Mientras se enfrentan a un ejército terrorista evasivo, que intenta hacerse invisible incrustándose en zonas civiles; las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI] no escatiman esfuerzos en lo que respecta ‘a la forma en que atacan a Hamás’; siguiendo meticulosamente el protocolo de guerra.
El equilibrio que debe lograrse es complejo: completar lo que se conoce como ‘la ventana de oportunidad’ al detectar al tirador enemigo, de manera eficiente y rápida; destruir objetivos sensibles al tiempo de dicha oportunidad y al mismo tiempo; garantizar que ha sido autorizado el ataque contra hostiles, pero detenerlo en caso de que haya presencia de no combatientes en el área circundante.
Un ejemplo claro lo tenemos en Beit Hanun, desde donde salieron muchos de los terroristas que llevaron a cabo los crímenes contra la humanidad en las aldeas comunitarias israelís de Sderot; Kfar Aza; y Netiv Ha’asara. Estos terroristas continúan intentando infiltrarse en Israel, y al mismo tiempo disparan cohetes contra ciudades israelíes.
A medida que llegó la 252 División Sinaí y se apoderó de la ciudad de Beit Hanun, que ya había sido limpiada de civiles palestinos con anterioridad; esta División avanzó lentamente detectando cualquier amenaza a las fuerzas de defensa israelíes; y poniendo en marcha un de ‘protocolo de guerra avanzado’.
Las FDI llaman a este proceso “incriminación”, lo que significa ‘verificación de que el objetivo, es de hecho una entidad militar enemiga y representa una amenaza directa; y que atacarlo, no implicará dañar a los transeúntes civiles’.
Una vez que un objetivo es incriminado, pasa por un detallado proceso de verificación adicional durante el cual, se toman decisiones sobre cómo abordarlo; cómo afrontar mejor la amenaza; y cuáles serán las consecuencias al solucionarlo.
Los datos del objetivo se transfieren entonces a la fuerza correspondiente para la ejecución del ataque.
Si la Fuerza Aérea Israelí [FAI] recibe los datos de este objetivo, comenzará su propio análisis: determinar qué tipo de municiones deben usarse; calificará independientemente el objetivo y calculará cuán inmediata es la amenaza.
Todo este proceso de principio a fin; puede durar entre minutos y una hora.
Una vez completado si la fuerza aérea va a ser quien ejecute el ataque, el piloto recibirá sus órdenes; pero debe tener contacto visual con el objetivo y verificar que no haya fuerzas amigas alrededor; ni tampoco ‘no combatientes’, en el área del objetivo. El piloto no puede confiar en el anterior proceso de calificación y debe verificar de forma independiente sus datos, antes de atacar.
El protocolo anterior describe el ‘proceso normal de selección de objetivos’. En los casos en que los objetivos estén cerca de hospitales; escuelas o mezquitas; el ataque debe recibir luz verde del comandante de las FDI en el área y; en algunos casos incluso, del jefe del Estado Mayor de las FDI.
Si bien esto puede parecer un proceso largo, las FDI pueden agilizarlo porque cuentan con varios equipos, que pueden llevar el proceso en paralelo.
En Beit Hanun donde las FDI tuvieron que enfrentarse a pequeños escuadrones terroristas de Hamás, hubo que atacar múltiples objetivos simultáneamente. Esto significaba, que la oportunidad para alcanzar estos objetivos era muy corta; del orden de minutos, y el proceso de selección tenía que ocurrir rápidamente. Aviones de la FAI; vehículos aéreos no tripulados; y en algunos casos helicópteros de ataque; ya estaban en el aire llevando a cabo su parte del proceso, junto con las fuerzas terrestres. Tener aviones en el aire redujo significativamente los tiempos de respuesta.
Cuando fue necesario se llamó a expertos legales de las FDI, para verificar que el objetivo era legítimo; según el derecho internacional.
Las FDI se acercan con extrema precaución a los sitios civiles utilizados por Hamás, como bases terroristas en: mezquitas, escuelas y hospitales. En la práctica, esto significa que incluso si las fuerzas israelíes son atacadas desde una escuela; los militares no pueden responder el fuego sin primero actuar con discreción bajo dicho protocolo.
Oficiales superiores, conscientes de la necesidad suprema de hacer todo lo posible para evitar dañar a los no combatientes, están ahí en el terreno, supervisando al personal más joven de las FDI.
El objetivo es estar seguros antes de abrir fuego.
Publicado el 11 de diciembre de 2023
ENFOQUE DE ORACIÓN: Alabemos al Señor por el compromiso de las FDI de examinar minuciosamente cada operación, para estar “seguros antes de abrir fuego”. Oremos para que el Señor bendiga a cada miembro de las FDI con valentía y seguridad mientras hacen todo lo posible para evitar dañar a los no combatientes.
VERSO BÍBLICO: «Defiendan al débil y al huérfano; hagan justicia al afligido y al menesteroso. Rescaten al débil y al necesitado; líbrenlos de la mano de los impíos«.
–Sal 82:3-4 NBLA
Publicado en diciembre 12, 2023
Fotografía por: IDF/jns.org
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