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La guerra contra el antisemitismo es interminable

noviembre 13, 2021

Graffiti antisemita

El 26 de octubre se llevó a cabo una pequeña manifestación frente al centro de la comunidad judía en San Antonio, Texas. Los manifestantes, un grupo que se autodenomina Liga de Defensa Goyim, sostenían una pancarta que decía «Toquen la bocina si saben que el Holocausto es falso». Estos antisemitas lo hicieron a plena luz del día, para que todos lo vieran. ¿Y los conductores? Algunos sí tocaron la bocina.

Es el año 2021 y es “normal” ver a personas, en un país occidental democrático donde viven muchos sobrevivientes del Holocausto, que piensan que el peor crimen en la historia de la humanidad nunca sucedió.

Esta manifestación puede haber sido pequeña, pero simboliza un problema mucho mayor: la educación sobre el Holocausto en las escuelas y universidades es deficiente, si es que existe, y esto se combina con una sensación de apatía hacia el aumento del antisemitismo en todo el mundo.

Centrémonos por un momento en ese extraño grupo de Texas. Se conocen las identidades de sus miembros y con frecuencia participan en eventos antisemitas difundiendo odio, pero nadie hace nada al respecto. Son libres de tirar su basura hacia todas partes.

Una vez más, este pequeño grupo de Texas no es el problema; el problema es cómo los países hacen promesas vacías y emiten declaraciones bien redactadas, mientras que la guerra contra el antisemitismo se ubica claramente en un lugar muy bajo en su lista de prioridades.

Esta indiferencia es la raíz de todo mal. El 9 de noviembre de 1938, Adolfo Hitler puso a prueba la respuesta del mundo al abuso sistémico de los judíos. En este pogromo antijudío —conocido como Kristallnacht, o la ‘Noche de los cristales rotos’— decenas de judíos fueron asesinados, decenas de miles fueron arrestados y enviados a campos de concentración, y alrededor de 1,400 sinagogas y negocios judíos fueron quemados hasta sus cimientos. El mundo se mostró indiferente a los horrores que comenzaron en Europa en Kristallnacht. Hitler se dio cuenta de que podía dañar y matar judíos sin obstáculos, y así comenzó el mayor crimen de la humanidad.

Al discutir las lecciones del Holocausto, debemos recordar que no surgió de la nada. Fue precedido por años de incitación y discriminación. Por lo tanto, conmemoramos la ‘Noche de los cristales rotos’ como el punto de inflexión en la cadena de eventos que terminaron en las fosas de disparos, cámaras de gas y crematorios. Estos eventos arrojan luz sobre la verdad histórica, y cuentan las historias de los últimos sobrevivientes del Holocausto que estuvieron allí.

La educación sobre el Holocausto y la guerra contra el antisemitismo van de la mano, y dependen la una de la otra. Sin educación sobre el Holocausto, no se puede detener el antisemitismo. Somos parte de la última generación que puede escuchar de primera mano las historias de aquellos que pasaron por ese infierno, los que presenciaron ese antisemitismo desde el comienzo, hasta un final muy cruel.

La ‘Marcha de los vivos’ es un programa educativo anual que reúne a estudiantes de todo el mundo en Polonia, para que puedan explorar los restos del Holocausto. Asumimos la misión de pasar la antorcha conmemorativa a las generaciones venideras. Abrazamos a los sobrevivientes y estamos ansiosos, muy ansiosos, por el día en que ellos no podrán hablar más.

En 2021, el antisemitismo continúa proliferando sin obstáculos en todo el mundo. Una encuesta reciente del Comité Judío Estadounidense muestra que uno de cada cuatro judíos estadounidenses ha sido víctima de antisemitismo en el último año; el 40% de los encuestados testificó que sentían la necesidad de ocultar su judaísmo, o recortar las actividades consideradas ‘judías’. Una cuarta parte moderó el contenido que publicaron en línea para no ser identificados como judíos, el 22% cambió su atuendo y el 17% reconsideró ir a ciertos lugares. En algunos países europeos, como Alemania, Francia y Gran Bretaña, la situación es similar o peor.

La pandemia de COVID-19 dio a los antisemitas nuevas excusas y complots para culpar a los judíos, y el anonimato ofrecido por Internet les brinda la confianza y la plataforma que necesitan. Una vez más, estamos hablando de una minoría pequeña y ruidosa que continúa haciéndolo sin ser molestada.

El antisemitismo debe ser enfrentado en cualquier lugar y en cualquier momento que asome su fea cabeza, en las calles y espacios virtuales. No podemos dejar de luchar y pensar que la amenaza ha quedado atrás. El racismo, si se deja solo, hará metástasis y, con el tiempo, se extenderá a todas las partes de la sociedad.

La ‘Marcha de los vivos’ pronto volverá a marchar sobre suelo polaco, donde millones fueron asesinados. Continuaremos recordando, marchando y haciendo brillar una luz contra el antisemitismo, el racismo y el odio, dondequiera que podamos.

El Dr. Samuel Rosenman es el director de la ‘Marcha de los vivos’.

 

Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz
Revisado por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos

 

Publicado en noviembre 13, 2021

Fuente: Un artículo por Dr. Samuel Rosenman, originalmente publicado por Ynetnews el 9 de noviembre de 2021. (El vocabulario respecto al tiempo ha sido modificado para reflejarse en nuestra publicación del día de hoy). Puedes ver el artículo original en este link.

Fotografía por: Beny Shlevich/Flickr.com

Fotografía con licencia: Flickr