El importante ataque preventivo de la Fuerza Aérea israelí [FAI] del domingo, lanzado poco antes de las 5:00 a.m. contra las posiciones de Jizbolá en el sur del Líbano, fue una dura sorpresa para el ejército terrorista respaldado por Irán.
Sin embargo, a pesar de este importante logro y la bienvenida activación de medidas preventivas, es importante recordar que la amenaza fundamental para el norte de Israel sigue vigente.
Es probable que tanto Jizbolá como su patrocinador iraní estén realizando una evaluación exhaustiva de la situación, para medir el daño que sufrió Jizbolá y planificar su próximo movimiento. Las primeras señales son que desean poner fin a este episodio en particular y reagruparse para la siguiente etapa de su guerra contra Israel.
Según el teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz internacional de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la operación fue una respuesta directa a los informes de inteligencia que indicaban que Jizbolá se estaba preparando para lanzar un amplio ataque con misiles y cohetes contra el norte y el centro de Israel.
Las FDI han estado siguiendo de cerca las capacidades de ataque de Jizbolá e Irán, y se mantuvieron en el máximo estado de alerta en previsión de un ataque contra Israel. Durante semanas, el eje radical chiita liderado por Irán, ha estado amenazando con responder a los asesinatos del jefe del Estado Mayor de Jizbolá, Fu’ad Shukr, en Beirut el 30 de julio, y del jefe del Buró Político de Hamás, Ismael Haniyeh, en Teherán el 31 de julio.
La rápida y decisiva acción del domingo de las FDI, en la que participaron alrededor de 100 aviones de combate; tuvo como objetivo miles de lanzacohetes de Jizbolá en más de 40 zonas de lanzamiento en el sur del Líbano; frustrando lo que podría haber sido un ataque significativo contra Israel.
Este domingo, Jizbolá todavía podía disparar cientos de cohetes y vehículos aéreos no tripulados hacia las comunidades del norte de Israel, pero la mayor parte de su ataque fue desviado por la acción preventiva de la Fuerza Aérea israelí.
Los preparativos de Jizbolá implicaron empotrar lanzacohetes en pueblos y ciudades del sur del Líbano, aumentando así el riesgo de daños colaterales durante cualquier ataque de represalia.
Las Fuerzas de Defensa de Israel instaron a los civiles libaneses, a alejarse de las zonas de actividades de Jizbolá. Llevaron a cabo una notable operación que no sólo destruyó una cantidad considerable de lanzacohetes, sino también demostró a nivel operativo y de inteligencia que Israel está observando las actividades de Jizbolá en tiempo real, y que puede responder rápidamente a las advertencias de inteligencia.
Jizbolá se había estado preparando para disparar cohetes y misiles contra Israel, pero algunos informes indicaban que tenían como objetivo lugares estratégicos claves en el centro de Israel; incluidas instalaciones militares y de seguridad. Shoshani confirmó que la mayoría de los ataques planeados por Jizbolá tenían como objetivo alcanzar objetivos en el norte de Israel y «algunos en el centro de Israel».
Más de 7,000 proyectiles
Shoshani destacó que Jizbolá ha disparado más de 7,000 cohetes, misiles y vehículos aéreos no tripulados explosivos contra Israel, desde octubre de 2023.
Esto es un recordatorio de la intolerable situación en el norte de Israel creada por este agente iraní.
Aprovechando el conflicto de Israel en dos frentes y la limitación de sus recursos militares, Jizbolá ha podido convertir una sección entera del norte de Israel en una zona prohibida para los civiles durante 10 meses. Unos 60,000 israelíes siguen desplazados internamente.
Para el ataque previsto del domingo, parece que Jizbolá estaba planeando disparar una combinación de misiles balísticos guiados, enjambres de vehículos aéreos no tripulados y cohetes no guiados contra objetivos valiosos en Israel; como objetivos militares en el corazón de una ciudad del centro de Israel.
Según el Centro de Investigación y Educación Alma, Jizbolá posee miles de proyectiles de precisión, incluidos los misiles Fateh 110 suministrados por Irán, que tienen un alcance de 350 kilómetros y que, si se disparan desde el sur del Líbano pueden alcanzar el centro de Israel. En total, se cree que Jizbolá posee unas 250,000 ojivas, de las cuales 150,000 son granadas de mortero y 65,000 son cohetes con un alcance de hasta 80 kilómetros.
Al demostrar su voluntad y capacidad para llevar a cabo operaciones a gran escala de manera preventiva, Israel envía un mensaje claro a Jizbolá, y a sus patrocinadores en Teherán: cualquier amenaza inminente significativa a los civiles israelíes será respondida con fuerza preventiva.
La pregunta que queda es ¿cómo planea Israel restablecer la seguridad en el norte?
El profundo arraigo de Jizbolá en la comunidad chiita del sur de Líbano; su conversión de unas 200 aldeas en bases de ataque; y su compromiso ideológico de representar a la Revolución Islámica de Irán; son evidencia de que la amenaza persistirá hasta que Israel decida abordarla estratégicamente.
La comunidad internacional tiene un papel que desempeñar en la lucha contra la guerra yihadista entre Irán y Jizbolá. Éstos amenazan con arrastrar al Líbano a un conflicto más amplio en el sur del Líbano, con devastadoras consecuencias para su población civil.
Publicado el 26 de agosto de 2024
Publicado en agosto 27, 2024
Fotografía por: Jack Guez/AFP via Getty Images/jns.org
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