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La crueldad nazi de Hamás demuestra que no le importa la solución política

octubre 23, 2023
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Una Estrella de David amarilla que los judíos fueron obligados a usar durante el Holocausto.

No es de extrañar que los autores de la masacre del 7 de octubre hayan sido comparados con los nazis, tanto por su crueldad como por su objetivo. Está claro que una solución política no es la meta de Hamás. Dicho esto, es mejor evitar utilizar el término “Holocausto” para describir los acontecimientos, por varias razones. Es cierto que fuimos testigos de escenas que se hacen eco de momentos que están profundamente grabados en la conciencia de muchos israelíes, judíos y de otras nacionalidades. Familias arruinadas, personas escondidas, individuos que intentan sin éxito huir de las balas. La asociación es obvia. Sin embargo, aunque ese sea el objetivo de Hamás, en estos tiempos hay que decir que no fue un Holocausto.

No es ningún secreto que las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI] no estaban adecuadamente presentes sobre el terreno. La impotencia de quienes esperaban la llegada del ejército para salvarlos desafía la imaginación. Pero una vez que llegó, las FDI estuvieron a la altura del desafío y siguieron enérgicamente con su misión. Se critica que la respuesta fue inadecuada. Al mismo tiempo, organizaciones se apresuraron a poner sus habilidades y buena voluntad a disposición de las necesidades de los residentes. Si sólo una pequeña parte de esos recursos —instituciones estatales, incluido un ejército, así como una sociedad civil dedicada y eficiente— hubieran estado a disposición de los judíos en Europa, el pasado habría sido diferente.

Las dimensiones y duración de los acontecimientos también son importantes. Es inconcebible que, en un solo día, fueran asesinados más que durante toda la segunda Intifada, aproximadamente el doble de los caídos en la Guerra de los Seis Días. Desde septiembre de 1939 hasta mayo de 1945, unos 3,000 judíos fueron asesinados de media cada día.

Además, el Holocausto fue un acontecimiento único no sólo en la historia de los judíos, sino de toda la humanidad. Millones de personas perdieron la vida en guerras, incluidos los más de 20 millones de soldados y civiles soviéticos que murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Millones perecieron en guerras civiles o por capricho de dictadores, como en Camboya. No muy lejos de nosotros, innumerables armenios fueron eliminados en el Imperio Otomano. Cuando Hitler conspiró contra los judíos, señaló el precedente armenio como prueba de que su plan no tendría oposición. Pero no hay ninguna otra situación como la de la Shoá [Holocausto], en la que todo el aparato de un país se alistó con el único propósito de llevar adelante un genocidio.

La matanza cuyas víctimas están siendo identificadas y enterradas es un horror que quedará impreso para siempre en nuestra nación. La preocupación por los heridos y el pavor por la suerte de cientos de rehenes nos envuelve. Pero el genocidio es la destrucción comunal de una nación. Si definimos como Holocausto una tragedia que no amenazó a la nación y al Estado, la palabra pierde su significado y se ve privado de su singularidad. Si toda catástrofe es un Holocausto, entonces ninguna lo es. La gravedad de los acontecimientos no se verá menoscabada si nos limitamos a afirmar que el sábado 7 de octubre de 2023, Simjat Torá [Regocijo en la Torá] 5784, fue el peor día para Israel desde su creación hace 75 años.

¿Se preguntan si eso es importante? ¿Debería ser un problema, mientras se entierra a los muertos y rugen las armas? Sí. Cualquiera que intente influir en la opinión pública —en publicidad, política, educación y otros campos— dará fe de que cuando las palabras y eslóganes se afianzan, cambian la conciencia e influyen en la realidad. Si esto es un Holocausto, ¿Quiénes somos? ¿Luchadores del gueto de Varsovia? ¿Partisanos en los bosques? ¿Los millones asesinados? No somos.

Es un desastre. Un trauma que nunca será borrado, especialmente por aquellos que lo sufrieron. Un dolor interminable para las familias de las víctimas. Socavado el sentido de seguridad de los residentes israelíes. Daño emocional. Un fracaso de varios niveles. Destrucción. Ruina. Daño económico. Que sea suficiente.

Publicado en octubre 23, 2023

Fuente: Un artículo por Tova Herzl, originalmente publicado por Ynetnews el 23 de octubre de 2023. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy). Puedes ver el artículo original traducido en este link.

Fotografía por: DRG-fan/commons.wikimedia.org

Fotografía con licencia: Wikimedia