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La inteligencia israelí contrarrestó los planes de Jizbolá y evitó una guerra regional

agosto 27, 2024
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Se utilizó un interceptor de cohetes Iron Dome para defender a Israel de los ataques con misiles

Las primeras indicaciones de inteligencia de la Dirección de Inteligencia Militar (MID) de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre los amplios preparativos de Jizbolá para un ataque contra Israel, incluido el centro del país; evitaron daños potencialmente graves y la posibilidad de bajas significativas durante el ataque del grupo terrorista, el domingo.

La advertencia, emitida después de la información de las agencias de inteligencia israelíes, permitió a las FDI llevar a cabo un ataque preventivo contra miles de lanzacohetes de varios tipos en el Líbano. Estos estaban destinados a atacar sitios militares estratégicos en el centro de Israel, incluida la región de Gush Dan. Después de esto, las FDI interceptaron drones que se dirigían al centro de Israel.

Todavía no ha habido confirmación de los informes que decían que Jizbolá tenía la intención de atacar las pistas del aeropuerto Ben Gurion, pero informes extranjeros sugieren que estas eran uno de los objetivos del grupo terrorista, junto con algunas otras bases de las FDI en la región central.

En cualquier caso el ataque preventivo de las FDI frustró los planes de Jizbolá, de lanzar un ataque combinado con misiles y drones en el día sagrado chiita de Arba’een, que conmemora el martirio del imán Hussein en la batalla de Karbala.

Este acontecimiento en el mundo chiita es comparable al de Tisha B’Av [el noveno día del mes hebreo Av, fecha en la que ambos Templos fueron destruidos y conocido como el día más triste del judaísmo], y Jizbolá probablemente pretendió llevar a cabo su ataque en este día para lograr sorpresa, suponiendo que Israel no esperaría un ataque en un día sagrado chiita que perturbaría la festividad para la mayoría de la población chiita del Líbano.

Jizbolá necesitaba reposicionar sus lanzamisiles y lanzacohetes de manera que avanzaran hacia el sur del Líbano, para acortar el tiempo de advertencia de Israel durante un ataque de ese tipo, y para atacar objetivos en la parte central del país con cohetes más pesados ​​que los que normalmente se encuentran estacionados en el sur del Líbano.

Jizbolá se estaba preparando para un ataque combinado de cohetes y drones de ataque, y el ataque preventivo de las FDI no solo destruyó estos activos sino que también alteró la cronología del ataque. Un ataque coordinado de cohetes y drones requiere una sincronización precisa entre los drones, que se mueven más lentamente, y los cohetes balísticos más rápidos.

Los objetivos de Jizbolá

En general, parece que Jizbolá tenía la intención de operar principalmente en el norte para evitar desencadenar una guerra regional que podría haber estallado, si hubiera lanzado un ataque generalizado en la región central. Sin embargo, la organización terrorista intentó mantener la ecuación establecida por su líder Hassan Nasrallah, diciendo que un ataque en Beirut, donde Israel recientemente eliminó a Fu’ad Shukr, conduciría a una respuesta en Tel Aviv.

Sin embargo, según los informes, el número de objetivos elegidos en la región central fue limitado e incluyó solo objetivos militares, lo que refleja la clara intención de Jizbolá probablemente influenciada por las demandas iraníes, de evitar una guerra a gran escala.

Otro hecho interesante es que Jizbolá abrió fuego sólo desde el sur del Líbano, incluida la zona entre el río Litani y el río Awali, con la clara intención, probablemente también a raíz de las demandas iraníes; de que Israel, en su respuesta, evitara atacar las regiones de Beirut y Baalbek, donde se encuentran los misiles pesados ​​de Jizbolá, como el Fateh-110 y el Zelzal.

Los iraníes parecen querer que Jizbolá evite arriesgar estos sistemas de misiles pesados ​​y precisos, que serían necesarios si Israel atacara las instalaciones nucleares de Irán.

Parece que después de extensas discusiones y desacuerdos, Teherán y Jizbolá decidieron actuar por separado, cada uno de acuerdo con sus capacidades y cálculos estratégicos. Los iraníes están particularmente preocupados por la presencia de grandes fuerzas navales y aéreas estadounidenses en la región, y como resultado están re-calculando su curso de acción para evitar la confrontación con tales fuerzas.

Mientras tanto, Jizbolá decidió un ataque de represalia basado en miles de lanzamientos planificados en lugar de un ataque masivo de alta calidad en la región central. Sólo se designaron unos pocos objetivos en el centro de Israel, principalmente para defender el dogma de que Beirut es igual a Tel Aviv.

¿Qué viene a continuación?

El estado de la actual escalada sigue sin estar claro. Jizbolá afirmó que los lanzamientos de la mañana fueron solo la primera fase de su ataque y que alcanzó 11 objetivos en el norte con aproximadamente 320 lanzamientos.

Los daños en el norte no fueron graves y, en esta etapa inicial, según la organización terrorista, ningún israelí murió por los disparos de Jizbolá. Se informó de algunos heridos debido a los restos de la interceptación que cayeron dentro del territorio israelí y en el mar.

Los próximos pasos los determinará el Gabinete de Seguridad, considerando que las negociaciones en curso para un acuerdo sobre rehenes, son actualmente la máxima prioridad de Israel. Otro factor crucial es la inequívoca demanda estadounidense, de que Israel evite cualquier acción que pueda encender una guerra regional. La administración del presidente estadounidense Joe Biden no quiere involucrarse en un conflicto que podría requerir ataques a Irán y conducir a una guerra prolongada, tan cerca de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Estas dos consideraciones son fundamentales. Para aliviar las preocupaciones estadounidenses, Washington fue notificado con suficiente antelación de que Israel tenía la intención de llevar a cabo un ataque preventivo para frustrar el ataque de Jizbolá. En consecuencia, las declaraciones de la Casa Blanca fueron en la misma línea, expresando principalmente su apoyo a Israel y su derecho a defenderse.

Los estadounidenses no han renunciado a un acuerdo sobre la liberación de los rehenes, que, según ellos, también debería conducir con un alto al fuego en el sur. Israel tiene la intención de cooperar plenamente en este asunto, no sólo porque los estadounidenses lo exigen, sino también porque traer a los rehenes a casa y luego centrarse en la situación en el norte, es un interés primordial de Israel.

Sin embargo, las posibilidades de un avance significativo en las conversaciones son escasas, ya que Hamás anunció el sábado que rechaza las propuestas de Israel sobre el Corredor Filadelfia y no prevé un acuerdo a corto plazo.

Es muy posible que la decisión de Jizbolá de actuar, fuera una respuesta a la declaración de que las negociaciones sobre el acuerdo de rehenes habían llegado a un punto muerto; aunque no es seguro que así fuera, ya que Jizbolá actúa principalmente, basándose en sus propias consideraciones.

Poner fin a la guerra de desgaste

Las negociaciones para un acuerdo de rehenes continuarán, pero el líder de Hamás, Yahya Sinwar, probablemente aún espera una guerra regional que lo aliviaría de la presión militar que las FDI están ejerciendo actualmente en Gaza.

Hasta que abandone esta esperanza, es poco probable que se llegue a un acuerdo. Sin embargo, si Israel actúa con decisión en los próximos días y Sinwar ve que Jizbolá ha concluido lo que llama, su “ataque de venganza” contra Israel; podrían reanudarse las discusiones efectivas sobre un acuerdo de liberación de rehenes y un alto al fuego. En cualquier caso, no se llegará a un acuerdo hasta dentro de varias semanas.

Mientras tanto, Israel se está preparando para la posibilidad de que Jizbolá intente compensar su fracaso con uno o dos días más de combates. El dilema al que se enfrentan los funcionarios es cómo evitar una situación en la que Israel entre en otro periodo tenso y temeroso de espera de un ataque que Jizbolá podría ver, como la segunda o tercera fase de su “ataque de venganza”.

Una opción es que Israel le diga al Líbano, que cualquier otro intento de lanzar un ataque de represalia contra él, desencadenará automáticamente una guerra a gran escala de Israel contra el Líbano. Por supuesto, esa declaración tendría que coordinarse con EE. UU. y lo que es más importante, el gobierno debe estar preparado para respaldar esas declaraciones diplomáticas con acciones.

En cualquier caso, Israel no debe permitir que Jizbolá lo mantenga en un estado de preparación e incertidumbre, como lo ha hecho en las últimas semanas y en el futuro cercano. La situación en la que el norte está sometido a una guerra de desgaste y ataques continuos debe terminar.

Publicado el 27 de agosto de 2024

 

Traducido por Chuy González – Voluntario en Puentes para la Paz

 

Publicado en agosto 27, 2024