A las 15:00 horas locales en La Haya del día de mañana, el juez Nawaf Salam, ex diplomático libanés que preside la Corte Internacional de Justicia [CIJ], subirá al podio para pronunciar el fallo de la corte mundial sobre si tiene en cuenta la presencia militar y civil de Israel en el este de Jerusalén; así como Judea y Samaria; calificándola como “ocupación ilegal”, según el derecho internacional.
Los expertos advierten que Israel debería “prepararse para lo peor”.
Según Andrew Tucker, director general de la Iniciativa de La Haya para la Cooperación Internacional (thinc.), una red global de académicos, practicantes y expertos en derecho internacional que aboga por la interpretación y aplicación justa del derecho internacional para la paz y la seguridad, entre el Estado judío y sus vecinos; la legitimidad de Israel está constantemente bajo ataque y los adversarios de Jerusalén a menudo esgrimen el mal uso del derecho internacional como arma preferida. Sin embargo, el fallo de mañana bien podría resultar el pináculo del abuso; advierte Tucker.
Se espera que el veredicto de mañana, dice, “haga que el tribunal acceda a la demanda palestina de declarar ilegal la llamada ocupación israelí de Jerusalén oriental, así como de Judea y Samaria, también conocida como el corazón bíblico”. También es probable que el tribunal exija el fin inmediato de la supuesta ocupación y la rápida expulsión de todas las comunidades judías de la zona.
El veredicto constituye una opinión consultiva, reconoce Tucker, por lo que no es vinculante ni ejecutable. De todos modos, el impacto será devastador. Israel teme que pueda desencadenar una ola de sanciones contra Jerusalén y provocar que los gobiernos corten los lazos con el Estado judío, con el pretexto de hacer lo correcto. También alimentará el fuego del antisemitismo; dará un sentido de legitimidad al sentimiento antiisraelí generalizado que recorre el mundo; servirá como proverbial sello de aprobación para multitudes que cantan “desde el río hasta el mar”; e incentivará la violencia contra el pueblo judío. Además, el fallo también puede llevar a la CIJ a pedir a la Corte Penal Internacional, que inicie procedimientos penales contra altos funcionarios israelíes a cargo de la administración de Judea y Samaria.
Sin embargo, Israel y el pueblo judío no son los únicos partidos que pueden perder. En última instancia, dice Tucker, un veredicto de “ilegal” mañana, socavará la propia legitimidad de la CIJ empañando el propósito para el cual se instituyó la corte.
La sentencia de mañana se ha hecho esperar. En diciembre de 2022, las Naciones Unidas (ONU) emitieron la Resolución 77/247, solicitando a la CIJ que aclarara la legalidad de la “ocupación, asentamiento y anexión del territorio palestino ocupado desde 1967” por parte de Israel.
Según Tucker, a la CIJ se le presentó una narrativa unilateral que ignora las complejidades del conflicto y tergiversa el contexto legal, histórico y político. Por ejemplo: “la conexión histórica del pueblo judío con la tierra se ignora por completo; al igual que los fuertes reclamos legales que Israel tenía sobre la soberanía sobre los ‘territorios ocupados’, antes de recuperarlos de manos de Jordania y Egipto en 1967″.
Tucker advierte que el fallo de mañana, podría eludir el actual marco legalmente vinculante y sancionado internacionalmente ,para resolver el conflicto entre Israel y Palestina. “Todas las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre este tema, así como los Acuerdos de Oslo que aún son vinculantes, requieren una solución negociada al conflicto. Una Opinión Consultiva que declare, por ejemplo, que los palestinos tienen derechos soberanos sobre el ‘territorio ocupado’, o que Israel debe retirarse incondicionalmente; socavaría totalmente los derechos legales y de seguridad de Israel en tales negociaciones”, explicó.
El enfoque se reduce a que, los palestinos “movilicen a Estados miembros de la ONU antioccidentales y particularmente antiisraelíes, para socavar la seguridad de Israel y lograr el reconocimiento internacional de un Estado palestino independiente en el territorio, estratégicamente sensible de Cisjordania [Judea y Samaria] y la antigua ciudad de Jerusalén y sus alrededores”, dijo Tucker. “Un Estado así tendría como objetivo, nada menos que la erradicación del Estado de Israel. Esto es inaceptable y los Estados miembros de la ONU tienen el deber de garantizar que esto no suceda”.
A principios de este mes (thinc.), organizó una cumbre en La Haya destinada a analizar las consecuencias del fallo de mañana. Casi mil cristianos de 45 naciones asistieron para mostrar su apoyo a la conexión bíblica del pueblo judío con la Tierra.
Los asistentes, incluido el reverendo Peter J. Fast, director ejecutivo internacional de Puentes para la Paz; redactaron una apelación directa a la CIJ, que el secretario del tribunal entregó personalmente a cada uno de los 15 jueces.
Una parte del decreto dice: “Nosotros, representantes cristianos de nuestras naciones de todo el mundo, declaramos y testificamos que la Tierra de Israel incluye Jerusalén del Este, Judea y Samaria. Estas áreas pertenecen indiscutiblemente a Israel y son, en última instancia, herencia del pueblo judío. Dividir la Tierra está en conflicto con la Biblia y la voluntad del Señor Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Dios de Israel”.
Mientras el reloj marca las 3:00 p.m. de mañana, llamamos a todos los cristianos del mundo a cubrir a Israel y su pueblo con oración.
Publicado el 18 de julio de 2024
Publicado en julio 19, 2024
Fuente: Un artículo por Ilse Strauss, originalmente publicado por Bridges For Peace (Puentes para a Paz), el 18 de julio de 2024. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy).
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