Israel celebra sus 70 años de independencia nacional, y existe una enorme ironía en dicho número. Fue en el año 70 que el imperio romano destruyó a la previa nación judía, incluyendo el Templo, el centro vinculante del pueblo judío. El renacimiento de Israel es un evento totalmente milagroso. Requirió dedicación y entrega por parte de muchas personas a un movimiento nacional que comenzó con el establecimiento del sionismo, que es el movimiento de liberación nacional del pueblo judío.
Ese movimiento, por medio de la diplomacia brillante de nuestros antepasados como Teodoro Herzl y Chaim Weizmann, unificó las energías del pueblo y permitió que David Ben-Gurion proclamase la Independencia en 1948.
En su nacimiento, Israel fue atacado por múltiples ejércitos árabes que le rodeaban. Si uno mira a los datos estadísticos de Israel en la actualidad, tenemos hoy sobre 8 millones de personas en este país. Pero nuestros vecinos, quienes han estado en guerra contra nosotros todos estos años, tienen como 300 millones. Si uno mira el tamaño de nuestro territorio, Israel es un país con poca profundidad estratégica. Por ejemplo, sólo toma cuatro minutos para que un avión militar soviético cruce del Río Jordán al Mar Mediterráneo. Son diez mil millas cuadradas.
Pero nuestros vecinos árabes tienen 650 veces ese tamaño de territorio. Eso les da una clara ventaja estratégica. Crea una asimetría fundamental entre Israel y los países que lo rodean. Pero Israel ha logrado perseverar durante los pasados 70 años. Ese es el milagro en que los israelíes piensan cuando consideran el significado de los 70 años de independencia.
Israel ha tenido un extraordinario adelanto en la innovación, en respuesta a la necesidad militar, lo que le ha dado a Israel una ventaja científica y tecnológica.
Israel también desarrolló una fórmula para integrar a los diversos inmigrantes a nuestra sociedad, personas de muchos trasfondos diferentes, como la Unión Soviética, Etiopía, Alemania, Estados Unidos, India y Gran Bretaña. Y a pesar de tantos distintos sabores en la sociedad israelí, nos hicimos uno. Esa determinación, ese compromiso por hacer que el experimento sionista funcione, nos dio la enorme fuerza para enfrentar cada reto que nos era presentado.
Desde los días de su fundación en 1948, Israel desarrolló una doctrina de que se tiene que defender a sí mismo. Es cierto que existen amenazas que Israel no puede manejar por sí solo. En los días de la Guerra Fría, no hubiéramos podido resistir a la Unión Soviética solamente con nuestras propias destrezas. Teníamos una alianza con Estados Unidos. Antes de eso, teníamos una alianza con Francia. Pero frente a los países del Medio Oriente que nos han amenazado, hemos demostrado la capacidad de resistir cualquier cosa que nos enfrente por nosotros mismos. Eso también nos ha dado una ventaja moral en la lucha de la opinión pública mundial.
El ciclo de fiestas israelíes hace algo muy inusual, comparado con el resto del mundo. De hecho, es único. Antes de celebrar nuestra independencia nacional, tenemos un día para recordar a todos esos soldados que han caído en las guerras de Israel. Pienso que los israelíes comprenden que nuestros éxitos hoy día, nuestra independencia, hubiera sido imposible si no fuera por el sacrificio voluntario de esas vidas para que pudiésemos permanecer libres.
Hoy día, al conmemorar los 70 años de la independencia de Israel, inclinamos la cabeza en memoria de los que hicieron posible nuestra independencia. Luego, pasamos de una memoria dolorosa en nuestro pasado a una tremenda alegría y anticipación ante el futuro de Israel.
MOTIVO DE ORACIÓN: Recordemos los muchos soldados caídos y las víctimas de las guerras de Israel, en gratitud por su sacrificio, antes de que nos regocijemos por sus 70 años de victoria como nación y como pueblo de Dios, aún vivos en este complejo mundo moderno lleno de anti-semitismo. Ore para que el corazón de Israel siempre sea fiel hacia su Dios, quien les ha sido siempre fiel.
VERSO BÍBLICO: “Porque tú eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para ser pueblo Suyo de entre todos los pueblos que están sobre la superficie de la tierra” (Deuteronomio 7:6).
Publicado en abril 23, 2018
Fotografía por: Ashernet
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