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El poder de la historia

por: Rvdo. Terry Mason, Director de Desarrollo Internacional

¿Cómo ha influido tu historia personal en quién eres y en tus creencias? Puede ser un factor más significativo de lo que crees. Cuando conocemos la historia y es positiva, a menudo damos por sentado el poder que nuestra narrativa aporta a nuestras vidas. Esto aplica tanto a las personas como a las sociedades.

La historia abandonada

¿Alguna vez te has sentido perdido, no físicamente, sino con respecto al propósito y dirección para tu vida? Si es así, no estás solo. Vivimos en una época en la que los valores y creencias fundamentales que sustentaron a las sociedades durante generaciones están siendo despojados, a menudo a una velocidad alarmante. Esto conduce a una sensación de anomia o falta de normas. Wikipedia describe la falta de normas como «una condición social definida por el desarraigo o la ruptura de cualquier valor moral, norma o guía que las personas deben seguir», mientras que el diccionario en línea Miriam Webster define la anomia como «ansiedad, aislamiento e incertidumbre personal derivadas de la falta de propósito o ideales».

En general, las sociedades han perdido el sentido de la decencia humana básica o lo que los cristianos llamaríamos “valores bíblicos ordenados por el Creador”. Se nos dice que nuestra relación con Él y la forma en que tratamos a los demás son relativas o subjetivas. Escuchamos, “eso está bien para ti, pero no me lo impongas a mí“. Estamos viviendo de nuevo en una época en la que cada uno parece hacer lo que le parece bien (Jueces 17:6 y 21:5). Esto no les dio un buen resultado a los israelitas en la época de los jueces, y tampoco le dará un buen resultado a nuestra generación.

El profeta Isaías dio una fuerte advertencia contra los excesos que ocurrían en su época cuando dijo: “¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios a sus propios ojos e inteligentes ante sí mismos!” (Is 5:20-21).

Dios, el Creador Soberano del universo, dio a la humanidad principios para vivir una vida buena y construir sociedades fuertes y justas. Cuando un individuo o una sociedad desprecian estos principios universales, Dios se entristece y debe castigarlos como forma de corrección.

El diluvio

Nuestro mundo actual refleja la época de Noé, antes del diluvio. Jesús (Yeshúa) se refirió a ese tiempo al describir cómo será el fin de los tiempos. «Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre» (Mt 24:37-39). Génesis 6:5-6 nos da una visión del corazón de Dios, “El Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era solo hacer siempre el mal. Y al Señor le pesó haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en Su corazón”.

En su libro Flood Gates [Barreras contra inundaciones], el autor David Parsons escribe que la gente de la época de Noé se sentía optimista sobre el futuro, a pesar del aumento del pecado a su alrededor. Había una vida tranquila, pero esta sensación de normalidad y optimismo era engañosa, ya que el desastre estaba a la vuelta de la esquina.

El autor continúa con esta reflexión sobre nuestros días: «Muchos cristianos hoy perciben que vivimos en tiempos similares; el mundo se muestra demasiado optimista sobre el futuro a la luz de las graves amenazas globales que enfrentamos y nuestra constante decadencia moral. Debido al secularismo militante, el multiculturalismo y otros factores, muchas personas ya no creen en la existencia de absolutos morales».

De hecho, muchos llaman al bien mal y al mal bien.

Abrazando la historia

¡Pero no todo es pesimismo! Como personas de fe, tenemos un fundamento firme y una herencia piadosa. El profeta Jeremías amonestó a la gente de su época: “Así dice el Señor: «Párense en los caminos y miren, y pregunten por los senderos antiguos, cuál es el buen camino, y anden por él; y hallarán descanso para sus almas. Pero dijeron: “No andaremos en él”»”.

Tenemos la bendición de contar con una herencia bíblica que, a lo largo de los siglos, ha demostrado ser un fundamento piadoso para individuos, familias y sociedades. Decidimos no “andar en ella” bajo nuestro propio riesgo. Lamentablemente, muchos hoy en día —incluso aquellos que crecieron en la Iglesia— han perdido una fuerte conexión con los antiguos caminos de Dios. El conocimiento bíblico está disminuyendo rápidamente y la influencia del mundo es penetrante. ¿Cómo podemos asegurar que exista un fundamento sólido para nuestras vidas individuales, nuestras familias y nuestras comunidades de fe? La respuesta es sencilla: desarrollando una narrativa familiar.

El rabino Jonathan Sacks cita la conclusión del libro de Bruce Feiler, The Secrets of Happy Families [Los secretos de las familias felices], para profundizar en esta idea: «Lo más importante que puedes hacer por tu familia quizás sea lo más sencillo de todo: desarrollar una narrativa familiar sólida».

El rabino Sacks cita un estudio que concluyó que «cuanto más conocen los niños la historia de su familia, más fuerte es su sentido de control sobre sus vidas, mayor es su autoestima y creen que su familia funciona con más éxito».

Sacks continúa: «Una narrativa familiar conecta a los niños con algo más grande que ellos mismos. Les ayuda a comprender cómo ellos encajan en el mundo que existía antes de su nacimiento. Les proporciona el punto de partida para una identidad. Esto, a su vez, se convierte en la base de la confianza. Permite a los niños decir: “Esto es lo que soy. Esta es la historia de la que formo parte. Estas son las personas que me precedieron y de las que soy descendiente. Estas son las raíces, de las que soy el tallo que se extiende hacia el sol”».

El pueblo judío ha demostrado una y otra vez la veracidad de este hecho sobre el poder de la narrativa familiar. A lo largo de los siglos, se dispersaron entre muchas otras culturas que despreciaban los valores de Dios. Pero encontraron numerosas maneras de cimentar, para sí mismos y para sus hijos, la poderosa narrativa bíblica que Dios les dio como su Pueblo Elegido.

El Éxodo

Usemos como ejemplo el Éxodo de la esclavitud egipcia. Es la base de la narrativa del pueblo judío, el momento en que se convirtieron en una nación, por así decirlo. Este evento decisivo se refuerza aparentemente en cada paso de la cultura judía. Por ejemplo, los judíos observantes leen el “Cántico de Moisés a la orilla del mar” cada mañana en sus oraciones. Y cada año, durante la cena del Séder de Pésaj [un importante ritual festivo judío celebrado en la primera noche de Pascua], los niños son un foco clave. De hecho, uno de los principales propósitos de la festividad de Pésaj es educar a los niños. Se les menciona tres veces en la narración del Éxodo.

«Y cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significa este rito para ustedes?”, ustedes les dirán: “Es un sacrificio de la Pascua al Señor, el cual pasó de largo las casas de los israelitas en Egipto cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas”». Y el pueblo se postró y adoró” (Éx 12:26-27).

«Lo harás saber a tu hijo en aquel día, diciendo: “Esto es con motivo de lo que el Señor hizo por mí cuando salí de Egipto”» (Éx 13:8).

«Y cuando tu hijo te pregunte el día de mañana: “¿Qué es esto?”, le dirás: “Con mano fuerte nos sacó el Señor de Egipto, de la casa de servidumbre”» (Éx 13:14).

Durante la comida del Séder, los niños tradicionalmente hacen cuatro preguntas sobre por qué se comen ciertos alimentos y se observan ciertas costumbres. Casi al final de la comida, todos los niños participan en una emocionante búsqueda del afikomen, el trozo de matzá o pan sin levadura partido por la mitad y escondido previamente durante la comida. El niño que lo encuentra recibe un premio especial. Muchas familias también recitan la tradición de los cuatro tipos de hijos: el sabio, el malvado, el simple o ingenuo y el que no sabe preguntar. Las familias encuentran maneras divertidas y creativas de involucrar a los niños y hacer de la comida del Séder de Pésaj una experiencia de aprendizaje memorable.

¿Cuál es tu historia?


Deuteronomio 6:4-8, conocido como el Shemá, es el texto fundacional del pueblo judío. «Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.  Las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos».

Como cristianos, conocemos el versículo 5 como el Gran Mandamiento según Jesús (Mateo 22:37). Pero para los judíos, el Shemá, «Escucha, Israel…», siempre incluye el resto del pasaje sobre enseñarle a los hijos propios. Para mantener un conocimiento constante de la Biblia, los judíos observantes colocan mezuzot (plural de cajas con las Escrituras fijadas a la puerta) en los marcos de las puertas, tanto exteriores como interiores, de sus hogares. Estos pequeños recipientes contienen tanto el Shemá como su texto correspondiente de Deuteronomio 11:13-21. Al moverse entre las habitaciones o al entrar en la casa, los judíos tocan la mezuzá con reverencia.

«Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en Ti confía».

En muchos hogares cristianos, encontramos maneras de recordar la centralidad de la Palabra de Dios. Recuerdo una placa en el dormitorio de mi abuela que contenía el texto de Isaías 26:3: «Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en Ti confía». Este versículo siempre ha permanecido conmigo.

Algunas cuelgan cuadros con sus Escrituras favoritas en las paredes de sus casas para tenerlas siempre presentes. Nosotros hemos usado Proverbios 3:5-6 en nuestra casa. “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas”.

La familia de mi hermano eligió el Fruto del Espíritu para exhibirlo en la parte superior de su cocina y comedor: “…amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio” (Gál 5:22-23).

¿De qué maneras podrías tú fortalecer tu conexión con Dios y con nuestra herencia bíblica? ¿Cómo podrías incorporar creativamente la Palabra de Dios a tu vida diaria?

Como cristianos, creemos que por la fe somos hijos espirituales de Abraham (Gál 3:7-8). “Y si ustedes son de Cristo [Mesías], entonces son descendencia de Abraham, herederos según la promesa” (Gál 3:29).

Somos injertados en el Olivo de Israel por gracia, mediante la fe; como brotes de olivo silvestre, unidos a la narrativa del Pueblo Elegido de Dios (Rom 9-11). No nos convertimos en judíos ni reemplazamos al pueblo judío en el plan de Dios. Pero el apóstol Pablo enseña que por gracia, al creer en Jesús, nos convertimos en parte de la comunidad de Israel (Ef 2). Los ciudadanos de una comunidad conservan su propia identidad y ciudadanía en diversos países, pero se consideran parte de una narrativa mayor. Muchos mantienen una conexión con la cultura, aprendizaje y los valores de la alianza de naciones a la que pertenecen.

Fuerza para seguir avanzando: Redescubre tu herencia bíblica

¿Conoces bien tu historia familiar? ¿Quizás necesites refrescar tu conocimiento de la herencia bíblica de la que surge tu narrativa de fe? Celebra tus historias familiares y de fe, y permite que te fortalezcan al seguir avanzando. Tu luz puede ayudar a devolver el enfoque a las verdades bíblicas fundamentales que este mundo necesita desesperadamente en estos días de oscuridad.

 

Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz
Revisado por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos 

 

Bibliografía

Parsons, David R. Flood Gates: Recognize the End-Time Signs to Survive the Coming Wrath. New Kensington, PA: Whitaker House, 2018.

Sacks, Jonathan. Studies in Spirituality: A Weekly Reading of the Jewish Bible. Jerusalem: Maggid Books, 2021.

Wikipedia. Anomie. https://en.wikipedia.org/wiki/Anomie.

Merriam-Webster. Anomie. https://www.merriam-webster.com/dictionary/anomie.

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