros comenzaron a surgir casi cuando estalló la guerra. Ron Ben-Yishai, un veterano corresponsal de guerra israelí que ha estado en Gaza varias veces desde el comienzo de la guerra, dice que esta ha sido una guerra que ha consolidado la emuná. “Durante toda la guerra, realmente se podía sentir a Hashem (Dios)… Aquí se ve gente que nunca antes había creído y que comenzó a asistir al “shul” (servicios de la sinagoga)… Cada vez que entramos en batalla, tocamos el “shofar” (cuerno de carnero) y oramos. Realmente sientes que este es un ejército judío. Estamos haciendo lo que tenemos que hacer por Eretz Yisrael (la Tierra de Israel) y ahí es donde te sientes realmente cerca de Dios”.
El Salmo 121:4 describe a Dios como el Guardián de Israel que vela (guarda o protege) por esta Tierra y su gente sin adormecerse ni descansar. Me siento agradecida porque el Dios de Israel está vivo y activo, y porque Él aún sigue acercándose al pueblo de Israel con amor y cuidado.
Publicado en noviembre 22, 2024
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