Israel: Luz y Bendición al Mundo

por: Cheryl L. Hauer, Directora de Desarrollo Internacional

En el otoño de 2015, Puentes para la Paz tuvo el privilegio de recibir a sobre 100 personas durante nuestra anual Misión de Solidaridad. A medida que viajábamos por el país y conocimos a muchas personas judías de todos los campos en la vida, fuimos animados a ver cómo la presencia de cristianos en la Tierra les brindaba consuelo y gozo durante estos momentos de creciente violencia. Nuestros conferenciantes, mayormente de la comunidad judía, compartieron informes actuales sobre el estatus político, religioso y social en Israel mientras la nación maneja controversias constantes. Un conferenciante, mientras hablaba de los retos que enfrentan, mencionó que las Escrituras ordenan a Israel que sea luz a las naciones. Admitió que eso no ocurría al momento, aunque algún día quizás sí.

Con el mayor de los respetos y mi admiración a nuestro conferenciante, yo estoy en desacuerdo total. Quizás algunos de nuestros amigos judíos estén de acuerdo con él, mientras miran las circunstancias de Israel con corazones humildes, pero yo sugiero que la evidencia al contrario es abrumadora. Quizás Dios esté llamando a los cristianos, quienes aman Su Tierra, para que abran los ojos a las naciones y para que animen al pueblo judío por medio de ciertos aspectos de su historia. Muchos israelíes no están prestos a enfatizarlo, pero esos detalles son reflejo de la verdad sobre la fidelidad de Dios en bendecir a todas las naciones del mundo por medio de Su pacto y especial relación de amor con Israel.

Ciertamente, podemos ayudar a que la gente comprenda que su historia no consiste sólo de violencia, conflicto y guerras de propaganda. Tiene que ver con un pueblo abnegado que sigue las instrucciones de la Torá (Gén. a Deut.), ama a sus semejantes aunque sus semejantes no les amen, y no sólo están dispuestos, sino deseosos, de compartir las miles de innovaciones, inventos e ideas que Dios les ha dado con un mundo que carece de luz.

Un Dios de Procesos

A veces, los cristianos olvidamos poner en contexto las Palabras de Dios. Olvidamos que el camino entre Egipto y la Tierra Prometida no duró sólo algunas páginas, sino algunas décadas. Leemos la asombrosa historia sobre la revelación de Dios en el Monte Sinaí, y olvidamos que el pueblo judío esperó más de 400 años para escuchar la voz de Dios, cuando había sido tan común para los patriarcas. Los miles de años entre Abraham y las sorprendentes narraciones en los Escritos de los Apóstoles (Nuevo Testamento) también se pierden con nuestra lectura esporádica. En resumen, olvidamos que nuestro Dios es un Dios de procesos.

El diccionario define proceso como una serie de acciones o pasos tomados para alcanzar un fin particular, y eso ciertamente describe la interacción de Dios con Su pueblo. Él ha estado en el proceso de restaurar a la humanidad consigo mismo desde el Jardín de Edén. Sus acciones y pasos son definidos e intencionales, según encamina Su creación hacia la meta final de restaurarla y redimirla. Todos nos encontramos «en proceso» respecto a nuestra relación con Él, a medida que permitimos que nos transforme y moldee para ser las personas que Él quiere que seamos. Y ciertamente, Él está en el proceso de cumplir cada promesa que hizo al pueblo de Israel, trayéndolos de regreso a Su tierra desde todas las naciones de su dispersión.

«Bendeciré…»

Una de esas promesas de Dios es que Israel será una bendición para las naciones.

«Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. En ti serán benditas todas las familias de la tierra» (Gén. 12:3).

La palabra hebrea para «bendecir» en dicho pasaje es baraj. Significa hacer o dar algo de valor a alguien. Se refiere a un favor, una misericordia o un beneficio especial, un regalo dado por Dios. También significa impartir santidad o propósito divino a algo. Esa es la raíz de la palabra brajá, que encontramos muchas veces en el Tanaj (Génesis a Malaquías) y en los Escritos de los Apóstoles donde dice «bendecido» o «bienaventurado» es quien haga tal o cual cosa.

También es la raíz de la palabra berej, que significa arrodillarse. Eruditos bíblicos creen que eso es un elemento esencial para la comprensión del significado completo de Génesis 12:3. Señala la relación entre la humillación delante de Dios, y luego el recibimiento de misericordia y beneficios, regalos, santidad y/o propósito divino para la vida.

Cuando Dios hizo esa asombrosa promesa a Abraham, creó un paradigma, una nueva forma de concebir una relación con Dios. Es un bello paradigma de bendición, expresado a través de un glorioso ciclo de interconexión e interdependencia con el Dios del universo, un vínculo de unidad con Su pueblo, una relación infundida con santidad por medio de un pacto incondicional y perpetuo. Y hemos sido invitados a participar en ese pacto.

Claramente, el Señor toma esa relación muy en serio, porque también hay unas maldiciones específicas en torno a todo esto. Cuando las traducciones dicen: «al que te maldiga,» el verbo usado en hebreo es kalal, que significa tratar con desprecio, o simplemente menospreciar o ignorar. Cuando Dios responde a esa persona que desprecia a Israel, usa la palabra hebrea arar, que significa ocasionar herida o daño, y posee un sentido más fuerte de odio y aborrecimiento.

En otras palabras, Dios declara a Su pueblo que el que se le acerca de rodillas para adorarlo en humildad recibirá bendiciones de alegría, bondad y prosperidad. Y cuando algunos honren a Su pueblo, estos recibirán la misma bendición que recibe Su pueblo escogido. Pero los que maltraten al pueblo judío, o quienes lo trate con menosprecio o indiferencia, les sobrevendrá el odio y aborrecimiento de Dios.

Es interesante notar en este pasaje que Dios exhorta a las personas que bendigan a Su pueblo, no a Él. Pero el significado está claro. El que bendiga a Israel bendice a Dios. Intencionalmente, Dios se ha vinculado indivisiblemente con el pueblo judío, un pueblo que Él creó con el único propósito de bendecirlo. Amar a Dios y amar al pueblo judío son dos caras de la misma moneda, y claramente es imposible amar a Dios en verdad sin amar a Su pueblo Israel. Tristemente, muchos han escogido no bendecir a Su pueblo a lo largo del tiempo, y sin saberlo, escogieron ser maldecidos por Dios.

«Te Haré Luz…»

En Su Palabra, Dios prometió hacer que Israel fuese luz a las naciones o, según la expresión hebrea original, que Israel sería dado como luz a las naciones.

«Poca cosa es que Tú seas Mi siervo, para levantar las tribus de Jacob y para restaurar a los que quedaron de Israel. También Te haré luz de las naciones, para que Mi salvación alcance hasta los confines de la tierra» (Isa. 49:6).

La palabra hebrea en dicho verso para «luz» es or. Además de significar «luz» en su sentido usual, también implica la luz divina que instruye y que imparte vida, felicidad y prosperidad. En otras palabras, significa la bendición de Dios.

Durante siglos, el pueblo judío ha sufrido fuerte persecución en la Diáspora o dispersión, y los rabinos han luchado con el significado y las implicaciones de ese verso. Claramente, cuando Dios hizo Su pacto con Abraham, hubo la expectativa de que Su pueblo Israel sería un canal de bendición a toda la humanidad. Pero para los judíos, que por generaciones estuvieron encerrados en guetos y forzados a distanciarse de los demás, el cumplimiento de dicho verso parecía imposible.

Pero ellos no se imaginaban que el sionismo moderno sería el vehículo por el cual ellos cumplirían con ese llamado de Isaías 49:6. El Primer Ministro David Ben Gurión frecuentemente hablaba de la nación de Israel como un faro moral y social para el mundo entero, y la selección de la menorá (o candelabro de siete brazos) como símbolo del estado fue derivado de esas palabras en Isaías 49. Recientemente, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu declaró que el pueblo judío «ya no es un pueblo regido por otro, derrotado o perseguido, sino un pueblo orgulloso, un magnífico país que siempre aspira servir como luz a las naciones.» Con el renacimiento de la nación, Dios comenzó el proceso asombroso de hacer que Israel fuese como una luz a las naciones en todo sentido.

En Deuteronomio 28, Dios detalla a los israelitas una serie de bendiciones que les esperan si escogen ser obedientes a Él. También narra una lista de maldiciones que les sobrevendrán si hacen lo contrario, y esa lista incluye la eventual expulsión de la Tierra Prometida. Para su desgracia, tomaron la decisión equivocada y la historia nos enseña que esas maldiciones verdaderamente les llegaron. Pero más adelante en las Escrituras encontramos repetidas promesas de Dios de que jamás abandonaría a Su pueblo. Se acordaría de ellos y los traería nuevamente a la Tierra donde derramaría Sus bendiciones prometidas sobre ellos. El profeta Ezequiel hace ver claramente que sería un acto de amor y misericordia por parte de Dios, y no porque el pueblo judío de alguna manera lo habría merecido. Más aún, no sólo sería para beneficio de Israel, sino que sería para beneficio de todo el mundo.

Las Bendiciones Comienzan

Antes de la declaración de nacionalidad de Israel en 1948, el área se llamaba Palestina, y había sido una región desolada y desahuciada del Imperio Turco. Israel inició su nueva vida con una población de sólo 600,000 a 800,000 personas. En la actualidad, luego de 68 años, es una nación boyante y progresiva, la única democracia en el Medio Oriente, y la única nación en la historia que haya atravesado el cambio desde una nación tercermundista a una de gran adelanto social en menos de 50 años. Según la Agencia Israelí de Estadísticas, la población total hoy día cuenta con 8.5 millones de personas, casi 7 millones de ellos judíos.

Israel también tiene la tasa más alta en nacimientos entre el mundo avanzado, y hay evidencia de que la tasa de nacimientos aumenta entre la población judía mientras que disminuye entre la población árabe-israelí. Más aún, entre las 223 naciones que mantienen informes de mortalidad infantil, Israel está entre los ocho países de menor incidencia en ese aspecto, con una tasa de sólo 2.6%, después de Estados Unidos, Canadá, Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Japón y Corea.

Y a pesar de la imagen proyectada por los medios internacionales, los israelíes generalmente se sienten seguros y satisfechos con sus vidas. En junio de 2015, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reveló los resultados de su más reciente «Índice para una Mejor Vida,» e Israel aparece como la quinta nación de mayor felicidad en el mundo. Verdaderamente, Dios bendice a esa pequeña nación y a Sus escogidos que viven allí, aunque continuamente enfrentan violencia y terrorismo, amenazas de guerra e interferencia indebida por parte de la comunidad internacional.

Todo lo que Hagas Prosperará

Durante los pasados 20 años, Israel se ha establecido como un súper-poder para inversiones globales, con más empresas nacientes y más patentes otorgadas por cápita que cualquiera otra nación del mundo. También se ha convertido en un centro para la investigación y el desarrollo en áreas de tecnología, comunicaciones y guerra cibernética. En el año 2015, hubo una explosión de innovaciones en la tecnología, representando billones de dólares para la economía israelí.

Según un informe de ‘CapX’ del 1 de enero de 2016: «Investigación y Desarrollo es el fundamento para toda innovación y un gran propulsor para el crecimiento económico. Con una inversión del 4.21% del Producto Bruto Interno en Investigación y Desarrollo, basado en cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Israel se encuentra primero en el mundo, comparado con Estados Unidos que está en el onceavo lugar, y el Reino Unido, que está en el vigésimo-quinto lugar.»

Muchas personas en esos campos han comenzado a buscar el secreto tras el éxito de Israel. Un experto piensa que se puede deber a las destrezas que los israelíes adquieren durante su servicio militar obligatorio, en que tienen que resolver problemas complejos de manera rápida y con pocos recursos. Otro describe a Israel como un lugar de inmensa presión donde no se toleran soluciones superfluas sino soluciones que realmente funcionen. Aún otros explican que Israel, siendo una población de mayormente inmigrantes, tiene un instinto empresarial nacional alimentado por su capacidad de adaptarse y sobreponerse a su ambiente. Y otros dicen que la tensa situación de seguridad exige innovaciones y requiere altos niveles de investigación, mientras que otros atribuyen el sorprendente éxito de Israel a la jutzpa (o audacia) israelí.

Por otro lado, se comienza a reconocer (incluso por los medios internacionales de comunicación) que la persistente fe judía en Dios, quien creó cada ser humano a Su propia imagen, es lo que les imparte respeto por la vida humana y lo que alimenta su espíritu innovador, además de su disposición por compartir sus adelantos con la humanidad. Cristianos que creen en la Biblia como Palabra de Dios también dirían que es el cumplimiento de las promesas de Dios en bendecir a Israel.

Haz Bien a los que te Odian

La inventiva israelí no se limita sólo a empresas financieras. La creencia en tikun olam, literalmente «reparación del mundo,» es parte de la DNA nacional, e influye en la respuesta de Israel a casi toda situación. Mientras que el país exporta la innovación y pericia al resto del mundo, su admirable actividad humanitaria es relativamente ignorada, especialmente el esfuerzo por ayudar a sus vecinos palestinos. Israel trabaja arduamente para asistir en los esfuerzos de reconstrucción de la Franja de Gaza. Luego de la Operación Margen Protector en julio de 2014, Israel habilitó el punto de entrada a Gaza para permitir el paso de 800 camiones llenos de materiales de construcción y otras mercancías diariamente. Además, ha alocado $10 millones para expandir la capacidad de entrada a sobre 1,000 camiones por día.

Israel también ha facilitado proyectos de construcción en la Franja de Gaza, incluyendo clínicas, escuelas, infraestructura y hasta vecindarios residenciales. En adición, ha duplicado el número de permisos de entrada a Israel desde Gaza para miembros del sector comercial, y ha coordinado transporte especial para ingenieros y otros profesionales relevantes en proyectos comunitarios internacionales. Incluso, ha emitido sobre 1,000 permisos especiales para transportar a constructores desde la Margen Occidental (Judea-Samaria) a Gaza, y ha coordinado el paso de sobre 500 doctores y personal médico desde Gaza a la Margen Occidental para su educación continua.

Finalmente, Israel ha organizado una variedad de iniciativas especiales dirigidas a fortalecer la economía en Gaza y mejorar la vida de sus residentes. Eso incluye la facilitación de exportación de productos industriales, textiles y muebles a Israel y la Margen Occidental, el establecimiento de fábricas en Gaza con su equipo requerido, y el suplido de una doble cantidad de agua a la Franja de Gaza, además de una simplificación en el proceso de entrada para los que requieran atención médica urgente. El Instituto de Exportación y Cooperación Internacional en Tel Aviv ha auspiciado conferencias educativas especiales para comerciantes palestinos donde expertos israelíes comparten su conocimiento comercial, como en estrategias de mercadeo y tendencias internacionales en el mercado, y ha establecido colaboraciones comerciales en el mercado internacional, etc. A pesar del continuo conflicto, Israel sigue creyendo que la cooperación pudiese ser un camino efectivo hacia la paz.

El Fruto de tu Tierra Será Bendecido

La principal contribución de Israel a la agricultura global surgió en 1965 con la irrigación o el riego por goteo. El sistema fue desarrollado para aumentar la producción agrícola y hacer florecer el desierto, pero hoy día se usa en sobre 150 países. El método de conservación de agua literalmente revolucionó la agricultura, incluso en los lugares más áridos de la tierra. Científicos israelíes también desarrollaron la bandeja de rocío, una bandeja que rodea la base de un árbol o planta donde se colecta el rocío y es enviado a las raíces antes de que se pueda evaporar.

Países tercermundistas también han luchado para que sus productos lleguen frescos al mercado una vez que sean cosechados. Utilizando métodos primitivos de almacenamiento, se perdía hasta el 50% de cada cosecha por culpa de plagas y hongos. Israel creó un recipiente económico reusable para transportar granos que preserva el 100% del contenido, hasta bajo extremas condiciones de calor y humedad. En adición, han encontrado unos microbios especiales que pueden usarse en estanques de pesca artificial para mantener el agua pura y segura, produciendo así una cantidad abundante y saludable de peces en la localidad. Dicho proceso ya se usa en países desde África a Estados Unidos y Canadá.

Desde el melón de agua (sandía) individual hasta el tomate miniatura hasta la papa que crece sin tierra, Israel es un líder mundial en innovaciones agrícolas. Hoy día, Israel produce una araña anaranjada en forma de pera que sólo come ácaros Tetranychidae, que antes destruía el 60% de las fresas en California, y una mosca estéril que come otras clases de plagas jardineras, exportándola a sobre 32 naciones. Israel también es pionero global en la industria lechera, con vacas que producen más leche anualmente que cualquiera en el mundo. En la actualidad, colaboran con China y Vietnam, creando algunas de las operaciones lecheras más grandes y avanzadas en la historia. El pequeño Israel alimenta al mundo.

Enviando Ayuda a las Naciones

En 1958, luego de visitar varias naciones empobrecidas de África, la Primera Ministra Golda Meir se comprometió con ayudar a resolver el problema del hambre, la enfermedad y la pobreza en países bajo desarrollo. En 1995, una unidad especial de ayuda humanitaria y emergencia fue creada por el Ministerio de Asuntos Extranjeros y la Fuerza de Defensa Israelí con ese propósito. La unidad ya ha realizado operaciones en Kenia, Albania, México, El Congo, Haití, Japón, Nepal y muchos otros lugares. Además de ser casi siempre el primero en llegar a la escena del desastre, dicha unidad provee atención médica de emergencia con equipo ultra-moderno y especialistas altamente entrenados para trabajar bajo las condiciones más extremas. Frecuentemente, cuando finaliza la misión y los israelíes regresan a su casa, dejan atrás el equipo para que especialistas médicos locales los puedan seguir usando.

Pero eso no es todo. Luego de una reciente misión médica en Nepal, se estableció el programa «Techo para Todos» para proveer una vivienda rudimentaria a las miles de familias dejadas sin hogar a consecuencia de dos devastadores terremotos. La unidad también celebra «campamentos visuales» en varios países donde oftalmólogos israelíes atienden a cientos de pacientes anualmente por condiciones oculares y en la prevención de ceguera.

Operaciones especiales de todo tipo se activan cuando Israel se entera de alguna necesidad crítica. En junio de 2015, 500 personas resultaron severamente quemadas cuando una explosión destrozó un parque acuático en Taipéi. Algunas semanas después, 400 de ellos todavía estaban hospitalizados y 200 en condiciones críticas que requerían injertos de piel. Israel organizó la donación de dos máquinas modernas para la elaboración de piel para injertos, incluyendo el entrenamiento de médicos taiwaneses para trabajarlas.

En otras áreas de la medicina, Israel es el líder mundial. Incluye cámaras de tamaño de píldoras que uno ingiere para hacer estudios del sistema digestivo, adelantos esperanzadores en el tratamiento de cáncer, antibióticos, además de innovaciones en el tratamiento de esclerosis múltiple y diabetes. Israel bendice a las naciones con mejor salud y más larga vida.

Pocas personas saben que en diciembre de 2014, Israel tomó la delantera en la lucha contra el virus del Ébola. Proveyó centros clínicos totalmente equiparados a países africanos afectados, y envió a expertos en enfermedades infecciosas para adiestrar a profesionales locales. Clínicas de salud mental y orfanatorios también fueron establecidos para cientos de niños dejados huérfanos por la enfermedad. Israel ha prometido otros $8.75 millones de dólares para continuar luchando contra la enfermedad.

Bendiciones en Abundancia

Y hay mucho más. Aún no hemos mencionado la ayuda que Israel ha dado a las víctimas de inundaciones en países como Myanmar y, más recientemente, en el Reino Unido; da entrenamiento especial a la policía y trabajadores sociales en países donde la violación sexual es usada como arma de guerra; envía tiendas de acampar, colchones, alimento y frazadas a Europa para los refugiados sirios; ayuda a cristianos y yazidíes que han sido víctimas de islamistas extremistas en Irak y Afganistán.

También vemos impresionantes adelantos en las áreas de guerra cibernética, tecnología y comunicaciones; autos eléctricos y autos voladores (¡sí!); fuentes de energía alterna, como ventanas solares, para suplir corriente al hogar; aspiradoras robóticas, máquinas robóticas para cortar césped y removedores robóticos de nieve; monitores para vigilar a bebés y prevenir muerte súbita; incluso, recogedores de excremento de perros que lo convierte en ceniza biodegradable en segundos. Los israelíes enseñan a los franceses cómo mejorar su vino y a los belgas cómo hacer su chocolate. Y mientras hacen todo eso, luchan por su propia sobrevivencia.

Bendecidos para Bendecir

Claramente, Dios bendice a Israel, tal como lo prometió, y mientras tanto, Israel comparte esa bendición con las naciones. El motivo es ese maravilloso paradigma de bendición que Dios diseñó cuando entró en pacto con Abraham. Dios hace que Israel sea como una luz a las naciones. Pero las Escrituras de los Apóstoles nos dicen que, al final de los tiempos, los hombres serán amantes de la oscuridad y odiarán la luz. Los enemigos de Dios hacen todo intento por destruir a Israel y por apagar su luz antes de que cumpla plenamente con los propósitos de Dios.

Pero sabemos que Israel nunca será destruido. Sobrevivirá y prosperará; será la admiración de las naciones. Será cabeza y no cola, el vehículo para la revelación de Dios al mundo. CIERTAMENTE OCURRIRÁ. No porque Israel merezca el favor especial de Dios, ni porque los cristianos seamos elementos importantes en este proceso, sino porque Dios mismo puso en moción el paradigma de bendecir a Su pueblo. Prometió que Él, y sólo Él, lo haría.

La pregunta que queda por hacer es: ¿Dónde estaremos nosotros como individuos, dónde estarán las iglesias y las naciones, durante este proceso? ¿Quedaremos relegados al polvo de la historia, así como tantos otros que escogieron maldecir a Israel en vez de bendecirlo? Todo lo contrario, tomemos nuestro lugar como copartícipes con Dios y con Israel en el asombroso paradigma de Génesis 12:3, siendo bendecidos y bendiciendo, a medida que Dios continúa cumpliendo Sus antiguas promesas para darnos nuestra largamente anhelada redención.

 

(Traducido por Teri S. Riddering,
Coordinadora Centro de Recursos Hispanos)

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Bibliografía