Se espera que las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya, contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ex ministro de defensa Yoav Gallant el jueves, provoquen cambios significativos en el comportamiento dentro de las fuerzas de seguridad de Israel, en particular las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI], desde el Jefe de Estado Mayor el Teniente General Herzi Halevi, hasta el último soldado, especialmente aquellos que operan sobre el terreno.
La necesidad de este cambio de conducta surge, del hecho de que la emisión de tales órdenes contra el funcionario de más alto rango de Israel, sienta un precedente con un doble efecto: los intentos de arrestar a personal de seguridad israelí en el extranjero y un aumento de las acciones legales contra Israel por parte de organismos judiciales internacionales.
En primer lugar, es casi seguro que las organizaciones pro-palestinas y progresistas extremas, intensificarán sus esfuerzos para arrestar a oficiales superiores, combatientes israelíes y cualquier persona vinculada directa o indirectamente al aparato de seguridad de Israel; mientras se encuentren en el extranjero.
El segundo efecto se manifestará en los tribunales de todo el mundo, específicamente en Europa, América del Norte y América del Sur. Si bien estas órdenes pueden no servir como fundamento jurídico específico, para los casos que involucran a oficiales de las FDI u otro personal de seguridad, harán que los tribunales estén más inclinados a aceptar solicitudes de los adversarios de Israel en procedimientos legales internacionales.
En esencia, la decisión de la CPI sobre las órdenes contra Netanyahu y Gallant ha eliminado las barreras, tanto jurídicas como psicológicas que anteriormente conducían, al rechazo de las solicitudes de arresto contra altos oficiales israelíes.
Esas barreras ahora se han reducido significativamente, creando una nueva y amenazante realidad. La decisión también abre efectivamente, un nuevo frente judicial y político contra Israel y sus residentes en el escenario internacional, exponiendo a muchos israelíes a un posible acoso legal y persecución cuando viajan al extranjero.
Por lo tanto, es crucial adaptarse rápidamente a esta nueva realidad y sacar las conclusiones necesarias: las FDI deben cambiar drásticamente sus políticas con respecto a las apariciones públicas y la visibilidad de sus oficiales superiores, en particular de las unidades de combate, en eventos públicos en el extranjero y los anuncios tempranos de tales eventos.
En cuanto a los soldados y políticos, deben dejar por completo de compartir fotos, publicaciones e incluso declaraciones políticas combativas legítimas en las redes sociales, así como en los medios tradicionales, especialmente en los medios internacionales.
Las bases de datos globales ya están llenas de direcciones y fotos de oficiales, y de soldados de todos los rangos, que las organizaciones pro palestinas y los individuos de extrema izquierda pueden usar fácilmente, para identificar objetivos para futuras demandas, por su participación en los llamados crímenes de guerra.
El comportamiento en el extranjero debe ser de bajo perfil y, lo más importante, el frenesí narcisista en las redes sociales debe terminar. Las FDI deben aplicar medidas disciplinarias estrictas, contra los soldados que publiquen cualquier información sobre sus actividades en los distintos campos de batalla.
Esta cuestión debe tratarse con la misma gravedad e importancia que la disciplina militar operativa, que exige que los soldados eviten ponerse en peligro a sí mismos y a sus camaradas.
Estamos entrando en una era sin precedentes y debemos adaptarnos a ella rápidamente. Al mismo tiempo, Israel debe dotar al Ministerio de Asuntos Exteriores y a sus instituciones que operan en el ámbito internacional, como la Agencia Judía y las organizaciones de recaudación de fondos de protocolos de respuesta rápida, para abordar y frustrar cualquier intento de dañar o emitir órdenes de arresto contra el personal de seguridad israelí.
La acción debe ser rápida y, en este contexto, la próxima investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, puede proporcionar un medio más eficaz para contrarrestar estos ataques legales en el extranjero, que el que está disponible actualmente.
Publicado en noviembre 25, 2024
Fotografía por: Jason Howie/Flickr.com/wikimedia.org
Fotografía con licencia: Wikimedia
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