Sionismo Cristiano en el Nuevo Testamento

por: Bill Adams, Director Promocional Nacional, Oficina EE.UU.

Bnei Menashe aliya

B’nei Menashe llegan al aeropuerto Ben Gurion (Foto por Rick y Grace/ KnelsenKollection.com)

Algunos años atrás escuchaba al Rabino Ari Abramowitz, un gran amigo de Puentes para la Paz, mientras hablaba a nuestro grupo. Dijo: «Naturalmente, los judíos se enfocan en el sionismo judío, y los cristianos se enfocan en el sionismo cristiano, pero sólo existe un sionismo en que todos nos debemos activar, y ese es el sionismo bíblico.»

Mi corazón se estremeció ese día ante la noción de que los judíos y los cristianos pudieran unirse en solidaridad respecto al poderoso llamado que nos hacen las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, de ser sionistas. Los cristianos no hemos sido llamados a reemplazar a Israel en el plan de Dios. Al contrario, el llamado a los cristianos de ser sionistas tiene como firme fundamento los pactos y las promesas divinas hechas con Israel en el «Antiguo» Testamento, ampliadas por el plan inclusivo con los gentiles que encontramos en el «Nuevo» Testamento. Por esa razón, los cristianos que creemos en las promesas de Dios del «Antiguo» nos gozamos en hallar su cumplimiento en el «Nuevo.»

Para que los cristianos seamos auténticos sionistas cristianos, según el Rabino Abramowitz, debemos conocer muy bien el principio y el final del Libro. Respecto al «Antiguo» Testamento, podemos encontrar muchos excelentes recursos de eruditos cristianos quienes presentan una sólida defensa bíblica sobre el regreso judío a Sion y el papel gentil en dicho proceso trascendental. Ya que amerita una inspección más minuciosa sobre la existencia del sionismo en el «Nuevo» Testamento, haremos nuestra exploración del sionismo cristiano de entre esas páginas.

Hagamos un breve análisis de entre los Escritos de los Apóstoles, según compilados en el canon de las Escrituras llamada comúnmente Nuevo Testamento. No tenemos espacio aquí para cubrir cada pasaje relevante, pero el siguiente breve vistazo nos proveerá un trampolín para hacer más estudio y exploración sobre este fundamental y crucial tema. De esa manera, ayudaremos al sionista bíblico para que pueda decir «presente» al llamado de Dios en bendecir a Sion.

Su Nombre es la Tierra de Israel

«Levántate, toma al Niño y a Su madre y vete a la tierra de Israel…» Mateo 2:20.

Dicho mensaje vino del cielo por medio de un ángel del Señor que se apareció a José, el padre de Yeshúa (Jesús) mientras escondía a su familia en Egipto. Fíjese que el nombre del sitio a donde José fue instruido ir no es «Palestina,» que no existía, sino «la tierra de Israel.» Ese término es muy importante para los sionistas cristianos, ya que es la definición celestial del territorio que apoyamos, la tierra ancestral a donde los exiliados judíos habrían de regresar.

Luego, consideremos a Yeshúa, un exiliado judío. La familia judía del infante Yeshúa, dirigida por Dios, había huido de la furia asesina de Herodes contra los niños varones de Belén. Según nuestro texto anterior, la familia de Yeshúa luego comenzó su largo viaje de regreso a la tierra de Israel. Vemos allí un prototipo del pueblo de Yeshúa, quien sería echado por los implacables romanos para luego ser devuelto por Dios durante la era actual de bendición y cooperación cristiana.

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Foto por D.Williams/bridgesforpeace.com

Como sionistas cristianos, usamos el mismo mensaje del ángel a José cuando exhortamos a otros judíos que regresen «a la tierra de Israel.» Quizás podemos decir a nuestros amigos: «Si la familia de Yeshúa pudo regresar a pie y en burro, ustedes lo pueden hacer en un avión o autobús de lujo.» De hecho, el sionismo cristiano se puede cuantificar en la visita de unos 825,000 turistas a la tierra de Israel cada año (según el Ministerio de Asuntos Extranjeros de Israel). Para la mayoría de ellos, un tour bíblico en Israel se convierte en mucho más que unas vacaciones. Representa un encuentro transformador con el Dios de Israel quien activamente reúne a Su pueblo y lo trae de regreso a Su Tierra.

Por otro lado, muchos cristianos hacen su propio tipo de «retorno» a Sion. Comienzan como turistas en Israel, pero se convierten en sionistas con la misión de regresar y servir al pueblo judío a medida que es traído desde su exilio. Varias organizaciones sionistas cristianas ya se han establecido y funcionan en la tierra de Israel. Una de ellas es Puentes para la Paz, que ha activado a miles de voluntarios, y diariamente distribuye alimento, brinda albergue, regala artículos para el hogar y extiende apoyo moral a millones de judíos necesitados que han regresado a su tierra. Puentes para la Paz cuenta con un contingente continuo de sobre 60 miembros y voluntarios de sobre 12 naciones que responden al fuerte llamado de bendecir a Sion.

Buenas Obras

«Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos» Mateo 5:16.

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Foto por Y.Ishimoto/ bridgesforpeace.com

Una instrucción de Yeshúa a Sus discípulos, y también a nosotros, es de dar gloria a Su Padre mientras alumbramos al mundo con nuestra luz, quien es Él mismo. Hacemos eso por medio de nuestras buenas obras en respuesta a las necesidades genuinas de otros. Sabemos por el Apóstol Pablo que nuestras buenas obras no nos salvan (Efesios 2:8-10), pero son nuestro privilegio y responsabilidad, a medida que humilde y respetuosamente ayudamos a los exiliados mientras continúan regresando a la tierra.

El Apóstol Santiago también comentó respecto a las buenas obras: «…yo te mostraré mi fe por mis obras» (Sant. 2:18b). ¡Qué perspectiva tan judía! Los sionistas cristianos han aprendido de los apóstoles judíos y del ejemplo del pueblo judío, que no es tanto lo que uno dice sino lo que uno hace. Nuestras acciones externas revelan nuestra realidad interna.

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Foto por D.Williams/bridgesforpeace.com

En Puentes para la Paz, ponemos nuestra fe en acción al distribuir mensualmente 50.8 toneladas de alimento kosher «desde Dan a Beersheva,» o sea, por toda la tierra de Israel. Eso significa que alimentamos mensualmente a 26,000 personas hambrientas, 390 niños escolares reciben almuerzos calientes, y cientos de otras preciosas vidas judías son fortalecidas en nuestro llamado de bendecir a Sion. Puentes para la Paz ha reparado a sobre 1,050 hogares, tiene almacenado 318 toneladas de alimento para tiempos de guerra y ha rescatado a sobre 54,000 judíos de la antigua Unión Soviética que actualmente viven en Israel. Muchos judíos han visto esas obras y dan gloria a su Padre celestial.

Astutos e Inocentes

«Miren, Yo los envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sean astutos como las serpientes e inocentes como las palomas» Mateo 10:16.

La motivación para el trabajo de los sionistas cristianos con los judíos es regularmente puesta a prueba, como debe ser. Siglos de antisemitismo cristiano, conversiones forzosas, expulsiones y abusos que asemejan escenarios de los últimos tiempos han engendrado profundo dolor en la psiquis judía. En contraste con ese lamentable legado, Yeshúa nos aconseja que seamos como tres criaturas a la vez: como la oveja que humildemente sigue a su pastor, como la serpiente que se mueve sin ser percibido y como la paloma que deleita a todos incondicionalmente.

Esa tríada metafórica es vista en la vida del cristiano sionista cuando sigue el corazón pastoral de Yeshúa en amar a Sus «parientes según la carne» (Rom. 9:3b), cuando mantiene un lugar discreto entre el pueblo judío y cuando es recibido como una persona que les imparte paz y bendición. Al vivir consistentemente de esa manera, los trabajadores de Puentes para la Paz han impartido sanidad a incontables corazones judíos y han propiciado una poderosa reconciliación entre cristianos y judíos, honrando así a Dios en Israel y alrededor del mundo.

El Más Pequeño de Estos

«El Rey les responderá: ‘En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron'» Mateo 25:40.

El Rey mencionado aquí es Yeshúa, regresando a la tierra para juzgar a las naciones. En ese juicio, no llama a individuos sino a naciones. No juzga según sus creencias, sino según sus obras. Específicamente, Yeshúajuzgará la manera en que las naciones (los gentiles) han tratado a Su nación (el pueblo judío), a quien designa como Sus hermanos.

El sionista cristiano juega un papel clave sobre cómo su nación decide de qué lado estar, según la balanza de justicia divina. A través de nuestro mensaje consistentemente bíblico a las naciones, y por medio de nuestras acciones santas hacia los más vulnerables de la nación de Dios, establecemos un estándar de conducta recta e inspiramos a otros para que se nos unan en la labor de alimentar al hambriento, vestir al desahuciado y recibir al extraño. Nuestro deber se convierte en el privilegio de servir a la familia natural de Yeshúa.

Descubrimos que nuestra compasión hacia los necesitados israelíes ilustra nuestro amor al Señor, y produce un estrecho vínculo entre cristianos y judíos. Puentes para la Paz se siente muy privilegiado en ser un vaso dispuesto en las manos de Dios para dispensar Su misericordia y gracia a «los más pequeños» de entre los que han regresado a Israel. Pero no ignoramos al resto de la familia de la fe, porque también somos privilegiados en servir a los más necesitados entre nuestros amados hermanos árabes-cristianos (Gál. 6:10).

Declarando el Shemá

«El más importante es: ‘ESCUCHA, ISRAEL; EL SEÑOR NUESTRO DIOS, EL SEÑOR UNO ES; Y AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE, Y CON TODA TU FUERZA.’ «El segundo es éste: ‘AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.’ No hay otro mandamiento mayor que éstos» Marcos 12:29-31.

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Foto por D.Kirchhevel/bridgesforpeace.com

Los sionistas cristianos han aprendido una oración que se identifica completamente con el alma judía. Cada cristiano reconoce la prioridad de Yeshúa en amar al Señor y al prójimo, pero pocos conocen el contexto de ese mandamiento expresado en el evangelio de Marcos. Cuando el escriba preguntó a Yeshúa, «¿Cuál mandamiento es el más importante de todos?» (Mar. 12:28), Jesús inmediatamente recitó la oración principal en el corazón y la mente de cada fiel judío: el Shemá: «Escucha, oh Israel, el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es» (Deut. 6:4).

En eso consiste el distintivo de un genuino sionista cristiano: en cumplir el mandamiento de Yeshúa, amando al único y verdadero Dios viviente según el contexto de dicha declaración judía. Tristemente, los padres eclesiásticos prohibieron que cristianos repitiesen el Shemá, alegando que era «anti-Trinitario.» ¡Cuán extraño, considerando que una de las personas de la Trinidad no tuvo problema en declararlo! Los sionistas cristianos corregimos esa destructiva teología cada vez que declaramos que el Dios de Israel es Uno, y mientras amamos a nuestros prójimos judíos como a nosotros mismos.

Todas las Cosas en el Tanaj

«Después Jesús les dijo: ‘Esto es lo que Yo les decía cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre Mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos'» Lucas 24:44.

Al igual que el pueblo judío, los sionistas cristianos defendemos nuestro documento fundamental, que es la Biblia. Los judíos denominan las escrituras hebreas como el Tanaj, que es un acróstico de Torá (instrucciones), Neviim(profetas) y Ketuvim (escritos). Yeshúa los describió como la Ley, los Profetas y los Salmos. Lo importante es que Yeshúa afirmó su canonización y autoridad cuando declaró que todas las cosas escritas allí habrían de ser cumplidas. (Para descargar el Tanaj con español interlineal gratuitamente, vaya a: https://buscandoloescondido.com/biblioteca-pdf/tanaj-a-t-interlineal-hebreo-espanol/)

Lucas también registró que el Apóstol Pablo defendió todas las cosas en el Tanaj: «A Él, el cielo debe recibir hasta el día de la restauración de todas las cosas, acerca de lo cual Dios habló por boca de Sus santos profetas desde tiempos antiguos» (Hech. 3:21), y «…yo sirvo al Dios de nuestros padres, creyendo todo lo que es conforme a la Ley y lo que está escrito en los Profetas» (Hech. 24:14b). «Todas las cosas» incluye el hecho de que los gentiles algún día traeríamos a los judíos de regreso a su hogar, los consolaríamos y los ayudaríamos en la restauración de Sion, para la gloria de Dios. Sí, esa restauración se describe en el primer Testamento, se afirma en el segundo, y vemos el cumplimiento de ello ante nuestros propios ojos hoy día.

Por medio de nuestra concientización, oración, servicio y donativos, los sionistas cristianos colaboramos con Dios respecto al compromiso que hizo con Sion. Y como decimos en Puentes para la Paz, «No sólo lea sobre la profecía bíblica – ¡participe en ella!» Sí, ¡únase a nosotros en la preparación para la completa restauración de Israel en la tierra y para Su Reino Mesiánico en este mundo!

Entre Ellas, Con Ellas

«…y tú, siendo un olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas…» Romanos 11:17.

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Foto por luri/shutterstock.com

La Iglesia no surgió para reemplazar o suplantar a Israel. Al contrario, nuestro papel es de hacer cumplir el propósito de Dios en cuanto a su cultivado olivo judío, siendo injertados como ramas silvestres entre las ramas del buen olivo, contrario a la horticultura natural. Pablo explica que eso representa una horticultura milagrosamente divina (Rom. 11:24). Debido a que los gentiles hemos sido injertados al pueblo judío, debemos tratar a dicha comunidad con respeto, tanto en su dispersión como en su retorno. Aunque de manera imperfecta, los sionistas cristianos podemos servir como puentes y modelar un estilo de vida que otros cristianos pueden imitar.

Algunos sionistas bíblicos sobre los cuales había leído, y otros que también llegué a conocer, moldearon mi propio llamado de bendecir a Sion en manera significativa. Esos son los pioneros que creyeron la Palabra de Dios y tomaron acción, confiando en Dios para el resultado. Mi jornada fue radicalmente transformada por un verso en el pasaje anterior que saltó de la página y penetró mi corazón: «…para que por la misericordia mostrada a ustedes, también a ellos ahora les sea mostrada misericordia» (Rom. 11:31). Luego de que por siglos mis antecedentes cristianos infligieron hirientes maldiciones contra el pueblo judío, comprendí que Dios me daba la oportunidad de ser un vaso de Su misericordia para sanar los corazones judíos. En ese momento, respondí al llamado de bendecir a Sion.

Regocijándonos con Su Pueblo

«Pues les digo que Cristo se hizo servidor de la circuncisión para demostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas dadas a los padres, y para que los Gentiles glorifiquen a Dios por Su misericordia, como está escrito: ‘POR TANTO, TE CONFESARE ENTRE LOS GENTILES, Y A TU NOMBRE CANTARE.’ Y vuelve a decir: ‘REGOCÍJENSE, GENTILES, CON SU PUEBLO'» Romanos 15:8-10.

Haciendo referencia a algunos textos en el Tanaj, el pasaje anterior nos informa que «Su pueblo» Israel se regocija a pesar de su sufrimiento, ya que Dios proveerá «expiación por Su tierra y Su pueblo» (Deut. 32:43). Entonces, Dios manda a los gentiles para que se regocijen con Su pueblo. ¿Qué tipo de gentil se regocijará? Pues naturalmente, los sionistas cristianos, en especial los que hacen peregrinaje desde las naciones para unirse a ellos durante las fiestas bíblicas y otras celebraciones, en gratitud porque Dios nuevamente les ha otorgado soberanía judía en la tierra de Israel.

A través de una exégesis bíblica doctrinalmente sólida, los sionistas cristianos ayudan a sus compañeros gentiles para que comprendan la razón por regocijarnos con los judíos. En Puentes para la Paz, una larga lista de eruditos sionistas bíblicos han dado forma a nuestro ministerio educativo para que hoy día podamos ofrecer invaluables ayudas, como Israel y la Iglesia: El Mapa de la Ruta de Dios, una antología de temas esenciales en nuestro drama de los últimos tiempos. Publicamos mensualmente Los Estudios de Israel, enseñanzas sobre las raíces hebraicas de nuestra fe cristiana, y distribuimos el Noticiero Semanal desde Jerusalén para todo aquel que desee levantar su voz por Sion entre las naciones.

Los Ojos Puestos en Israel

«Consideren al pueblo de Israel…» 1 Corintios 10:18.

Pablo nos instruyó a que aprendiéramos de la nación de Israel. Tristemente, líderes eclesiásticos posteriores tergiversaron nuestra rica herencia del olivar hebreo con filosofía griega, costumbres romanas y conformismo occidental. La Iglesia ha sufrido por causa de eso, pero Israel sufrió aún más. El cisma entre nosotros llegó a ser tan profundo que la Europa «cristiana» finalmente produjo el Holocausto, y todavía gran parte no se ha arrepentido de ello.

Pero un remanente de la Iglesia, así como un remanente de Israel, ha persistido, ha orado y ha procreado líderes que han ayudado a la Iglesia para que regrese a una posición de aprendizaje ante los pies de Israel. El fundador de Puentes para la Paz, Dr. G. Douglas Young, practicó eso durante la década de 1950, y su legado continúa como un fértil árbol que da su fruto a su tiempo. Siendo un pionero del siglo 20 para el sionismo cristiano, el Dr. Young se atrevió estudiar las escrituras hebreas con sus colegas judíos. Combinando la sabiduría con la humildad, vio que los cristianos seríamos beneficiados por la rica comprensión bíblica que poseen los rabinos y eruditos judíos. Eso lo condujo literalmente a Sion, estableciendo el Instituto de Estudios de la Tierra Santa sobre la ladera montañosa del Monte de Sion. Así nació Puentes para la Paz, con el propósito inicial de llevar estos estudios hebraicos desde Sion a las naciones.

Construyendo Puentes

«Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque El mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación…» Efesios 2:13-14.

A veces me pregunto si el término plural de «puentes» en Puentes para la Paz fue escogido para ilustrar los dos puentes mencionados en el anterior pasaje tan poderoso. El primero es el puente entre Dios y el ser humano, y el segundo es entre judío y gentil. La sanidad de ambos cismas fue tan importante para los apóstoles judíos que dedicaron enorme parte de sus escritos a esos temas. Predicaron el mensaje de reconciliación entre Dios y el hombre por medio del Evangelio del Mesías, y a la vez se esforzaron para enseñar que los judíos y los gentiles también eran destinados a la unidad.

Diariamente, los voluntarios de Puentes para la Paz en Israel se activan en obras de amor, enfatizando el puente número dos, la parte del anhelo divino por unidad judío-gentil. Para quienes hayan sido llamados a bendecir a Sion, el apoyar a Israel y promover una mayor relación entre cristianos y judíos en Israel y alrededor del mundo representa mucho más que la declaración de nuestra misión. Es nuestra pasión.

En Dirección a la Torá

«Palabra fiel es ésta;…los que han creído en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles para los hombres. Pero evita controversias necias, genealogías, contiendas y discusiones acerca de la Ley, porque son sin provecho y sin valor» (Tito 3:8-9).

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Foto por Lincoln Rogers/shutterstock.com

Los devotos de Yeshúa también son devotos a las buenas obras, según los mandamientos de Dios. Pero el cristianismo tiene muy poca evidencia de ello. Usualmente, o ignoramos la Ley, terminando en un extremo de libertinaje, o nos enfrascamos tanto en la Ley que terminamos en un extremo de legalismo. Pablo dijo que «la Ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno» (Rom. 7:12), pero debe ser manejada con cuidado y respeto. Por un lado, no debemos descartarla, pero tampoco debemos exigir que otros la guarden. Eso sólo conduce a divisionismo. Tristemente, eso que es santo, justo y bueno se convierte en algo destructivo.

Los sionistas cristianos que aprenden de nuestros amigos judíos observadores de la Torá (que literalmente significa «instrucción») exploran la Ley de Dios con gozo y temor del Señor. Es asombroso cuando cristianos descubren que, por medio de nuestra relación con Yeshúa, esa «instrucción» está ahora escrita en nuestros corazones (Heb. 8:10). ¡No está a la distancia! Ya no es un control externo, sino una motivación interna. Los sionistas cristianos también nos regocijamos en que la Ley, una vez salida de Sion, puede ser manifestada en los corazones gentiles por medio de una obediencia gozosa. Y ahora podemos devolver bendiciones a Sion.

Conducta Santa

«…¡qué clase de personas no deben ser ustedes en santa conducta y en piedad, esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor! …Por tanto, amados, puesto que ustedes aguardan estas cosas, procuren con diligencia ser hallados por El en paz, sin mancha e irreprensibles» (2 Pedro 3:11-12,14).

Al igual que otros cristianos que creen en el texto bíblico como verdad literal, los sionistas cristianos anhelamos «la venida del día de Dios.» El problema surge cuando nos dividimos en torno a distintos escenarios de los finales tiempos. Nuestros amigos judíos se asustan cuando escuchan cómo nos enfrascamos en luchas de opiniones diversas sobre la profecía. Los sionistas cristianos hemos llegado a una comprensión hebraica de que no nos preocupamos por predecir el futuro, sino en simplemente conocer las profecías de modo que cuando se cumplan, podemos consolarnos en el hecho de que Dios va cumpliendo Su Palabra (Hech. 2:16).

El Apóstol Pedro nos enseña que debemos poner nuestra conducta santa por encima de nuestra interpretación escatológica. En vez de especializarnos en los detalles de los últimos tiempos, lo que nos distancia de nuestros amigos judíos, los sionistas debemos «ser hallados por El en paz» cuando venga nuestro Mesías.

Todo Israel, Todas las Naciones

«Oí el número de los que fueron sellados: 144,000 sellados de todas las tribus de los Israelitas…Judá…Rubén…Gad…Aser…Neftalí…Manasés…Simeón…Leví…Isacar… Zabulón…José…Benjamín. Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos» Apocalipsis 7:4-9.

No requiere que seamos un sionista cristiano para reconocer que las doce tribus en Apocalipsis no representan a la Iglesia. Muchos en el cristianismo, a lo largo de los siglos, alegaron lo contrario, deseando que los cristianos fuesen el pueblo escogido de Israel en vez de los judíos. Pero el texto dice explícitamente que las «tribus de los israelitas» (Apoc. 7:4) tendrán el «sello del Dios vivo» (Apoc. 7:2). ¡El Apóstol Juan vio que todo Israel estará presente en el Reino de los Cielos! Eso es ocasión para alabar al Dios viviente y al Dios de Israel por Su poder en guardar el Pacto que hizo con Israel.

Luego del apóstol observar a los redimidos hijos e hijas de Sion, vio una incontable multitud de naciones, tribus, pueblos y lenguas reunidas ante el trono y el Cordero. ¡Cuán grande salvación de Dios nos ha llegado por los judíos (Juan 4:22), primeramente para ellos y también para los gentiles (Rom. 1:16)!

Un cristiano con el llamado de bendecir a Sion vive, ora y trabaja con la presente esperanza de esa futura realidad. Su labor, servicio y sacrificio no serán en vano. Desde nuestra pequeña ventana a la eternidad, nos regocijamos en saber que, de la misma manera en que Dios reunió a Israel nuevamente en Su tierra del pacto, nos reunirá a todos Sus hijos en Su eterno Reino. Formaremos una inmensa reunión en la Nueva Jerusalén, con las doce tribus como nuestras puertas y los doce apóstoles como nuestros cimientos (Apoc. 21:12-14).

Sionista Bíblico

Fue durante un seminario que escuché el término sionista cristiano por primera vez. Pero no fue por parte de un profesor bíblico, sino de una querida señora que había servido como voluntaria en Puentes para la Paz. Cuando se puso de pie para hacer una pregunta durante una conferencia sobre el judaísmo, ella se identificó como sionista cristiana. En ese momento, ¡me pareció contradictorio que una persona sionista pudiera estar interesada en la paz!

No fue hasta que conocí al verdadero Israel, al verdadero pueblo judío y lo que Dios dice al respecto que pude aceptar que un cristiano pudiese ser sionista. Entonces encontré que la clave para ser un auténtico sionista cristiano es ser un sionista bíblico. Mi oración es que todos podamos servir y ser dignos del llamado de Dios en bendecir a Sion, junto con nuestros amigos y compañeros judíos.

 

(Traducido por Teri S. Riddering,
Coordinadora Centro de Recursos Hispanos)

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Bibliografía

Brimmer, Rebecca J. and Bridges for Peace Leaders. Israel and the Church: God’s Road Map. Jerusalem: Bridges for Peace International, 2013.
http://jewishcurrents.org/april-7-justinians-code-9702
http://mfa.gov.il/MFA/PressRoom/2015/Pages/3-3-million-visitors-to-Israel-in-2014.aspx
Sandmel, Samuel. A Jewish Understanding of the New Testament. Woodstock, Vermont: Jewish Lights Publishing, 2005.
Vital, David. The Origins of Zionism. Oxford: Oxford University Press, 1975.

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